Un Elche azul y grana

¿Se acuerdan de aquel tostón ante el Elche, aquel 0-0, aquel monumento al antifútbol? Equivócate tú, que a mí me da la risa... Una prueba de ese corte volverá a vivirse hoy en El Arcángel, donde el Córdoba recibe a un Huesca hosco, ingrato y solvente a domicilio. De hecho, el conjunto aragonés ha vencido en sus dos últimas salidas, y no precisamente en campos asequibles (Chapín y Mini Estadi). Mientras, el CCF se debate entre la firmeza defensiva y las limitaciones ofensivas, nadando entre dos aguas. Con ese estilo lleva seis semanas sin perder y cuatro sin ganar, lo que se traduce en cuatro puntos consecutivos en duelos parejos con el Numancia, el citado Elche, el Tenerife y el Nàstic. Un botín curioso para algunos, migajas para los que aspiran a ascender. Que los hay, y muchos.

José Miguel Salinas ha hablado esta semana, en la que se han inaugurado dos peñas cordobesistas (Sultanes del Arcángel y El Cerro), de que la afición debe dar un paso al frente, demostrar que es ambiciosa. Habla de 15.000 socios para plasmar las ansias de grandeza, recogidas en los presupuestos del ejercicio en curso: el consejo cuenta con taquillas jugosas en la fase de ascenso, la que disputarán entre el tercero y el sexto en el mes de junio. Si no, habrá que recular o ponerse en manos de inversores auxiliares. Un mínimo sector de la grada dictó sentencia tras la reacción del Tenerife (del 2-0 al 2-2) al solicitar la cabeza de Alcaraz, una medida desproporcionada a todas luces. Pero muchos más se quedaron en casa en el duelo con el Racing, lo que enojó al presidente. El cordobesismo anda de uñas con una racha que refleja la solidez del equipo, pero al mismo tiempo evidencia su falta de lucidez.

El Huesca es cualquier cosa menos un amigo, y no hablamos de las broncas de 2007. Es la horma del zapato blanquiverde, un bloque que sólo ha marcado en cuatro de las diez jornadas pero que lleva tres semanas con la puerta a cero. Y el Córdoba no se siente cómodo, precisamente, llevando la iniciativa. Como dijo Jorge Luque con palabras polémicas por su crudeza, los fiascos ante el Rayo, el Celta -jornadas 2 y 3- y el Tenerife provocan "miedo a perder", recelo excesivo, falta de arrojo. Y así pasan las semanas, sin ganar ni perder...

Lucas ya tiene su grupo de confianza y por eso ha repetido la convocatoria de Tarragona -sigue fuera Juanmi Callejón, amén de Richy, Dañobeitia, Cabrera y los lesionados Jonathan Sesma y Gaspar-, sin pensar aún en la Copa. Se vislumbra un solo cambio en el once, aunque significativo: Díaz de Cerio por Pepe Díaz, mermado física y anímicamente por la muerte de su abuelo. Los que hay saben a lo que juegan, pero tienen que ofrecer más porque empatar (tanto) vale poco.