Rostros apesadumbrados, pensativos, incrédulos, enojados... Pocos gestos optimistas se podían ver en los aledaños del vestuario blanquiverde y en la comparecencia ante los medios, que resultó taciturna y dramáticamente calcada de otras ocasiones en las que, como ayer, la decepción acompañó al equipo por un resultado "inmerecido", a juicio de sus protagonistas.

Javi Moreno, que regresó al equipo saliendo desde el banquillo, marcó. Un vano consuelo. "No vale para nada si el equipo no logra, al menos, empatar el partido", dijo el de Silla, que desveló que dedicó el tanto "a mi familia, que estaba en las gradas". El internacional del Córdoba admitió que "estamos en una situación difícil, pero quedan muchos partidos y dependemos de nosotros mismos. Tenemos que sacar los puntos como sea". ¿En Castellón? "Es un equipo difícil que se encuentra en un buen momento, pero lo único que nos queda es trabajar para sacar esto adelante. Llega lo complicado, por lo que debemos estar todos unidos", resaltó el veterano delantero.

El gran susto de la jornada lo protagonizó Pierini, que sufrió una lesión en el peor momento. "Pensaba que iba a ser peor. La rodilla está hinchada. El susto ha sido grande, pero hasta que no hagamos la prueba no se puede decir nada", indicó. Con el italiano recibiendo cuidados en la banda llegó el segundo tanto. A partir de ahí, todo fue muy difícil. Imposible a la postre. Ahora queda un horizonte complejo para los blanquiverdes. "Es un momento complicado, pero es ahora cuando tenemos que ir todos por el mismo camino. Queda todavía mucho", resaltó, al tiempo que puso el acento en lo doloroso de la secuencia de acontecimientos dramáticos que se repiten cíclicamente. "Estábamos jugando mejor que ellos, pero, como nos ha pasado muchas veces, por un error te meten un gol. Incluso el público les estaba pitando".

En una apuesta por la ofensividad, Paco Jémez dio un sitio en el once titular a Katxorro, que venía ocupando uno de los puestos del doble pivote en los partidos caseros. El experimento no deparó un resultado positivo, en lo que atañe al marcador. El vasco vio a los suyos en un tono más que aceptable. "A pesar del buen juego que hemos hecho, es una pena que no hayamos sacado nada de aquí. Tenemos que ser conscientes de que los partidos pasan y no puntuamos", indicó con pena.

Katxorro dispuso de una clara ocasión con 0-0. "No he tenido mucha fortuna de cara a puerta. El partido podía haber cambiado, porque era cuando más estábamos dominando. Para ellos habría sido un golpe fuerte, porque la gente les estaba pitando. Pero hay que levantar la cabeza", dijo, antes de reseñar que el gran reto llegará en la próxima salida, a Castellón. "Es otro partido fuera, pero quedan muchos. Hay que afrontarlo con las mayores garantías. Gracias a Dios, dependemos de nosotros, y tenemos partidos por delante. Hay que sacar los puntos cuanto antes".

Para Mario, que volvía como titular, era un pleito especial. "Teníamos el encuentro encarrilado, estábamos llegando y dominando, y en cinco minutos se nos ha ido el partido. El primer gol nos ha hecho mucho daño, y el segundo ha llegado en una jugada tonta", manifestó el lateral, quien resaltó que "nos vamos con cara de tonto porque el Hércules no ha sido superior a nosotros". Según el zaguero, "toca aguantar porque somos profesionales y llegan momentos complicados. Tenemos que empezar ya mirando al Castellón y al futuro, porque si miramos para atrás, se nos viene todo encima".

El brasileño Arthuro se marchó reclamando "un agarrón que el árbitro no ha visto". A su juicio, el Córdoba "tuvo ocasiones a lo largo del partido para empatarlo y ganarlo, pero al final no fue así y ya tenemos que pensar en el próximo. Aún tenemos tres puntos de margen con la zona baja".