Fútbol Sala
  • El pívot cordobés decide dejar el fútbol sala a nivel profesional para estar cerca de su familia y sus amigos

Dani Aranda, el adiós de un guerrero todoterreno

Dani Aranda posa para 'el Día' con las camisetas de sus equipos. Dani Aranda posa para 'el Día' con las camisetas de sus equipos.

Dani Aranda posa para 'el Día' con las camisetas de sus equipos. / Juan Ayala

Dani Aranda decidió esta pasada semana poner el punto y final a su carrera profesional en un deporte, el fútbol sala, que le ha dado muchas alegrías y algún que otro disgusto. A sus 32 años –cumplirá los 33 el 17 de agosto–, el pívot cordobés necesitaba "volver a casa" con su familia y sus amigos tras seis años de un lado para otro, como ha explicado a el Día. No obstante, no lo podrá dejar del todo porque es su "pasión" y el Decorséneca, donde tiene muchos amigos, puede ser su próximo destino.

En edad cadete decidió cambiar el fútbol por el fútbol sala. "Estaba antes en el Don Bosco y me cambié a fútbol sala al Salesianos. En juveniles ya salí a Adecor y luego estuve en otros equipos de la provincia", relata sobre los inicios de su carrera. "Después de los cinco años del Itea Córdoba, me fui a Ceuta, dos años en Mengíbar, estuve en Italia y este año en Benavente. Ya está bien, no tanto ir de un lado para otro", comenta el pívot cordobés sobre su trayectoria.

Ahora ha decidido dar un paso al lado y ha sido complicado porque le gusta mucho un deporte que es su "pasión". "Lo he pensado mucho, pero creo era el momento. Este año último con la lesión de la rodilla no tuve un año bueno, pero después de seis años fuera necesitaba estar cerca de los míos, de mi familia, de mis amigos y estar aquí", apunta.

Aunque ha llegado el momento de decir adiós a un nivel profesional, este guerrero todoterreno se queda "con muchas cosas deportivas, pero sobre todo con la cantidad de gente que me llevo de un lado para otro". Tras anunciar su retirada en redes sociales, tuvo "una cantidad de comentarios de todos los sitios" en los que ha estado, de gente que se lleva "para todo la vida". "Lo deportivo, un año se te da mejor y otro peor, pero lo que te llevas son las amistades por encima de todo", dice.

Una de las experiencias más importantes para Dani Aranda fue el paso por el Itea Córdoba, el actual Córdoba Patrimonio de la Humanidad, donde fue capitán y estuvo cinco años. "Me acuerdo de esa primera reunión que tuve hace ya muchos años con José García Román, el presidente del club, y no me lo pensé. Desde provincial es muy bonito porque ves donde está el club, cómo va creciendo, afianzado ya en Primera División y saber que yo desde el nacimiento he estado ahí", por lo que se muestra "muy contento tras disfrutar de los ascensos a Tercera, Segunda B y Segunda División".

Dani Aranda posa para 'el Día' con las camisetas de sus equipos. Dani Aranda posa para 'el Día' con las camisetas de sus equipos.

Dani Aranda posa para 'el Día' con las camisetas de sus equipos. / Juan Ayala

Aunque Dani Aranda tiene en el recuerdo el no seguir formando parte del Córdoba Futsal: "No puedo engañar a nadie. Claro que hubiera sido bonito. El equipo de tu ciudad, el equipo donde desde el principio has estado y está en Segunda y conseguir el ascenso a Primera, claro que hubiera sido bonito, pero si es cierto que todo pasa por algo".

"Estoy muy orgulloso de donde he estado, donde he llegado, cómo lo he disfrutado y si no ha sido es que no ha estado para mí", reconoce el pívot cordobés. "Por supuesto que me alegro mucho y sobre todo por los hermanos Leal (Manu y David), que son como mis hermanos, así que me alegro por ellos. Si no he estado yo, es que no estaba para mí", reitera.

Actualmente, en el Córdoba Futsal siguen Jesús Rodríguez y Cristian Ramos que son "dos amigos" suyos. "Me alegro por ellos pero el deporte sabes cómo es, el equipo va creciendo y es una pena porque creo hay jugadores cordobeses para hacer un equipo para pelear por los puestos de arriba. Se va perdiendo esa esencia, pero mientras ellos estén tenemos nuestro punto cordobés ahí, que son los dos capitanes y espero que tengan mucha suerte este año los dos", afirma.

Por otro lado, Dani Aranda reconoce que "Córdoba siempre ha sido una ciudad de toda la vida de fútbol sala". "Tiene mucha cantera, colegios, escuelas y un referente así siempre viene bien porque sábado tras sábado veía los partidos y veía el pabellón lleno, con muchos niños y aficionados, y eso hacía falta".En el recuerdo tiene también grabado la eliminatoria de ascenso a Primera División disputada ante el Córdoba Futsal.

Dani Aranda formaba parte del Mengíbar en el cruce que dio el ascenso a la élite a los blanquiverdes. "Para mí fue muy bonito de llegar a dos finales de play off, aunque tuve la mala suerte de no lograr el ascenso. Ese año, en Mengíbar, un pueblo de 10.000 habitantes y fue muy bonito. La final contra Córdoba, todos eran amigos míos. Salí a Vista Alegre a calentar y vi el pabellón lleno y fue bonito y duro a la vez", apunta. Además, añade que "toda esa semana estuve malo de los nervios". "Esto es deporte, le tocó la cara a ellos, pero estoy súper orgulloso", afirma tras recordar ese pasaje que forma parte ya de su trayectoria deportiva.

Dani Aranda posa para 'el Día' con las camisetas de sus equipos. Dani Aranda posa para 'el Día' con las camisetas de sus equipos.

Dani Aranda posa para 'el Día' con las camisetas de sus equipos. / Juan Ayala

En su carrera, en la que ha estado en clubes como Itea Córdoba, África Ceutí, Mengíbar o Atlético Benavente, Dani Aranda también decidió emprender la aventura fuera de España. Lo hizo en Italia, ya que "una vez en la vida tienes que vivirlo". "Tuve la suerte de irme, pero me pilló la época mala del covid y no la pude disfrutar entera", reconoce.

Ahora deja su etapa profesional, aunque no puede dejar su deporte favorito del todo: "Sí, estaba esperando esta pregunta. No puedo pasar del 0 al 100. Mi pasión es el fútbol sala y no puedo cortarlo rápido". "A nivel profesional lo dejo, pero en breve habrá alguna noticia con algún club aquí cercano", reconoce un Dani Aranda que quiere cambiar su vida. No obstante, "la puerta del Decorséneca está ahí y se han portado muy bien conmigo". A todo ello se une que en esa entidad hay muchos amigos: "Es una cosa que llama la atención, que está Lolo (Jarque), Huguito, Chino, Castellanos de entrenador y es lo que me llama la atención".

Una vez que deje de saltar a la pista de forma definitiva, Dani Aranda, todo un guerrillero todoterreno, se centrará en la formación: "Siempre me ha gustado la labor de los banquillos, pero siempre para los niños. Siempre he dicho que los chicos para mí". "No es una pasión mía entrenar a personas mayores porque soy una persona de mucha guerra. Mejor los chiquillos, para contarle mis experiencias. Eso es lo que más me gusta a mí", asegura.

Tras vivir una temporada complicada en el Atlético Benavente por una lesión de rodilla, Dani Aranda reconoce que "se pasa muy mal" el seguir todo desde fuera. "El día a día te lo comes tú mismo. Ver entrenamientos y tú recién operado, quieres estar detrás de la pelota y se pasa mal". "Cuando pasé por quirófano, tuve mala suerte, pero en Benavente me trataron muy bien", afirma el pívot cordobés que apunta que tienes que "tener fuerza mental para volver lo antes posible".

También deja un mensaje muy claro a la afición de Córdoba, a la que le pide lo que le "sale del corazón. Que sigan apoyando al equipo de la tierra, que el club está creciendo y se está afianzando en Primera División". Por ello, tienen que seguir y que "cada sábado llenen Vista Alegre, vayan de corazón a animar y den el cien por el cien en la grada como los jugadores lo darán en la pista por el club". Así es Dani Aranda, todo un guerrero con un gran corazón.

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