El primer equipo de Adesal inició el miércoles la puesta a punto de cara a la próxima temporada, en la que volverá a militar en la Liga Guerreras Iberdrola. El entrenador, Rafael Moreno, y el preparador físico, Francisco Corripio, aprovecharon el estreno para dar las primeras instrucciones a las jugadoras, que durante las primeras semanas realizarán dobles sesiones de entrenamiento con el fin de llegar en las mejores condiciones al estreno de la competición.

Rafael Moreno reconoció en la comparecencia ante los medios estar “muy ilusionado, aunque ya es una sensación que tuvimos hace seis años, pero nos quedamos con el sinsabor de no mantener la categoría”. E insistía en que “nos hace mucha ilusión tener el estatus de equipo de máxima categoría representando al balonmano femenino y entiendo que es momento perfecto para consolidar el proyecto y que sea una plaza segura en la ciudad”.

Para ello, el Adesal ha confeccionado una plantilla basada en la que consiguió el ascenso a la División de Honor: “Tenemos pocas novedades en relación a la plantilla de la temporada anterior y dos de ellas son por motivos de estudio”, en alusión a las canteranas María Sánchez y Noelia García. Moreno apuntaba que “hemos traído cuatro chicas, entre las que está una ex Adesal como es el caso de Tina López, que nos van a dar experiencia a un equipo cuyo objetivo es salvarse”.

En otra alusión al trabajo de base, el entrenador del Adesal reseñaba que “esperemos que con los años vengan jugadoras de otros clubes de la provincia como el Córdoba BM, porque hay cantera y nos alegra mucho ver a jugadoras como Gema Anguita o Paula García, que son juveniles nuestras, que vayan a hacer la pretemporada con el primer equipo”.

Con la permanencia como objetivo, Moreno recuerda que “los especialistas dicen que las vamos a pasar canutas, pero confío en que seamos un equipo sorpresa”. Porque reconoce que “va a ser muy difícil, porque salimos con alfileres y con las circunstancias especiales del coronavirus, que harán que tengamos cuatro plazas de descenso”. Eso sí, quiso aclarar que “no estamos aquí por suerte”.