La jornada 20 del Grupo D de la División de Honor Plata femenina dejó un sabor agridulce para los equipos cordobeses. La buena noticia es que el Itea Córdoba ganó este domingo al BM Parla (36-27) y logró sumar su segunda victoria consecutiva. No hubo tantas buenas sensaciones por parte del Deza CBM, que no fue capaz de medirse a un Sanse que pasó por encima de las granates (32-24). 

Tras cosechar tres derrotas consecutivas, el Itea Córdoba terminó con su mala racha superando al Universidad de Granada (31-25) en el último partido de competición liguera que disputaron, por lo que este duelo en el pabellón de la Fuensanta podía permitirles dar ese golpe sobre la mesa que las siga manteniendo en los puestos altos de la clasificación. Y lo dieron, y eso que las fuensantinas llegaban con seis bajas en su plantilla y sin portera, comprometida posición que ocupó Irene García.

Pese a competir con solo ocho jugadoras, salvo al término del primer parcial (2-4), estuvieron siempre por delante en el marcador. Se marcharon al descanso con un abultado 18-12. Una renta de seis goles de ventaja que no solo mantuvieron, sino que fueron ampliando a base de efectividad en ataque y solvencia defensiva para dejar el marcador cerrado en un contundente 36-27 con Ángela Ruiz como protagonista por sus 11 goles marcados.

Por parte del Deza CBM, las cajistas no pudieron repetir las prestaciones ofrecidas la semana pasada en su victoria ante el Leganés (21-28). Esta vez cayeron ante un Sanse que lucha en la zona media de la clasificación, en un partido en el que casi no tuvieron opciones de puntuar desde los primeros compases del mismo, que dejó un primer parcial de 4-1 para las madrileñas. El cuadro granate, estuvo en desventaja durante todo el partido, aunque los tantos de Ariadna Vázquez mantuvieron a las suyas en el marcador por un tiempo.

Luego, la diferencia empezó a dispararse, hasta el punto en el que las madrileñas doblaban a las de Mario Ortiz en el marcador (12-6). Un Ortiz que pidió tiempo muerto, pero a su equipo no le cambió la cara. Apenas llegó a las ocho dianas en la primera mitad y ello cercenaba mucho cualquier opción de rascar algo en una pista tan complicada.

Pese a que la segunda parte arrancó de nuevo con primer gol del Deza CBM, obra de la debutante Miriam Egea, cualquier atisbo de remontada desapareció con un parcial de salida global de 6-2, con Alba Fidalgo -máxima realizadora del envite con 9 dianas-, haciendo mucho daño en ataque. La renta se disparó entre los diez y doce goles, como reflejaba el electrónico a ocho minutos del final (30-18). La lógica relajación local y algo más de acierto de las cordobesas provocó un parcial que dejó el 32-24 definitivo.