"Córdoba me ha seducido"

Córdoba CF

Lucas Alcaraz anuncia su marcha del club ante "el cambio de escenario" en la propiedad con el único respaldo institucional del consejero Ernesto Hita · "Me hubiera gustado continuar en el proyecto", dice

"Córdoba me ha seducido"
Cisco López

Córdoba, 02 de junio 2011 - 18:48

"Pronto vais a dejar de sufrir". Las palabras de Lucas Alcaraz a su llegada a El Arcángel presagiaban lo que después ocurrió. El granadino anunciaba su marcha del Córdoba tras dos temporadas por "el cambio de escenario" en la propiedad. Fue un adiós con señorío, noble, sin manchar a nada ni nadie de una entidad que lo dejó solo en su adiós. Apenas el consejero Ernesto Hita y un par integrantes del cuerpo técnico lo acompañaron en una comparecencia en la que se mostró "contento" por el rendimiento obtenido durante su etapa y agradeció el trato recibido por todos los estamentos del club: "Siempre me dijeron que Córdoba era diferente, pero yo creo que en la vida lo más bonito es no crear indiferencia, y en ese sentido tanto Córdoba como el Córdoba me han seducido". Luego dejó claro que le hubiera gustado "continuar el proyecto, aunque hubiera sido un proyecto de mucho riesgo, porque ese tipo de situaciones las he desarrollado en otros sitios con éxito y creo que me muevo con comodidad en ese tipo de proyectos. Pero la realidad del Córdoba es otra, a su dueño no le es viable la continuidad dentro de la casa, y han cambiado las reglas del juego".

LA DESPEDIDA

"Como mal estudiante, chuletas". Con un puñado de notas tomadas a mano en un folio y ante una sala de prensa abarrotada para la ocasión, Lucas desgranó los movimientos dados con José Romero en los últimos meses antes de confirmar que "llegado este momento, en el que en breve el Córdoba tendrá un nuevo propietario, por mi parte queda cumplido el compromiso de llevar la nave a puerto y, como el escenario ha cambiado, yo no voy a seguir. Por eso quería anunciaros mi despedida y agradecer a todo el mundo, a todos los estamentos que han colaborado conmigo que han tenido una implicación importante en unas condiciones que, fundamentalmente en el segundo año, a mí me han exigido una sobreimplicación de la que estoy orgulloso de haberla brindado, pero a la que no estaba acostumbrado y he vivido como nueva en 21 años de entrenador y casi 800 partidos en liga".

Alcaraz pasó luego al capítulo de agradecimientos, desde el consejo de administración "por la confianza de haberme traído al Córdoba y haberme dejado trabajar" hasta la afición, que "me transmite respeto". "La recta final del partido del otro día para mí fue muy emotiva. No voy a hacer un balance numérico, de los partidos, la Copa, la clasificación... porque eso queda para la historia, y sí un balance de sensaciones. Creo que me voy orgulloso de la sobreimplicación que he tenido, aunque me haya podido equivocar porque nadie tiene el éxito como compañero de viaje siempre. Hemos conseguido que el club casi nunca haya estado en las quinielas de los equipos que podían bajar, aunque los meses de mayo nunca se nos han dado bien y cerrar la clasificación ha costado, pero el Córdoba ha sido un club estable en Segunda División, cosa que anteriormente había costado más trabajo conseguir. Me voy contento por estos dos años, en los que se podían haber hecho más cosas, pero también podían haber tenido las circunstancias que han rodeado al club consecuencias peores que hemos evitado".

EL FUTURO LE SEDUCÍA

Lucas se marcha con pena porque el proyecto que se presentaba en el CCF era de su gusto. Se adaptaba a sus cualidades. "He peleado este año por conseguir que el futuro próximo nos deparaba una fase de austeridad económica, pero mucha más normalidad en el funcionamiento, y yo creo que los proyectos no se trata de hacer una plantilla y con eso prometer una clasificación. El proyecto del Córdoba debe ser recuperar la normalidad, recuperar la gestión, la organización, que todo el que venga pueda estar liberado de cualquier cosa externa para alcanzar el máximo rendimiento. Eso se decir una plantilla y con eso una clasificación, no es un proyecto que me gusta. El proyecto que estábamos pensando para el futuro era totalmente lo contrario, era un proyecto de austeridad, maximizar los recursos del club y del fútbol base, de organización, de saneamiento y de conseguir que el Córdoba en dos o tres años fuera una institución saneada, aparejados a que tiene un número de afición importante y una ciudad detrás, para crecer algo más. Pero ahora mismo no se puede crecer sobre este tipo de circunstancias".

¿UNA MARCHA ATRÁS?

¿Volvería Lucas a ser el entrenador si al final falla el proceso de venta? Aunque él no cierra las puertas, parece improbable porque "hay que tomar decisiones porque la temporada termina y las cosas tienen que seguir un curso natural. Mi compromiso es con el dueño, pero el dueño va a cambiar. Ahora mismo, en ese sentido, la consecuencia más natural es que va a venir un nuevo dueño, un nuevo entrenador, una nueva estructura... Yo con el dueño tengo el compromiso, pero la venta se va a realizar". Porque ahora sí el escenario es más real y "parece que es inminente". Con su salida y sin ofertas en el horizonte, ¿cuál será su futuro? "Llevo 21 años entrenando de forma consecutiva y espero seguir, pero un entrenador tiene que saber convivir en cualquier tipo de situaciones. Ahora hay que tomárselo con tranquilidad y ver qué surge".

UNA TEMPORADA DIFÍCIL

"Hemos vivido una situación de interinidad constante". Bajo esa sentencia, Alcaraz sostuvo las dificultades de un curso que el domingo llegó a calificar como "el más duro" de su carrera como profesional. El técnico argumentó que "ha habido una situación de incertidumbre y luego una situación de preocupación por todo lo que está pasando, pero la afición creo que ha sido consciente y la demostración más clara ha sido el último partido. Ha sido un año en el que si nos podemos a analizar lo que pensábamos en agosto, lo que pensábamos en septiembre, en octubre... lo que pasa es que la memoria en fútbol va tan rápido que lo de octubre queda muy lejos. Me quedo con la recompensa moral de que el equipo se ha mantenido en una zona estable y que mi trabajo ha sido reconocido y valorado, y evidentemente criticado también porque eso es inherente al fútbol, y me voy recompensado moralmente. En ese sentido, me gusta más el balance de las sensaciones que el de los números".

¿HAY ESPINAS CLAVADAS?

"Lo único que se le puede exigir a un profesional es implicación y creo que he tenido sobreimplicación en todo tipo de circunstancias. Por tanto, el que en cada momento da lo mejor de sí mismo y se implica en lo suyo y hasta en lo que no le corresponde, puede irse bastante tranquilo". Razón no le falta al granadino, que siguió fiel a su discurso correcto y señor, dejando de lado etapas en las que pudo sentirse solo al frente de la nave: "No quiero hacer un balance excesivo de sensaciones para que no haya tampoco susceptibilidades, pero sí es cierto que la interinidad ha hecho que todos hayamos sido presos de la situación". Y defendió su modelo de ir paso a paso, sin lanzar las campanas al vuelo antes de tiempo porque "un proyecto no es decir esta plantilla tenemos y vamos a quedar en este lugar; eso puede ser una consecuencia del proyecto. Pero el proyecto necesita de un crecimiento cualitativo en cuanto a funcionamiento que permita que el caldo de cultivo sea el adecuado para que todo el mundo aporte su máximo rendimiento. Si no se produce...". De todas formas, no se arrepiente de nada porque "en cada momento haces lo que piensas que era más coherente. Otra cosa es que cuando pasan los acontecimientos dices igual esto no era lo mejor. Pero las decisiones hay que valorarlas por el momento en que se toman y la información que se tiene en ese momento".

DISPARIDAD DE CRITERIOS

El presidente Salinas mantuvo desde el inicio del curso que el objetivo era pelear por el play off; Lucas sostuvo que bastaba con sellar la permanencia. Opiniones divergentes que hicieron daño al equipo a pesar de que el grupo fue capaz de "focalizar la atención" en el día a día, en el partido a partido. Lucas considera que "eso genera confusión, más que en el vestuario, en el entorno. Una cosa es que hagas un proyecto y digas que el objetivo es mejorar la clasificación y luego todo lo que ha pasado durante el proyecto... El año pasado fue un año rodeado de mucha normalidad, donde lo verdaderamente importante era el partido del domingo, aunque tuvimos el bajón de mayo, pero este año el equipo no ha estado rodeado de normalidad nunca, fundamentalmente de diciembre para acá. El proyecto, repito, son muchas cosas, no sólo diseñar una plantilla que además no pudimos reforzar en invierno, sino que perdimos al delantero con más caché que habíamos firmado y, a partir de ahí, hemos ido buscando mantener el equipo para mantener la viabilidad del club".

RELACIÓN CON ZUBILLAGA

Lucas quiso aclarar que "teníamos una relación profesional aceptable; yo con Javier no me he llevado nunca mal". Entonces, ¿se sintió cómodo tras su marcha? "Ese tipo de análisis no llevan a ningún sitio porque no es algo que yo haya decidido. Lo que está claro es que si un club prescinde de un director deportivo crea una incertidumbre".

MEJOR Y PEOR MOMENTO

Todo lleva a La Coruña, a ese partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey ante el Deportivo en Riazor. Y a esa mano de Jonathan Sesma que apagó la llama. "En la Copa teníamos una ilusión grandísima y la participación fue más que digna, pero luego tuvimos el accidente de última hora. Ese, para mí fue un momento que definió todo lo bueno y todo lo malo, la ilusión y luego quedarnos con el caramelo en la boca, aunque yo creo que el nombre de Córdoba se vio a unas alturas de competición que, como mínimo, son respetables. Luego, en Liga, creo que el arranque del primer año fue bastante ilusionante y este año, entre enero y marzo, la reacción del equipo también fue bastante buena cuando ya nos liberamos de la carga de todos los partidos de Copa".

FALTA AUTOCRÍTICA

"Tan importante es hacer autocrítica como luego tomar las medidas que luego te hagan no repetir los errores. Hay que terminar las temporadas y decir nos hemos equivocado en esto, en esto y en esto, y lo que hay que tratar de hacer es no repetirlo. Luego ya el fútbol es un juego que por mucho que eches los ingredientes en la coctelera, hay veces que no sale. Pero es importante porque la experiencia la única ventaja que te da es eso, poder diagnosticar los errores". Alcaraz sabe de lo que habla. Y de lo que no ha habido en el CCF reciente. Algo vital para el cambio de un club que "necesita tener más estabilidad y crecer en muchos sentidos que las circunstancias de este año lo han impedido".

¿QUÉ IMAGEN SE LLEVA?

La mejor que pudiera. "Me llevo mucha mejor imagen de la que me podía pensar en un principio. Me he sentido respetado en todo momento. Hay sitios en los que te sientes apreciado y valorado, y otros en los que no; y aquí me he sentido valorado en todo momento".

4 Comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último