Monteagudo, arréglalo tú. Así se puede tomar el nuevo técnico del Lucena el enorme desafío que le ha caído en las manos. Lo que para muchos podría ser un marrón de dimensiones colosales, para el albaceteño se ha convertido en una repentina oportunidad de arrancar a lo grande su carrera como entrenador. Y para empezar, debut con picadores contra el Poli Ejido.

Porque nunca se sabrá si la elección de Monteagudo ha sido por convicción o por necesidad, pero el caso es que la directiva ha confiado el futuro del equipo a un hombre que ha vivido desde dentro del vestuario la paulatina cuesta abajo de un equipo a la deriva. Ocho semanas sin ganar, sólo dos de los últimos 24 puntos en juego, una moral herida... Que la situación era insostenible era algo que todo el mundo entendía; que Antonio Gutiérrez había agotado su crédito, también; la decisión de apostar por Monteagudo sólo empezará a valorarse a partir de esta noche.

Aunque quizás el nuevo entrenador merezca una semana de crédito. Inmerso en una peligrosa dinámica negativa y ante la tesitura de enfrentarse en apenas cuatro días a equipos tan potentes como el Poli y el Jaén, la auténtica liga de Monteagudo empezará a partir de la próxima semana, cuando el Lucena tendrá que buscar su salvación ante los equipos con los que pelea por escapar de la zona de peligro.

Pero despreciar el partido ante los almerienses sería un lujo inasumible para un Lucena que tras el contundente 3-0 de Marbella se ha quedado solo en el puesto de promoción con unos 31 puntos que pesan como una losa. El Poli es tercero con 55 puntos y tiene un pie en la fase de ascenso, pero está en esa fase llana de su preparación. Cuatro empates en las últimas seis jornadas hacen que los celestes sean un equipo duro, pero vulnerable en un punto de la temporada en el que carga pilas para retos mayores.

¿Hará Monteagudo una revolución? De momento, el técnico quiere tener a toda la plantilla en tensión, y esta mañana dirigirá una última sesión previa al encuentro. Con las bajas de Sergio Bustos y Cabello, pero con la recuperación de Lanza y Velasco, se espera que el estreno del técnico traiga un aire más ofensivo. Por cierto, éste último se examinará ante su afición tras conocerse su acuerdo con el Cádiz, aunque los goles serían la mejor forma de evitar el debate. Su presencia en la punta de ataque junto a Julio Pineda puede representar toda una declaración de intenciones para un hombre que tiene una ocasión única de demostrar que más sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena.