FÚTBOL SALA | PRIMERA DIVISIÓN

Remontada para que el Córdoba Futsal pueda hacer historia (4-3)

Jesulito pelea el balón ante la presión del Levante.

Jesulito pelea el balón ante la presión del Levante. / Miguel Ángel Salas

El Córdoba Futsal tiró de épica para remontar a un Levante que se marchó con tres goles de ventaja al descanso. Pero en una segunda parte totalmente distinta, los blanquiverdes tiraron de orgullo y de sus mejores armas para darle la vuelta al marcador y llevarse tres puntos de oro ante un rival al que descabalga de la pelea por la Copa de España, en la que la escuadra cordobesista sigue viva. No en vano, ahora mismo ocupa la última plaza libre, si bien queda a expensas de lo que hagan Xota e Inter en sus partidos aplazados.

Josan González llegaba al choque sin Caio, que se cayó a última hora de la convocatoria por dolencias físicas; ni Zequi, al que se le notificó que estaba sancionado minutos antes del inicio. Dos bajas sensibles ante las que el Córdoba Patrimonio no se achantó para afrontar su duelo ante el Levante, vital para ambos en sus aspiraciones de estar en la próxima edición de la Copa de España.

Y eso que el inicio fue duro de digerir para los locales. Nada más comenzar, un balón perdido en campo propio lo convirtió Pedro Toro en el primer tanto del duelo. El punterazo fue directo a la escuadra izquierda de Cristian. La afición, todavía cogiendo asiento en Vista Alegre, intentó animar a los suyos, a los que el tanto les pasó factura. Perin probó suerte con una gran individualidad. El brasileño, minutos después, intentó una vaselina sobre Fede a la que el meta levantinista respondió a la perfección.

Con el resultado desfavorable, los blanquiverdes presionaban arriba y acumulaban acercamientos peligrosos. Sin embargo, el Levante tiró de efectividad y, en su segunda llegada, amplió su ventaja. Esta vez fue el ala Rafa Usín quien recibió el saque desde la esquina en la frontal del área blanquiverde y, con una volea perfectamente ejecutada, batió a Cristian por abajo.

Alberto Saura efectúa un disparo ante la zaga levantinista. Alberto Saura efectúa un disparo ante la zaga levantinista.

Alberto Saura efectúa un disparo ante la zaga levantinista. / Miguel Ángel Salas

Alberto Saura intentó reconectar a los suyos con un lanzamiento que obligó al meta azulgrana a estirarse. Poco después, Cristian tuvo que intervenir con una doble parada. El duelo estaba siendo equilibrado, pero la fragilidad del Córdoba Patrimonio en defensa le estaba pasando factura en el marcador. No era por no intentarlo. Sobre todo por mediación de un Shimizu que exigió a Fede en tres ocasiones consecutivas. La grada se iba calentando tras cada acercamiento local. La hora del partido era mala y se notaba, pero tanto la afición como los jugadores se fueron metiendo en el partido poco a poco.

Ni con un poco de fortuna logró marcar Miguelín. Corría el ecuador de la primera mitad y Pablo del Moral tuvo que sacar un disparo de Rivillos en la línea de gol para evitar el tercero de los visitantes. Ningún equipo se podía despistar ante el nivel altísimo de juego que había en el parqué. Ismael reventó el esférico sobre un Fede que estaba siendo un muro bajo palos. Luego tuvo que salir Cristian a tapar un uno contra uno a Maxi Rescia.

A falta de algo más de tres minutos para que los jugadores partieran hacia vestuarios, el Levante volvió a asestar un duro golpe a los de Josan González con un tercer gol. Perin perdió el balón a pocos metros de su portería ante la presión de Rafa Usín, quien efectuó una milimetrada pared con Roger que dejó al ala habilitado para marcar a portería vacía. Tras el tanto, el técnico blanquiverde apostó por el portero-jugador, pero, tras intentarlo sin cesar sobre la portería visitante, las embestidas blanquiverdes resultaron insuficientes.

Un partido totalmente distinto

La segunda mitad arrancó de la mejor manera para los locales. Shimizu, que fue el más activo de los suyos durante los primeros 20 minutos, marcó tras un disparo a la media vuelta muy bien ejecutado. Al fin lograron abrir su cuenta goleadora, aunque todavía la ventaja era notable. Por ello, los de Josan González estaban extramotivados. Eso sí, el cuadro valenciano seguía a lo suyo, defendiendo bien y teniendo ocasiones peligrosas: Rafa Usín obligó a Cristian a estirarse y, luego, el disparo de Rivillos pasó rozando el palo.

Lo intentó el Córdoba Patrimonio hasta que se encontró con el segundo gol. Fue obra de un Álex Viana que recibió un pase en profundidad de Perin y no falló ante la salida de Fede. Un minuto después, los de Josan González firmaron una obra de arte en forma de gol. Cristian salió corriendo desde su portería con el balón en los pies y se lo cedió a Ricardo Mayor, quien recortó dejando sentado al defensa y sirvió un pase de la muerte a Shimizu que el internacional japonés transformó a placer para hacer el 3-3.

Miguelín se tropieza ante la entrada de un defensa rival. Miguelín se tropieza ante la entrada de un defensa rival.

Miguelín se tropieza ante la entrada de un defensa rival. / Miguel Ángel Salas

El pabellón gritó como nunca el tanto del empate. La euforia y la rabia salieron de los jugadores y los aficionados, que estaban sufriendo en exceso con un resultado que era injusto. Con tanta emoción pasó desapercibida la entrada de Jesús Rodríguez al parqué de Vista Alegre. El capitán volvía tras su lesión de rodilla que lo tenía sin participar desde la jornada 5 de liga. Se había hecho lo más difícil, pero quedaba mucho partido y el conjunto de Diego Ríos estaba asediando la meta blanquiverde con portero-jugador. Incluso Rafa Usín estrelló el balón en el palo.

La estrategia de atacar con cinco la imitó el Córdoba Futsal a falta de seis minutos para el final del encuentro y en su primer ataque firmó una remontada épica. Estalló Vista Alegre de alegría con el tanto de Shimizu, que batió a la perfección a Fede con un tiro raso para sellar su triplete. El Levante no estaba conforme y seguía atacando sin cesar la meta cordobesista, pero ahí estaba Cristian para evitar sustos mayores.

Arengaban los jugadores cordobesistas a la afición, la necesitaban. Rubi reventó el balón en el larguero y Roger se topó con un portero cordobés muy solvente. Quedaban 14 segundos para el final del envite. Parecía un sueño improbable, pero el tiempo se agotó y la remontada era la mayor de las realidades. El Córdoba Futsal completó una segunda mitad para la historia del club que lo deja con 21 puntos y clasificado, de momento, para la Copa de España por primera vez, a falta de lo que ocurra en el resto de partidos aplazados de la primera vuelta en Primera División. Ahora todo dependerá de lo que hagan Osasuna Magna y Movistar Inter. De ellos depende que el conjunto blanquiverde pueda estar a final de mes en el Olivo Arena de Jaén. Pero por el momento, lo que estaba en su mano ya está hecho.

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