El Atlético Espeleño tumbó al Córdoba B en el Municipal de Espiel cercenando prácticamente todas las opciones de los blanquiverdes de ascender de manera directa. Los rojillos, en un duelo muy serio ante el equipo de Diego Caro, cerraron el curso ante su gente con una sonrisa y la sensación de que, si hubiera un mes más de competición por delante, estarían en la pelea por la zona noble, después de protagonizar una segunda vuelta muy meritoria.

No eran pocos los que daban prácticamente por ganado el partido para el filial cordobesista, al estar el Espeleño sin nada en juego. Pero los rojillos mostraron pronto su intención de honrar la competición y brindar una última victoria a su gente en un año que ha ido claramente de menos a más para ellos. Aunque el duelo empezó con poco brillo, los locales se plantaron bien e impidieron el juego combinativo del Córdoba B, muy incómodo en todo momento.

El conjunto blanquiverde, aún así, tuvo una buena ocasión a los 20 minutos, con un disparo lejano de Aitor Brito que se estrelló en la madera. Después de muchos minutos de tensa batalla en el centro del campo y pocos acercamientos en las áreas, fue el Espeleño el que cerró mejor el primer tiempo. Los de Quero gozaron de una clara ocasión en las botas de Álex Molina, que remató al poste tras recoger un rebote en el área del filial.

La igualdad de la primera parte dejó paso a una segunda mucho más abierta, con ambos equipos buscando la portería ya sin tantas precauciones. A incrementar el ritmo del partido contribuyeron los cambios ambos bandos. Pasada la hora de juego, Marc Esteban la tuvo para el filial pero remató alto con todo a favor. Poco después, el Espeleño protestó con insistencia una caída en el área de los visitantes que el árbitro no consideró penalti.

El duelo entró en el tramo final con todo por decidir y ahí los rojillos volvieron a moverse mejor. A falta de poco menos de diez minutos, una internada por el costado derecho de Mateo la resolvió el hispano-argentino con un disparo potente que tocó en la pierna de Lluis Tarrés y se introdujo en su portería. Un tanto que encendió las alarmas en el Córdoba B.

Ya todo fueron prisas para un filial blanquiverde que buscó la remontada pero no tuvo claridad de ideas. En el tiempo añadido, un penalti le costó la roja a Dorado y permitió a Santacruz poner la rúbrica al triunfo del Espeleño, muy celebrado por su gente, y a una derrota que pone en bandeja el ascenso directo para el Antoniano, al tiempo que manda al Córdoba B al camino largo del play off para buscar ese premio.