Tijeretazo al nuevo plan

Las líneas maestras del Córdoba 2011-12 quedaron ayer puestas sobre el tablero tras la segunda reunión de los nuevos rectores con los administradores concursales. Daniel Pastor y Alberto Escudero pusieron las pilas al consejero delegado, Javier Jiménez Sacristán, y al secretario técnico, Juan Luna Eslava, los encargados de diseñar el primer proyecto de Carlos González como propietario y presidente de la entidad. Y fueron contundentes. La plantilla finalmente no podrá tener un coste superior a los tres millones de euros y tendrá que estar perfilada "en el plazo de una semana". Éste es el tiempo que maneja el club para negociar a la baja con el grupo de los quince jugadores que tienen contrato en vigor que entra en los planes de Paco Jémez, ya que "los sueldos son muy altos en la situación que tiene el club" y la administración "no va a autorizar contrataciones ni ningún tipo de dispendio económico que no cuadre con las cuentas". Así pues, el que no acepte la disminución salarial que le ofertará el CCF en los próximos días, sólo tiene dos salidas posibles: recibir la carta de libertad o ver su nombre en un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

El esperado encuentro con Pastor y Escudero sirvió como rampa de lanzamiento de la nueva etapa en la que se adentra el CCF, una fase marcada por la autofinanciación bajo el control exhaustivo de la administración pública. Jiménez Sacristán y Luna Eslava explicaron a los administradores concursales los movimientos dados en los últimos días tanto en el aspecto económico como deportivo. Y fueron instados a agilizar los contactos con el fin de poner en marcha cuanto antes el Córdoba del futuro. "En el plazo de una semana nos tienen que comunicar los jugadores que se quedarán y los que actualmente forman parte de la plantilla y van a seguir. Les hemos trasladado que en una semana, o se les da la carta de libertad para que puedan jugar la temporada que viene en el equipo que deseen o que puedan buscar sus representantes, o se iniciará un Expediente de Regulación de Empleo para esos jugadores. Es una medida necesaria para poder mantener la viabilidad del club y que perfectamente lo ha entendido el secretario técnico; ésa es la línea de trabajo. Es decir, que en una semana ese tema hay que resolverlo", puntualizó Pastor, en su habitual comparecencia semanal desde que tomó las riendas del proceso concursal en el que está el Córdoba.

Continuando con la planificación del próximo proyecto blanquiverde, el administrador recordó que "el club está pidiendo un tiempo más de una semana, pero nosotros queremos ajustar los números y, además, no vamos a autorizar contrataciones ni ningún tipo de dispendio económico que no cuadre con las cuentas. Finalmente hemos decidido que sea de tres millones de euros todo el coste de la plantilla, en lo que incluimos también al técnico y a la dirección deportiva. Esos son los números reales del club", que tiene pendientes de cobro un par de facturas de Mediapro -una de ellas había sido requerida por la Agencia Tributaria- por la cesión de los derechos televisivos.

Pero eso son migajas con respecto a la realidad financiera del club, con una deuda de 8,5 millones. Por eso, la secretaría técnica no se saldrá ni lo más mínimo de las cifras que le marquen. Entre otras cosas porque Pastor insistió en que "estamos intentando ser muy realistas y también hay que pensar no sólo en cubrir el presupuesto, sino devolver parte de la deuda que se tenga porque difícilmente van a aprobar los acreedores un convenio si no se les paga a ellos algo, independientemente de que luego se puedan obtener otro tipo de ingresos. Estos son los números reales del Córdoba ahora mismo". Pero ¿por qué se ha llegado a esto? Pues "básicamente porque los sueldos son muy altos en la situación que tiene el club, y por eso le hemos instado a que tome esa medida con carácter urgente".

Ante esta situación, las miradas apuntan al vestuario. Luna Eslava es el que más sufrirá el tijeretazo de la administración, pese a que ésta no le impondrá "ningún" tope salarial a la hora de fichar: "Si él entiende que hay un jugador que merece la pena por 500.000 euros, pues sabe que tendrá dos millones y medio para el resto. Pero no hay límite alguno". La única frontera son los tres millones en los que deben caber todos los profesionales del vestuario, porque dentro de los "seis o seis y pico" presupuestados habrá que "destinar al pago de la deuda al menos millón o millón y medio".

Y ahí es donde entra en juego la labor persuasiva del secretario técnico, que tendrá que lidiar con los quince jugadores con contrato buscando una rebaja sustensible. "La semana que viene tenemos que saber qué jugadores van a tener la carta de libertad y con cuáles, irremediablemente, tenemos que utilizar el mecanismo del ERE", matizó Daniel Pastor, que sin dar nombre sí dejó caer que "si están hablando de siete u ocho jugadores, no será un número extraño. De hecho, las conversaciones están y los jugadores conocen cuál es la situación".

La situación más cruda, sin duda, es la que apunta al Expediente de Regulación de Empleo, que sólo afectaría, llegado el caso, al personal deportivo. Tanto es así que ayer mismo los administradores autorizaron el pago de la nómina del mes de mayo a todo el personal no deportivo que, según el administrador concursal, "está prácticamente al día, podría haber pendiente 5.000 euros". Distinta es la situación entre los futbolistas, por lo que también tendrá "un tratamiento distinto porque habrá jugadores que interesen y se les pedirá que se les baje el sueldo... Ahora viene una época de negociación" en la que lo principal es que los rectores cordobesistas "vayan de la mano en el control de los gastos y el presupuesto se cumpla".

Pero no parece que resulte fácil hacer pasar por el aro a los profesionales que tienen firmadas una cantidad en sus contratos y ahora se encuentran con esta situación en la que prácticamente están obligados a adaptarse a la realidad financiera de la entidad. Pese a todo, Pastor tiene muy claro que "prevalece que la ciudad mantenga su club a los intereses particulares de uno, dos o siete jugadores". Porque al compañero de Alberto Escudero en este proceso concursal "también" le preocupa "el personal no deportivo, que tiene otros sueldos más bajos".

"Los jugadores tendrán que optar entre salir libre al mercado y poder el año que viene tener sus ingresos por jugar en otro club, o estar en una situación aquí complicada porque, desde luego, el ERE no se iba a resolver antes de que se configuren los nuevos equipos. Por lo tanto, la resolución de contrato sería posterior al inicio de la Liga y esos jugadores hasta, al menos el mes de enero, no podrán jugar en ningún equipo", manifestó Daniel Pastor, que permanece en un segundo plano en todas estas negociaciones en las que su intención sólo es una: que prime "el interés del Córdoba", un equipo que no tiene más remedio que apretarse el cinturón para sobrevivir.