Ley Concursal sí o sí
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Tras hacer "todos los esfuerzos posibles e imposibles por no llegar a esta situación", Salinas argumenta que "estamos en buenas condiciones para hacer una tarea viable y que el Córdoba pueda salir adelante"
El consejo de administración del Córdoba aprobó ayer la presentación de la declaración voluntaria para acogerse a la Ley Concursal, el clavo ardiendo al que se agarra la entidad para disponer de liquidez de forma inmediata y renegociar la deuda (7 millones de euros a día de hoy y 8,5 en las previsiones a 30 de junio) a medio y largo plazo. La documentación que se llevará en los próximos días al juzgado de lo Mercantil recoge una drástica reducción del presupuesto para la temporada que viene, que pasará de 8,5 a 6 millones dentro del estricto plan de viabilidad proyectado por un club ahogado en el aspecto financiero.
Dicho plan, ideado por la directiva anterior con Rafael Campanero a la cabeza, fue pulido por Javier Zubillaga, director deportivo hasta el pasado mes de febrero. Porque la mayor partida se la lleva una plantilla muy costosa por los elevados contratos heredados de cursos recientes. El objetivo para el ejercicio 2011-2012, dando por sentada la permanencia del Córdoba en Segunda, es ingresar 6 millones de euros y gastar sólo 5,3; los 700.000 euros restantes irían destinados a los acreedores para ir limando la deuda poco a poco. En el apartado de ingresos se cuenta con 2,7 millones por derechos televisivos y 1,3 por esponsorización, y en los 2 millones restantes (básicamente por abonos y entradas) tendrá mucho que decir una afición que ha ido perdiendo interés por un equipo habituado a salvarse año tras año con más pena que gloria.
El concurso de acreedores dibuja un panorama enigmático que el club siempre ha negado como solución... hasta ayer. Según el presidente, José Miguel Salinas, "estamos en buenas condiciones para hacer una tarea viable y que el Córdoba pueda salir adelante. Vistos otros concursos por ahí, creo que estamos en unas condiciones bastante mejores, dado el contenido global de la deuda, para poder hacerlo". "El problema es de tesorería. En el concurso la Ley te obliga cuando no puedes hacer frente a tus pagos ordinarios, debas uno o cien millones", aclaró el dirigente, resignado porque "es lo que nos ha tocado vivir, tener que estar acostumbrados a navegar en aguas mejores y en aguas peores".
Salinas justificó la decisión por las trabas económicas de los últimos meses, asegurando que "hemos hecho todos los esfuerzos posibles e imposibles por no llegar a esta situación". Pero "en una sociedad cuyos ingresos son tan rígidos como los de un club de Segunda A, que rondan los 6 millones o 7 en el mejor de los casos, la solución no puede venir de un incremento de ingresos autónomo. O se produce una aportación del accionista (José Romero), que en este caso no se puede producir; o se produce el apoyo de entidades financieras, que hace tiempo que han dado la espalda al mundo del fútbol, o bien entra un nuevo accionista. En todos los campos hemos batallado durante todo este tiempo, y en ninguno hemos obtenido satisfacción. Si no tenemos ninguna de las vías por las que se puede aportar recursos extraordinarios al presupuesto del club, la única vía libre, ahora que podemos porque estamos a tiempo y con una deuda controlada, es ir a la Ley Concursal". No obstante, la medida puede ser "reversible" y con ello volver a "la normalidad" si entra un nuevo accionista o si el dueño encuentra "recursos" que aportar. Mientras tanto, "tenemos que trabajar como si aquí ya no hubiera ninguna posibilidad de ingresos extraordinarios".
El presidente matizó que "cuando la declaración es voluntaria, las cuentas están auditadas y estamos en una situación de bastante transparencia, los administradores normalmente tienen que fiscalizar las decisiones que toman los gestores del club". No se trata de un concurso "más complejo", en el que en vez de administradores hay interventores, por lo que "la normalidad indica que la gestión sigue en manos del club y tenemos que ser autorizados en los gastos de un presupuesto hecho por nosotros y aprobado por ellos".
Hacienda, Seguridad Social... Los acreedores afrontan ahora un escenario diferente, en el que habrá que renegociar las cantidades pendientes. Distinto es el caso de la plantilla, "el colectivo que ha estado más en el vaivén de estos últimos meses". En la reunión de ayer, el rector blanquiverde se comprometió a "tenerles informados con bastante asiduidad de los pasos que vayamos dando".
El despacho que está llevando "la estrategia jurídica" a seguir "tiene bastante claro" que el Córdoba no puede descender por la vía administrativa, pues a pesar de la reforma en ciernes "tenemos que tener presente la ley que está en vigor". "El concurso paraliza todas las exigencias de embargos y de pagos que te pignoran y dificultan el funcionamiento del club. No hay ningún problema de descenso. El problema viene siempre por el tema deportivo. El Albacete tiene un concurso muy complicado, porque debe prácticamente el doble que el Córdoba y tiene menos presupuesto que nosotros. Entonces, hacer un convenio de acreedores es complicado. Pero el problema gordo del Albacete es que tiene 28 o 29 puntos, ése es el problema gordo que tiene. Como no salga de ahí, no hay plan ni hay convenio ni hay nada. Nosotros manteniendo la categoría, como previsiblemente vamos a hacer, no vamos a tener ningún problema", apostilló.
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