El Ángel Ximénez superó al Sinfín cántabro en su tercer y último compromiso de una apretada agenda de Semana Santa, gracias a una enorme segunda mitad y a la actuación individual de jugadores como Xavi Túa, que con sus diez goles, fue determinante para la suerte del encuentro.

Los primeros minutos fueron de tanteo, cierta precipitación, ataques pacientes y elaborados, e intercambio de goles. Nico Bono lideraba a los cántabros, mientras que en los de Puente Genil la aportación goleadora estaba más repartida. Marcio da Silva puso por primera vez por delante a los locales en el minuto siete (4-3), algo que no gustó a Garabaya, quien pidió tiempo muerto para empezar a jugar en ataque un siete contra seis.

El Ximénez se mantenía firme en defensa, pero su producción goleadora, con ventajas mínimas, no le daba para romper el partido ante un cuadro santanderino que imponía su ritmo lento. Pasado el ecuador del primer acto, con las rotaciones, los pontanenses empezaron a jugar más por los extremos y lograron dos tantos de renta gracias a la eficacia de Cuenca y Túa. Sin embargo, el 10-8 fue rápidamente contrarrestado por los visitantes pese a una estratosferica parada de Nordlander. Los errores en los lanzamientos dieron vida al Sinfín, que con un 0-3 de parcial cambió la inercia del partido.

Perbelini situó un inquietante 11-13, pero el Ximénez buscó de nuevo a sus extremos y, sobre todo, a un sensacional Xavi Túa, que se echó el equipo a las espaldas para primero igualar, y después poner por delante a los suyos con el 17-16, en lo que suponía su séptimo tanto en el encuentro, aunque prácticamente sobre la bocina Gustavo Alonso devolvía las tablas dejando el 17-17 en el intermedio

Tras el descanso, el encuentro mantuvo la dinámica, ganando ambos equipos en intensidad defensiva. El Ximénez, con un enchufadísimo e inconmensurable De Hita en portería recobró los dos goles favorables (20-18), una ventaja que dio más confianza al equipo. Arsenashvili y Luisfe ampliaron la renta y Garabaya se vio obligado a parar el partido con un 23-19 que invitaba a soñar con el triunfo. Pero quedaba muchísimo y el Sinfín no estaba dispuesto a hincar la rodilla.

Perbelini y Bono acercaron al conjunto cántabro (25-23), pero Buzle y Arsenashvili devolvieron los cuatro goles favorables a los de Puente Genil con una afición entregada a su equipo. Jung exhibió su calidad y Javi Muñoz puso la precisión desde el extremo estableciendo un 32-26 que parecía definitivo para la suerte del partido. Estabilizada la diferencia, los de Puente Genil supieron administrarla manteniendo a raya a su rival en un intercambio de goles que favorecía a quienes iban por delante.

Con 35-31 y seis minutos por jugar, Bustos detuvo el partido para evitar sorpresas, y sus jugadores aplicaron sobre la pista sus instrucciones para acabar imponiéndose por 39-34. Una victoria que sella una permanencia virtual y mete al equipo de Puente Genil de lleno en la pelea por las plazas europeas.