Froome hace historia con el asterisco del dopaje
ciclismo
Aún se espera la resolución de su positivo en la Vuelta de 2017
El británico Chris Froome se coronó en Roma como un nuevo emperador del ciclismo igualando la consecución de las tres grandes vueltas de forma consecutiva de leyendas como Eddy Merckx o Bernard Hinault e ingresando, además, en el club de los siete corredores que tienen en sus vitrinas los títulos del Tour, Vuelta y Giro, si bien en su caso hay un asterisco por su positivo por salbutamol en la ronda española de 2017, aún pendiente de resolución.
Tanto honor de Froome podría saltar por los aires si el Tribunal Antidopaje de la UCI pone el pulgar hacia abajo y decreta sanción por aquel positivo del 7 de septiembre en la ronda española. Mientras el líder del Sky saborea su éxito "con la conciencia tranquila y nada que temer", el debate se extiende tras sus exhibiciones en el Giro ante el lento proceder de la justicia deportiva en este caso.
En un Giro marcado por los hundimientos de ilustres corredores, como Esteban Chaves, Thibaut Pinot, Fabio Aru o el mismo Simon Yates, líder durante 13 días, la resurrección de Froome en la etapa del Zoncolan y su hazaña en Bardonecchia, con un ataque en el Colle delle Finestre a 80 kilómetros de meta, alimenta los comentarios teñidos de sospecha. Para algunos, como el holandés Tom Dumoulin, segundo clasificado, Froome no tenía que haber tomado la salida en el Giro. Su opinión no es aislada, pues muchos la comparten, pero agarrado al reglamento y en defensa de sus intereses el propio Froome y el Sky defenderán su inocencia hasta el último resquicio jurídico.
Mientras tanto, el mundo del ciclismo da que hablar con un caso que se perpetúa en el tiempo, sin hacer ningún favor a un deporte ya muy desgastado por el dopaje y que proyecta una imagen de falta de solución para un caso de positivo que dobló el nivel de lo permitido, protagonizado por el ganador de la Vuelta 2017.
Pero los organizadores de la carrera transalpina lo tienen claro. "Si Froome gana el Giro, el resultado no será eliminado como le pasó a Alberto Contador. Él nunca dio positivo en el Giro y el Tour 2011, pero perdió ambos resultados. No es coherente", dejó claro antes de empezar el Giro el director de la carrera, Mauro Vegni,
Froome salió de Roma con la maglia rosa y ya apunta al amarillo en París el último domingo de julio. Pero la pregunta flota en el aire: ¿tendrá el Tour la misma complacencia con el líder del Sky si no se conoce la resolución antes de la salida? Durante la pasada París-Niza, Christian Prudhomme, director del Tour, dijo que los retrasos en el caso Froome eran "completamente grotescos" y pidió a la UCI que actuara.
Será en principio la UCI quien deba tomar la decisión que tanto se retrasa. Su presidente, el francés David Lappartient, dijo en su día que esperaba la resolución antes del Giro e incluso reconoció "presiones" para que así fuese, pero también expuso "aspectos técnicos" que obligaban a seguir el procedimiento.
Con el Giro ya en la historia, ahora queda el suspense del auténtico ganador. Los despachos trabajan, un sector de los aficionados miran la hazaña de Froome con incredulidad, otros disfrutan de sus exhibiciones y el ciclismo, por su parte, no es capaz de resolver un caso que data de septiembre de 2017. Froome sigue sonriendo y apunta ya a su quinto Tour, que sería el cuarto consecutivo. En la historia ya tiene un sitio junto a Jacques Anquetil, Felice Gimondi, Eddy Merckx, Bernard Hinault, Alberto Contador y Vincenzo Nibali, siempre y cuando la justicia deportiva no se lo niegue.
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