En El Arcángel, un árbol ornamentado y la presencia de una botella de anís y de un surtido de dulces navideños era lo único que advertía ayer que apenas quedaban dos telediarios para la nochebuena. Fun, fun, fun y todo eso.

Porque, en una tempranera rueda de prensa que pilló desprevenido a algún que otro medio, Paco demostró que aún no tiene la cabeza para turrones. No le debe gustar nada al técnico cordobés tener que volver a vivir el partido desde la grada. Y menos aún no poder ordenar a Javi Moreno, quien, junto con Guzmán, fueron los dos descartes de última hora. Dos bajas de distinta naturaleza. Si el de Silla se queda fuera por sus problemas físicos, el pacense lo hace por una "decisión técnica por las condiciones propias del choque".

Y eso que, para el del Zumbacón, la semana ha sido "complicada para elegir a quién llevar, porque todo el mundo ha trabajado con muchísimas ganas". Un privilegio por la profesionalidad demostrada.

Pero la noticia estaba tanto en los que no viajaban como en el que volvía a coger la maleta. Cristian Álvarez regresaba a una convocatoria tras un mes lesionado. Paco, eso sí, advirtió: "No está para jugar los noventa minutos y no jugará de inicio, pero puede aportar cosas importantes en una parte del partido y a balón parado".

En todo caso, Paco resumió sus pretensiones diciendo que "queremos irnos de vacaciones con una sonrisa en la cara y vamos a ir allí a ganar, como siempre". Ante sí, un Numancia que es "un equipo muy complicado de enfrentar y capaz de ponerlo muy difícil". Y que ha perdido tres partidos en casa.