El mundo del fútbol ofreció ayer un merecido y caluroso homenaje a José Santiago Murillo, presidente-delegado de la Federación Cordobesa de Fútbol desde 1981 y que el pasado mes de junio cedió el testigo a Pablo Lozano. En un acto celebrado en Torre de la Barca, el dirigente de Posadas, de 68 años, estuvo acompañado por el presidente de la RFAF, Eduardo Herrera, junto a otros muchos compañeros, ex compañeros y amigos de todos estos años de dedicación al fútbol. Una pasión que ha sido su vida durante los últimos 35 años. Ahí es nada.
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