El Salerm Puente Genil se despidió de su aventura copera a las primeras de cambio tras caer en el Manuel Polinario ante el San Roque de Lepe, en el encuentro de dieciseisavos de final de Copa RFEF, un partido intenso y bastante táctico en el que pontanenses y leperos se emplearon a fondo buscando el billete para la segunda ronda.

La primera parte arrancó con más posesión por parte de los onubenses, que intentaban superar la línea defensiva local. Santiesteban, en el minuto tres, dispuso de una buena ocasión, aunque su disparo se marchó fuera. Poco a poco el Salerm Puente Genil se sacudió el dominio de los onubenses, buscando acercamientos a la meta rival a base de acciones a balón parado y faltas laterales, aunque la zaga lepera, con López dominando el juego aéreo, tampoco pasó apuros.

Fernando y Mario Ruiz lo intentaron con tiros desviados, si bien las llegadas más claras fueron centros de Joaquín y Mario Sánchez que ni Salva Vegas ni Giráldez, respectivamente, pudieron aprovechar. El respeto mutuo primó en los últimos minutos, dejando ambos equipos todo para la segunda mitad.

Tras el paso por los vestuarios, el Salerm dio un paso adelante, aunque los visitantes tampoco rehusaban el buen trato de balón, manteniéndose las precauciones. En el minuto 54 los locales tuvieron la mejor oportunidad de gol, con una jugada de tiralíneas, centro de Mario y error clamoroso de Giráldez en el área pequeña cuando solo tenía que meterla entre los tres palos.

Los dos técnicos movieron los banquillos para dar frescura a sus equipos, pero de nuevo estuvieron los de Puente Genil cerca del tanto con un cabezazo de Araiza al poste y otro posterior testarazo del mexicano arriba. En el tramo final los onubenses también merodearon con peligro la meta de Javi Romero, que tuvo que desbaratar un remate de Pablo González. Sin embargo, el jarro de agua fría llegó a cuatro minutos del final, tras una falta esquinada que acabó con la pelota suelta en el área siendo remachada a la red por Antonio López. Los leperos incluso pudieron anotar el segundo, salvado por Cubero en la línea de gol, pero no hubo tiempo para más.

Al final, desilusión entre la plantilla, cuerpo técnico, directiva y afición pontanesa, que habían depositado muchas esperanzas en una competición llave para participar en la Copa del Rey. Ahora, tendrán que conformarse con los objetivos ligueros, retos que pasan por tratar de lograr una victoria el próximo domingo, nuevamente en casa, esta vez ante el Coria.