España y Brasil, las decepciones

Brasil y España encaraban el Mundial en el peldaño más elevado de los favoritos, pero fueron las grandes decepciones. España dejó el torneo de forma prematura. Completó una más que discreta actuación y batió su récord histórico al ser eliminado tras perder frente a Holanda (1-5) y Chile (0-2).

Brasil, aun sin convencer, progresó. Con un fútbol que no gustó a nadie, se amparó en Neymar para pasar la primera fase, sobrevivir en octavos a Chile y en cuartos a la pujanza de Colombia. Pero la lesión del barcelonista resultó letal y la Canarinha fue un juguete roto en manos de Alemania (7-1).

Hundida, cayó también en el partido por el tercer puesto ante Holanda (0-3). Con Scolari, que la hizo campeona universal en 2002, ya destituido. Si en España se habla de renovación paulatina, en en el anfitrión se antoja imprescindible una reconstrucción total.

Otros dos campeones del mundo, Italia e Inglaterra, sucumbieron ante la sorprendente Costa Rica y la luchadora Uruguay. No obstante, la sensación de fracaso es mayor en la Azzurra, que había levantado expectativas. Ni supo ni pudo con Costa Rica y Uruguay y el subcampeón europeo se despidió de forma prematura, igual que Inglaterra, si bien ésta esbozó un futuro esperanzador.

Portugal fue la otra gran derrotada. Con Cristiano Ronaldo en deficiente situación física, los lusos comenzaron mal ante Alemania (4-0) y no tuvieron argumentos para recuperarse.

La anfitriona del próximo Mundial, Rusia, también cayó en la fase de grupos. Fabio Capello no supo aprovechar un grupo bastante accesible que lideró Bélgica y en el que la superó también Argelia.

En menor medida cayó inesperadamente a las primeras de cambio Croacia, bronce en Francia 98. Con Modric y Rakitic, cedieron ante Brasil y México y sólo ganaron Camerún, a la postre fue el peor equipo de la competición.