Cuentas pendientes

El del Betis no es un partido cualquiera. Y este año, más. Al interés meramente futbolístico que encierra el duelo con el rival con más solera de la categoría se unen varios aditivos extradeportivos que ponen picante a un derbi muy especial. Todo comenzó en verano y a día de hoy, a finales de año, persisten varios interrogantes.

El Córdoba ultima una compleja operación de venta del paquete de acciones mayoritario, en poder de José Romero. En las oficinas del club llevan con sigilo las negociaciones con los posibles inversores porque existen cláusulas de confidencialidad, aunque ha trascendido un apellido italiano: parece que la familia Gaucci, con experiencia en el Calcio a través del Peruggia o el Genoa, está a punto de hacerse con las riendas de la sociedad anónima deportiva, integrada en el Grupo Prasa, a través de la adquisición de en torno al 80 por ciento de las acciones. Se habla de que Alessandro Gaucci asumiría las riendas de la dirección deportiva en detrimento de Javier Zubillaga y reforzaría la plantilla con entre dos y cuatro altas en el mercado invernal, de que Lucas Alcaraz seguiría en el banquillo, de que Romero desea que José Miguel Salinas y Antonio Prieto se mantengan en la cúpula... Meras especulaciones que en principio se resolverán a mediados de la semana que viene. Como apuntó Salinas al término del partido ante el Recreativo el pasado sábado, la resolución del proceso debe llegar "antes del parón navideño, inevitablemente antes de 15 días".

Alcaraz, centrado en el balón, se limitó a decir ayer que "es normal que la gente pueda comentar, pero nosotros no podemos hacer más que un comentario, como podéis hacer vosotros (los periodistas) fuera de micrófono". El entrenador del Córdoba debe contrarrestar el potencial del mejor equipo de la categoría. En el líder, con 33 puntos en 15 partidos, sobresale un jugador que puso el énfasis sobre el verde en perjuicio del blanco el pasado verano: Salva Sevilla había cerrado un acuerdo para convertirse en futbolista del Córdoba por dos años, pero la aparición del Betis, con un contrato de cuatro temporadas y un sueldo mucho más elevado, frustró el fichaje. El centrocampista del Salamanca esgrimió una oferta del Levante para desvincularse, pues el CCF le liberaba del compromiso si aparecía una oferta de Primera. Pero el Betis se había quedado en Segunda; esa vía tenía trampa. El Córdoba jugó sus bazas y se aseguró una indemnización de 200.000 euros por alguien que jamás pisó El Arcángel como local, pero de momento sólo ha percibido la mitad. Otra trampa, la Ley Concursal.

El cuadro de Lucas ya ha sido ajusticiado esta temporada por varios peloteros que amagaron con venir: Armenteros, David Rodríguez, Rafita o Kepa. Salva Sevilla, un gran futbolista que distribuye, asiste y marca, podría ser el siguiente porque, como ha quedado apuntado, el Betis sigue jugando en Segunda. Muy a su pesar. Porque en verano pataleó de lo lindo, auxiliado por un Cádiz que se iba a Segunda B, para que el Consejo Superior de Deportes (CSD) le echara un cable. El caso Brugal, en el que el portero cordobesista Raúl Navas se vio envuelto a raíz de un supuesto soborno del Hércules, ha experimentado el enésimo giro de tuerca: el Comité Español de Disciplina Deportiva (CEDD) desestimó el 26 de noviembre el recurso del club sevillano contra la resolución del Comité de Apelación de la Federación Española de Fútbol (RFEF), en la que descartaba la apertura de un expediente disciplinario a la entidad alicantina por posible predeterminación de resultados. Apelación anunció su decisión el 7 de octubre, Competición lo hizo el 20 de agosto... El Hércules acompañó a la Real Sociedad y al Levante a Primera y el Betis, cuarto, se quedó con las ganas. Y así sigue. Ante la decisión del CEDD cabe recurso de reposición en el plazo de un mes o recurso contencioso-administrativo ante el juzgado central de lo contencioso-administrativo con sede en Madrid en dos meses desde su comunicación. Pero todo será en balde.

No será gratis, por supuesto, la visita de los aficionados del Córdoba al Benito Villamarín. El Betis ha enviado un paquete de 400 entradas a dispensar entre ayer y hoy, pero ni mucho menos se emularán las cotas de Granada (700 seguidores blanquiverdes). Entre otros factores, porque el choque será televisado por Canal Sur y porque la entidad hispalense es ajena a los acuerdos del G-A: los clubes andaluces tienen fijado un precio único de 20 euros en los derbis. El que acuda al Villamarín debe estirarse algo más: 25. No llega a los abusivos 30 de la campaña pasada, pero casi.

Más cuentas pendientes. El Betis infligió el primer golpe al Córdoba de Alcaraz en la primera jornada de la Liga anterior: 3-0. Y en el arranque de la segunda vuelta, con Víctor Fernández de vuelta al banquillo como relevo de Antonio Tapia, El Arcángel fue asaltado (0-1). Para pescar algo en Sevilla mañana, a imagen y semejanza del 1-2 en la ronda copera del 2 de septiembre del año pasado, hay que atender a Alcaraz: "Yo tengo convencimiento siempre, pero esto es un deporte colectivo y el convencimiento lo tenemos que tener todos. Y luego hay un rival, claro, pero nosotros tenemos que saber que cualquier partido se puede ganar. No todos se podrán ganar, pero antes de jugarlos todos se pueden ganar, siempre". "Aquí siempre se transmite el mismo convencimiento. Pero no ahora, sino todos los días. Pero luego el partido es el sábado, a las seis de la tarde, y de la banda para dentro. Ahí es donde se tienen que demostrar las cosas", apostilló.