Charles Dias de Oliveira. Ése es el nombre propio del partido del domingo, el ídolo que vuelve a El Arcángel vistiendo la camiseta del enemigo y en su mejor momento de forma. El brasileño del Almería marcó en la derrota frente a Las Palmas (2-3), un triste consuelo para recuperar el liderato en la clasificación del pichichi de la categoría y para hacer historia en el club del Poniente.

Porque el delantero ya acumula 19 tantos en apenas 29 jornadas, y eso que falló un penalti ante los canarios. Además, con su gol del sábado acumula ocho jornadas consecutivas marcando para los almerienses, convirtiéndose en el primer jugador de la historia del club que encadena tal racha. Charles sustituye a un hombre como Negredo, que en la temporada 07-08 y con el equipo en Primera anotó ocho goles en seis jornadas consecutivas. Ahora, el exblanquiverde ha superado esa marca para liderar el retorno a la máxima categoría. Pese a la derrota, el Almería es segundo con 52 puntos, con uno de ventaja sobre el Alcorcón.

El dato gana peso con la perspectiva. Charles estuvo dos temporadas en el CCF, en las que jugó 66 partidos de Liga y marcó 22 goles. En su primer curso hizo 15 tantos en 36 partidos de Liga (no mojó en tres de Copa), convirtiéndose en una de las revelaciones de la competición, mientras que la pasada campaña las lesiones impidieron encontrar la regularidad necesaria para pasar de los siete goles. Añadió uno más en los cinco partidos que jugó de Copa, elevando su balance goleador con la blanquiverde a 23 tantos en 74 partidos. El brasileño no renovó su contrato en un culebrón que se alargó durante meses y que acabó con su salida del CCF rumbo al Almería, un equipo que le ofrecía más garantías para pelear por el ascenso y que mostró el interés (y el dinero) que no apareció en las oficinas de El Arcángel. El domingo llegará como máximo goleador de la categoría, mientras que el equipo de Berges sigue buscando una referencia que palie sus enormes carencias ofensivas.

Problemas menores

A estas alturas, que el Elche encaje su primera derrota de la temporada en el Martínez Valero parece un problema menor. El camino marcado hace un mes por el CCF al arrancar el primer punto del feudo del líder lo explotó el Mirandés para dar la gran sorpresa de la jornada (0-1), pero en Elche dan tan por hecho el ascenso a Primera que se preocupan por otras cosas.

Líder con 64 puntos, con 13 de ventaja sobre el tercero, el club se tomó el choque contra los burgaleses como un ensayo general de lo que puede vivir la próxima temporada. Desde la entidad se instó a los aficionados a llegar con antelación al estadio por las pruebas en los controles de seguridad que se iban a realizar. El resultado fueron colas kilométricas de aficionados, muchos de los cuales se perdieron la primera parte debido al celo de los empleados y a la falta de más puertas de acceso en un estadio que no está acostumbrado a afluencias de 20.000 espectadores. Así que mientras que el equipo marcha directo a Primera, su estadio suspendió el examen parcial.

El Xerez, en descomposición

Nueve derrotas consecutivas, 17 jornadas sin ganar, colista con 22 puntos a 12 de la salvación, inmerso en una crisis terrible, con la amenaza de disolución planeando sobre su cabeza... El panorama del Xerez es extremadamente triste, y más aún después de la enésima decepción en casa ante el Guadalajara (0-1). El club azulino está en pleno proceso de descomposición, abocado al desastre y con los dos pies en el infierno. Normal que todo el mundo quiera irse de allí.

Patiño se fugó el sábado rumbo a Tailandia, seducido por el proyecto (y los dólares) del Buriram, pero no es el único. Adrián Ruiz también tiene las horas contadas en el Xerez. Al centrocampista, con contrato hasta 2015, le dejarán marchar siempre y cuando su club -el Málaga tiene una opción de recompra- dé el visto bueno. El jugador ha solicitado marcharse por problemas personales y todo hace indicar que esta misma semana, si Manuel Pellegrini da el visto bueno, rescinda su contrato.