Un arranque con ausencias
CÓRDOBA cf
El Córdoba 2011-2012 comienza a sudar sin Taira ni Borja, dos de sus fichajes, y sin Javi Flores ni Usero, implicados en el ERE · Paco Jémez insistió desde el primer momento a sus jugadores en la necesidad de ejercitar una fuerte presión
Los jugadores de la primera plantilla del Córdoba volvieron ayer al trabajo después de pasar un preceptivo reconocimiento médico a las 8:30 en la clínica Asisa. No todos. Dos de los siete afectados por el ERE no acudieron a la cita, aunque por motivos bien diferentes. Javi Flores, que está cerca de resolver de forma satisfactoria su contrato con el club, ha aceptado prorrogar sus vacaciones durante diez días (a pesar de las recomendaciones dadas desde la AFE). Usero, por su parte y a pesar de tener también contrato en vigor, se abstuvo por la mañana de acudir al reconocimiento y tampoco fue a la primera sesión de trabajo. El futbolista manchego espera desvincularse del CCF y firmará en breve con el Elche, su anterior casa, aunque hace poco comentó en medios ilicitanos que tiene incluso ofertas de conjuntos de primera división extranjeros.
Los otros cinco jugadores afectados por el Expediente de Regulación de Empleo se ejercitaron con la normalidad relativa de su situación, aunque sus reacciones ante su situación fueron diametralmente opuestas. En el periódico digital cordobadeporte.com dos de los cordobeses inmersos en el proceso -Pepe Díaz y Gaspar- se mostraban dispuestos a casi todo por seguir en el conjunto blanquiverde. Díaz era tajante: "voy a jugar en el Córdoba", aunque añadía que "con el presidente no he tenido la oportunidad de hablar". Gaspar, por su parte, espetaba: "en mi caso se podría llegar a un acuerdo porque estoy con ganas de quedarme".
Los otros tres -Agus, De Coz y Navas- eran un punto más ácidos. El primero hablaba de que desde el club "deberían haber sido más humanos"; el segundo calificaba la situación de "fea" y "lamentable" mientras que el guardameta gaditano directamente prefirió no hacer declaraciones a los medios presentes. Del resto de la plantilla, quien no pasó el preceptivo examen médico fue uno de los fichajes, el luso Afonso Taira, a quien se le espera hoy pero que no trabajará hasta mañana.
El exhaustivo reconocimiento (explicado con detalle en la página webdel club: toma de pliegues y antropometría para ver el peso y el porcentaje de grasa de cada uno de los jugadores, un estudio cardiológico completo, un estudio podológico con análisis de la pisada y plataforma de vibraciones, una espirometría, un electrocardiograma, ecografías musculares y una analítica completa de sangre y orina) fue para el médico del club "plenamente satisfactorio", porque "todo el mundo ha venido en unas condiciones óptimas para desarrollar la práctica deportiva al máximo nivel".
Por la tarde tocaba trabajar. La cita era a las seis y media. Paco Jémez reunió primero a todos sus pupilos en el vestuario y les dedicó una charla para inaugurar el curso. Cerca de una hora después, el técnico fue el primero en saltar al campo acompañado de su segundo Rafael Reyes y del preparador físico Esaú Sánchez.
Enérgico, dedicó un sonoro "buenas tardes" a los periodistas presentes y se puso manos a la obra sin un minuto más que perder dando instrucciones a diestro y siniestro.
Detrás del entrenador fueron saliendo poco a poco los demás protagonistas. Los canteranos los primeros, charlando de lo que supondría hacer la pretemporada. con los mayores. Los que ya lo conocen se lo comentaban a los que aún no se han desvirgado en este concepto. Mezclados sin distinciones se movían los recién llegados (todos menos Taira y el madrileño Borja García) junto a los inmersos en el ERE (cinco de los siete, porque tampoco estuvieron en la sesión ni Javi Flores ni el rebelde Usero) y los seis supervivientes del último ejercicio (Aberto García, Alberto Aguilar, Fernández, Fuentes, Tena y Charles). El filial estuvo representado por los recién renovados Bernardo, Fede Vico y Javi Hervás más el guardameta Sillero, el mediocentro Juanje y el atacante Guti. Carlos Martínez, que pasó por la mañana el reconocimiento médico, no participó de la sesión vespertina. Toda la disposición de los canteranos responderá -simplemente y según se comentó a pie de campo- a las necesidades y exigencias de los restantes movimientos de la plantilla.
En total, 22 trotaron sobre el verde pocho de El Arcángel. Más o menos el mismo número que espectadores había en la grada. Eran algunos más que los que acudieron al primer entrenamiento de la 2010-2011. La ilusión, está claro y aunque sea por curiosidad, se mantiene en el seno del cordobesismo.
Las instrucciones del nuevo técnico se dejaron sentir con fuerza desde el momento en el que el trabajo del preparador físico Esaú cesó. Entonces, Paco Jémez comenzó a trabajar la presión. Intentado mimar al balón desde el primer minuto. Tenerlo y manejarlo con criterio. "A un contrario se le tiene que intentar robar el balón siempre, es la mejor forma de jugar", comentaba. "Intensidad", gritaba mientras sus discípulos -divididos en dos grupos uno de petos verdes y otro de petos rojos- se empeñaban en obstaculizar la circulación de pelota del contrario.
"Juntos mejor que separados", añadió. Unidad. Esta mañana vivirán su primer calvario de la temporada sudando desde las 8:30 en Los Villares. Les hará falta, más en estos tiempos que corren, mucha de toda esa intensidad y unión que Paco les pide.
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