Era una noche histórica para el Córdoba Futsal, pero la suerte no estuvo de su lado. Fuera de la Copa España tras la victoria de Movistar Inter, el conjunto blanquiverde también dijo adiós a la Copa del Rey. Y eso que hizo méritos de sobra para superar a un Santa Coloma que, pese a que se puso por delante al comienzo, se vio superado por un cuadro cordobesista dominador que acabó perdiendo como consecuencia de varios despistes defensivos.

Había mucho en juego y por eso el choque arrancó con muchísima presión. Pablo del Moral, muy atento en el cierre, robó varios balones que acabaron en los primeros acercamientos del partido. La mejor llegó a los dos minutos cuando Zequi se la sirvió de espaldas a Álex Viana y el brasileño obligó a sacar al meta visitante una pierna providencial. La comunión entre un Vista Alegre con ganas de hacer historia y los de Josan González era tremenda.

Sin embargo, al minuto siguiente, el Córdoba Patrimonio bajó los brazos un segundo y un despiste entre la defensa y Cristian lo aprovechó Verdejo para darle un pase a Drahovsky que el eslovaco convirtió en gol a placer, sin ninguna oposición. Duro golpe a los locales, pero quedaba mucho partido, y la grada ya sabe de lo que su equipo es capaz.

El Santa Coloma no llegaba con excesivo peligro. De hecho, el control era blanquiverde, pero cada error defensivo le costaba caro. Pero más caro les saldría todavía la excepcional jugada combinativa al más puro estilo de pizarra que dibujaron los de Javi Rodríguez. Cinco toques con un taconazo incluido en campo local que terminó con el pase de Verdejo a un David Álvarez que solo tuvo que empujarla. Golazo de los barceloneses y dos goles de ventaja.

Con todo en contra para los de Josan González, Jesulito tuvo en sus botas recortar diferencias. La volea se marchó alta. Más tarde lo intentó Zequi tras una gran jugada individual. Su grito al fallar reflejaba la rabia de los suyos. Lo intentaban y no lo lograban, pero todo esfuerzo tiene su recompensa y en el minuto 8 llegó el gol que tanto esperaban. Parecía que Pablo del Moral no iba a llegar al balón largo en carrera, aunque el madrileño llegó y se la dio a la perfección a un Álex Viana que definió con un misil directo a la escuadra.

Presión alta y a dejarlo todo. No estaba la noche para cometer más errores. Tampoco para desaprovechar ocasiones. Por eso, la primera que tuvo el Córdoba Futsal para empatar, la convirtió. Caio metió un pase a Perin que estaba completamente solo, pero Shimizu se interpuso sin darse cuenta y atrapó el esférico. Cuando el nipón se plantó delante de Borja Puerta, se la cedió al brasileño, que esperaba al segundo palo, con un sutil toque de puntera que Perin puso al fondo de la red de los visitantes.

Perin celebra con rabia su primer gol del partido.

"Vamos dale Córdoba", cantaba Vista Alegre dejándose la voz. Se establecieron las tablas en el luminoso y el partido comenzaba una nueva fase. Ricardo se atrevió desde lejos y su disparo pasó rozando el palo. El ánimo en la familia blanquiverde era tal que la remontada no tardó en hacerse realidad. Esta vez fue Pablo del Moral quien culminó una jugada de pizarra entre Zequi y Álex Viana. El taconazo del brasileño no lo falló el cierre madrileño.

El ímpetu cordobesista no quedó ahí. El Córdoba Patrimonio era dueño y señor del partido y gozaba de las mejores ocasiones de gol. Zequi la tuvo por partida doble; luego, Cardona avisó con un trallazo que acarició la portería local. Imitó Drahovsky a su compañero en un tramo final con muchas ocasiones. Después de que Shimizu se plantara solo ante Borja Puerta y el meta le ganase la partida, David Peña sacó provecho al pase filtrado de Rufino para poner el tanto del empate.

Pero al Córdoba Futsal no le importó, porque dos minutos después, la insistencia de Álex Viana dio sus frutos y reventó el balón dentro de la meta visitante. Eso sí, Cristian tuvo que intervenir con una gran intervención para evitar otra igualada. En el último minuto, otra vez el goleador brasileño dejó plasmada su calidad con un cañito que terminó en disparo y rechace en el palo. La suerte que no tenían los de Josan les pertenecía a un Santa Coloma que se encontró dos rechaces fortuitos que terminaron con el 4-4 de Uri Santos al borde del descanso.

Santa Coloma tiró de efectividad

La conexión entre Jesulito y Álex Viana estuvo cerca de poner la ventaja local en el electrónico al inicio de la segunda mitad. El comienzo estaba siendo igualado, pero Drahovsky, segundo máximo artillero de la liga, demostró el por qué de su gran olfato goleador al clavar un disparo lejano en la meta local devolver la delantera a los suyos. Pese a la injusta ventaja visitante, Córdoba Futsal y afición se animaban mutuamente para darle la vuelta al marcador.

Cardona puso a prueba a Cristian. Mientras tanto, los blanquiverdes lo intentaban de todas las maneras posibles, pero se estrellaban ante un gran muro barcelonés. Álex Viana estuvo cerca del gol, y luego Shimizu, pero se toparon con un atento y providencial Borja Puerta. Eso sí, en acciones rápidas el Santa Coloma hacía mucho daño, y un disparo de Verdejo ante la meta cordobesa totalmente solo que envió fuera fue el aviso de lo que vino después. 

En el 31', de nuevo el pívot Drahovsky se sacaría un trallazo ajustado al palo largo al que no llegó Cristian. Dos goles abajo y la situación preocupaba en la grada, que animaba a los suyos, que no tardaría en responder con otro golazo. Esta vez fue Perin quien envió un punterazo al más puro futsal directo a la cruceta que rebotó hacia dentro de la meta visitante.

Pablo del Moral levanta y anima a Zequi en un acción del partido.

El Córdoba Patrimonio estaba ahí, lo tenía en sus manos, pero los de Javi Rodríguez actuaron de nuevo con la máxima efectividad y Verdejo se la puso a David Peña para que este marcara el séptimo. Otro palo. De nuevo a remar a contracorriente y para ello Josan se decidió por sacar a Shimizu como portero-jugador. El japonés estuvo cerca de marcar en dos ocasiones seguidas, pero sería Perin quien hiciera el sexto de los suyos tras otro certero punterazo.

Shimizu lo tuvo en sus botas. En la misma línea de gol se la sacó Borja Puerta. Se podía, y Vista Alegre lo sabía. Perin se estrelló de nuevo ante el meta visitante. Quedaban16 segundos en el luminoso y había un tiempo muerto. La estrategia terminó con Miguelín ante la meta rival. El veterano disparó y el balón se marchó alto. Así terminó el sueño blanquiverde de la Copa del Rey. Con honor y orgullo para un cuadro cordobés que rozó el éxito en una noche para lamentar.