Como aquel día con Paco
El Córdoba sólo ganó una vez y empató dos en 9 visitas a Balaídos en 40 años
Hay dos resultados que le dan al Córdoba la certeza de seguir compitiendo en este curso 11-12. O gana, como ha hecho dos veces en sus nueve visitas a Balaídos desde 1972 -el año que se despidió de Primera, por cierto-, o empata, como aseguran el resto de los implicados en el ascenso que harán los blanquiverdes, principalmente porque al Celta también le viene perfecto este resultado para coger la línea directa a la máxima categoría. Sólo dos veces salió el conjunto blanquiverde con la equis en el marcador del estadio vigués. La primera de ellas en la Liga 77-78, en Segunda, en un pleito soso que terminó sin goles. De la segunda hace menos. Fue hace exactamente cinco años, en la jornada 1 del campeonato 2007-08. El Celta acababa de desplomarse después de unos años espectaculares, con una participación en el máximo torneo continental justo antes del batacazo. El Córdoba tenía aún pegado al cuerpo el olor de la Segunda B, de la que había salido después de dos tortuosos años y una tarde de gloria en El Alcoraz de Huesca. En el banquillo blanquiverde se estrenaba como profesional un exfutbolista de gran reputación, internacional absoluto y todo un ídolo del cordobesismo en su época de jugador. Se llamaba, se llama, Paco Jémez.
Aquel día, el Córdoba logró sacar un punto con más valor sentimental que clasificatorio. Los hombres de Hristo Stoichkov se adelantaron en el 84 con un gol de Cannobio pero el brasileño Arthuro, tres más tarde, puso las tablas para el Córdoba.
En los dos años siguientes, los cordobesistas se encontraron al Celta pasando un mal momento... y en ambas ocasiones perdieron por idéntico resultado: 1-0. En 2009, con los celestes metidos en un bache de 12 partidos sin ganar y flirteando con la zona de descenso, lo hicieron con un gol de Ghilas en un encuentro horroroso. En el siguiente, con el Celta igualmente titubeante, decidió un gol de Joselu.
Uno de los mejores recuerdos para el Córdoba en sus cruces con el Celta se sitúa en la temporada 2004-05, la del cincuenta aniversario de la fundación del club, una efeméride que el equipo se empeñó en festejar de un modo estrambótico. Después de haber cuajado una de las peores primeras vueltas de la historia de la Segunda División (7 puntos sobre 54 posibles, una sentencia de muerte asegurada), el Córdoba se dedicó a remontar posiciones tras realizar modificaciones drásticas en su estructura. Aquel día, el equipo venció por 0-1 al cuadro olívico con un gol materializado, de penalti, por el argentino Cristian Álvarez, que comenzaba a forjar la leyenda que le valió para firmar un tiempo después, cuando el club retornó desde la Segunda B, un sustancioso contrato.
En su última visita a Balaídos, en la jornada 3 de la Liga pasada, el Córdoba jugó uno de sus partidos más completos con Lucas Alcaraz. Arteaga y Charles dieron esperanzas, pero en el tiempo de descuento firmó su doblete David Rodríguez, que había sido pretendido por el club durante el verano y rechazó el ofrecimiento.
También te puede interesar