El Córdoba B tenía que ganar a su rival directo y lo hizo. Los de Diego Caro, aunque sufrieron de lo lindo, se llevaron el triunfo ante el Antoniano tras hacer bueno el tanto de Ismael a los seis minutos. Gracias al buen hacer defensivo de los blanquiverdes, mantuvieron la portería a cero ante un cuadro sevillano insistente y que sigue líder, pero solo dos puntos por encima de un filial que tiene por delante cuatro jornadas más para alcanzar la deseada plaza del ascenso directo.

La importancia del partido entre los dos mejores equipos del Grupo X de la Tercera Federación quedó clara desde el inicio con dos conjuntos que saltaron al césped de El Arcángel con intensidad. Eso sí, el filial del Córdoba CF tomó la voz cantante y arrancó como acostumbra: volcado con la portería contraria. No tardó en darle el resultado que buscaba, pues a los seis minutos, los blanquiverdes ya iban por delante en el marcador. 

Fue tras un centro desde la derecha que no encontró rematador cuando apareció desde segunda línea un Ismael que se sacó un disparo potente que perforó la escuadra de la meta defendida por Brian. Con el 1-0, los de Galiano dieron un paso adelante y muestras de por qué son actualmente los líderes en la clasificación. Los sevillanos se hicieron con el control de la posesión, algo poco visto en El Arcángel esta temporada, aunque la zaga cordobesista demostró su valía y evitó que los intentos de los visitantes llegaran con excesivo peligro.

Apoyados por los desplazados desde Lebrija, el Antoniano lo intentó con más corazón que cabeza sin demasiada suerte ante un Córdoba B que no dudaba en salir rápido al contragolpe en busca de un 2-0 que haría mucho daño al rival. Sin embargo, y pese a la intensidad demostrada por ambos equipos y con el cuadro visitante jugando muy adelantado, las ocasiones claras no llegaron hasta el tramo final de la primera mitad.

Primero llegó la oportunidad para los locales por medio de un Marc Esteban que se sacó un disparo que se marchó fuera por poco. Al minuto contestó el Antoniano por medio de un Adri cuya buena jugada individual le permitió disparar cómodamente desde la frontal del área, pero su tiro cruzado se marchó rozando el palo de la portería defendida por Eric.

El partido estaba abierto

El choque se reanudó tras el paso por vestuarios con susto para el Córdoba B. Adri colgó el balón desde el saque de esquina y la parábola del centro se estrelló directamente con el palo. Para colmo, el rechace lo empujó un Juanmari que se topó con el meta blanquiverde. La había tenido el cuadro sevillano, que estaba sabiendo hacer daño al filial blanquiverde con la presión alta incomodando su salida de balón desde atrás.

El encuentro perdió intensidad con el paso de los minutos mientras ambos banquillos se movían en busca de nuevos estímulos. Manolillo se tuvo que retirar lesionado por Turmo justo antes de que un recién incorporado al terreno de juego Abreu probase desde lejos sin fortuna alguna. Las defensas se estaban imponiendo claramente a los ataques, y eso que los visitantes apretaban sobre la meta blanquiverde.

El plan del Córdoba B en el tramo final del partido era claro: que pasaran el menor número de cosas posibles e intentar matar el partido al contragolpe. De ahí que, con el máximo orden, los blanquiverdes cedían la posesión a un Antoniano que encontraba pocos huecos en la firme zaga local. Sin embargo, el cuadro sevillano estuvo muy cerca de marcar en un balón muerto en el corazón del área que cabeceó Óscar a la manos de Eric.

Minutos después, el centro lateral de Ángel desde la izquierda lo remató solo al segundo palo un Nacho que tuvo en sus botas el empate, pero no conectó bien con el pase y el tiro se marchó alto. Con el tiempo reglamentario cumplido, podía pasar cualquier cosa. Los de Galiano intentaron el empate por medio del balón parado. Sin embargo, no hubo tiempo para más y el Córdoba B, a base de orden y garra, se llevó tres puntos de oro ante su rival directo que lo acercan al deseado ascenso directo.