"Hay Fede Vico para rato"

Fede Vico es el benjamín de la plantilla. Sus 17 años y los 19 de Taira todavía encierran alguna travesura, como aquel día que arrasaron con el minibar del hotel de Gerona. Aunque suele aislarse en los viajes, Federico Vico Villegas (Córdoba, 4-7-1994) es uno más en el vestuario blanquiverde. Su zurda es un cañón y cualquier chaval de su edad ni siquiera proyecta su situación: está cerca de hacer historia jugando al fútbol. Y rodeado de su gente. Por eso sonríe así.

-Todavía no es mayor de edad y el domingo puede sumar 25 partidos de Liga con profesionales. ¿No va demasiado deprisa?

-Yo creo que es bueno acumular partidos, y estoy muy orgulloso de ello. La edad no significa nada. Con 17 años, ¿por qué no puedes jugar 25 partidos o los que sea? La edad no es un impedimento para nada.

-Alcaraz le hizo debutar con 16 años, en El Arcángel y frente al Girona. Sólo fue un encuentro, pero ya se asomó al mundo. ¿Cómo recuerda el primer contacto con los mayores?

-Estaba muy nervioso. Era un entrenamiento por la tarde. Llegué del colegio y mi padre me dijo que tenía que ir con el primer equipo. Me puse nerviosito, nerviosito. Ese día no comí. Llegué al vestuario y era muy tímido, muy tímido. Después, cuando pisé el campo, ya me apoyaron como a uno más. Ya fue todo rodado.

-¿Cuál fue el primer consejo de Lucas que se le quedó grabado?

-Lo primero que me dijo fue niño, como en casa. No te preocupes. Tú, suelto, suéltate. El primer consejo que me dio es que no hiciese lo mismo en el área contraria y en la mía.

-Acabó la temporada cayendo ante el Espanyol en la Copa del Rey de juveniles. Amén de usted, en esa quinta (Sillero, Bernardo...) hay madera.

-Últimamente están saliendo buenos jugadores de la cantera. No sólo Sillero, Bernardo o yo; hay gente como Ismael, que se está entrenando con el primer equipo, gente que viene de atrás, rinde bien en su categoría y puede dar mucho de que hablar.

-Meses después se vio con los mayores en Cornellà. Vaya cambio.

-Sí, es un cambio muy grande. Fue muy diferente, aunque con el mismo final: caímos eliminados. Fue una pena. Me impresionó más jugar con los grandes (ríe).

-Paco Jémez ha ido limando sus defectos para sacar su mejor versión en la segunda vuelta. ¿Se le hizo larga la espera?

-Yo estaba trabajando en los entrenamientos y sabía que iba a tener una oportunidad. A lo mejor fue un poco tarde, pero así lo decidió el míster. El día que me dio la oportunidad, creo que la aproveché. Poco a poco he ido limando defectos y haciéndome un sitio en el equipo.

-El técnico siempre está muy encima de usted en los entrenamientos. ¿Qué le ha enseñado principalmente? ¿Por dónde le orienta?

-Quizá por ser el más pequeño, siempre está encima de mí, siempre está dándome consejos. Porque sabe que soy joven y todavía puedo corregir los errores. Eso es de agradecer, se lo agradezco a Paco. Siempre todos los entrenadores me han dicho que en defensa tengo que mejorar, y lo entiendo; creo que lo estoy haciendo poco a poco. Estoy mejorando en defensa. De medio campo hacia delante tengo que ser yo mismo, y en defensa aplicarme un poco más.

-Luego están los veteranos: Gaspar, López Garai, Pepe Díaz... Tiene buenos maestros ahí.

-Son unos fenómenos los tres. Gaspar es el capitán, López Garai es un hombre de vestuario total y Pepe Díaz, como ellos, siempre está dándome consejos. También me meten caña de vez en cuando para que yo vea que todo no es de color de rosa. Que te den un palo de vez en cuando es bueno. Siempre me están aconsejando.

-Usted es talento puro. En ese sentido, ¿Borja García es el mejor jugador del equipo?

-Para mí, técnicamente Borja y López Silva son algo grandioso. Son dos fueras de serie. Borja es más desequilibrante, más determinante arriba, pero López Silva es pura calidad, belleza... Me encanta.

-¿Usted es más de izquierdas o de derechas? Se lo digo por si prefiere jugar a pie cambiado...

-(Ríe) Política, no... No lo sé, depende del partido. Se puede ver raro, pero hay partidos en los que me veo mejor en la derecha. No sé si es por el lateral, no sé. Si el partido está más abierto, a lo mejor me gusta más jugar por la izquierda para llegar y centrar, y si el partido está más cerrado me gusta recortar y pegarle. Depende.

-Ha jugado en 23 jornadas y lleva dos golitos. ¿Qué balance hace?

-El balance es positivo, muy positivo. Respecto al año pasado ya llevo un gol más que en la División de Honor, es curioso (ríe). Nunca he sido goleador; más bien, el año pasado no metí nada. Con la selección española maquillé un poco los números... El balance es positivo.

-Prácticamente no ha pasado por Tercera. ¿Cómo ha llevado el salto de juveniles a Segunda?

-Muy bien. Creo que ha sido beneficioso para mí, porque por mis cualidades y mi forma de jugar, la Tercera no me va. Me pega más la Segunda, con más espacios, más técnica, más velocidad de juego...

-Ahora está disfrutando. En lo personal y en lo colectivo.

-En lo personal estoy... Mi familia, yo... No paramos de hablar de fútbol, fútbol, fútbol... Estoy muy contento, muy ilusionado. Es un sueño para mí estar aquí casi todos los domingos, escuchar a mi gente, a mi ciudad... Cuando cantan mi nombre es algo grandioso. En lo colectivo he conocido a un grupo de gente maravilloso y me encuentro muy partícipe de lo que estamos consiguiendo. Podemos hacer algo grande este año.

-¿Cómo explica que un equipo con unos mimbres tan modestos tenga el play off en la mano?

-El factor principal es la humildad que tenemos. Con la humildad y el trabajo hemos conseguido lo que hemos conseguido y podemos conseguir lo que está por conseguir.

-No se les puede escapar: al Celta le vale el empate y al Córdoba, también.

-Nos vale el empate, pero nosotros tenemos que salir allí a jugar bien y a intentar ganar, porque si vas a por el empate, puedes perder.

-Vista la celebración por la victoria ante el Murcia, ¿se imagina El Arcángel en la fase de ascenso?

-(Resopla) Si lo pasé mal contra el Murcia, imagínate en el banquillo en el play off. A más de uno le daría un infarto; y más, a mi padre (ríe). Mi padre sería el primero.

-Para un cordobés, y de 17 años, vivir un ascenso a Primera con el equipo de su tierra debe de ser muy grande.

-Grandioso. Grandísimo. Todo el mundo me lo comenta. En mi primer año como profesional o semiprofesional, subir a Primera sería impresionante.

-¿Tiene preferencias con los rivales en la fase?

-Yo no me fijo en el rival. Si toca jugar contra el Valladolid, contra el Valladolid; si toca jugar contra el Alcorcón, también. Jugando como nosotros sabemos, no creo que haya problema.

-El pasado verano renovó hasta 2016. ¿Ve conveniente dar el salto a otro equipo, a otra cantera, o tenemos Fede Vico para rato?

-Hay Fede Vico para rato. Yo estoy muy contento aquí. Me han tratado muy bien, tengo cuatro años más de contrato y, por ahora, pienso cumplirlos.