El exguardameta Íker Casillas, capitán de la selección española masculina que se proclamó campeona del Mundo en Johannesburgo (Sudáfrica) en 2010, ha confesado este viernes sentir “vergüenza ajena” por el comportamiento del presidente de la Federación Española, Luis Rubiales, quien en asamblea ha anunciado este viernes su decisión de no dimitir pese al clamor popular que persigue su conducta del pasado domingo, cuando el combinado femenino alzó el título planetario y el mandatario besó en la boca a la jugadora Jenni Hermoso.

Casillas, que ganó dos Eurocopas y un Mundial con la Selección, escribió en primer lugar en redes sociales un un mensaje con solo dos palabras: "Vergüenza ajena". Esta aseveración contaba con más de 10.000 retuits apenas 60 minutos después de ser publicada.

Poco después el excancerbero del Real Madrid y el F.C. Porto, el segundo internacional español con más partidos en su palmarés, añadió: “Tendríamos que estar estos cinco días hablando de nuestras chicas. De la alegría que nos dieron a todos. De presumir de un título que no teníamos en el fútbol femenino pero…”

Otro internacional, pero aún en activo, David De Gea, ha expresado su sentir de una manera especialmente significativa tras el discurso de Rubiales: “Me sangran los oídos”.

Desde París, Luis Enrique, seleccionador durante gran parte de la etapa de Rubiales al frente de la RFEF, ha defendido que "el trabajo realizado por Rubiales ha sido excepcional. Los números hablan por sí solos".

Sobre el beso a Jenni Hermoso, ha defendido que Rubiales "ha admitido su error. Creo que mi opinión no es realmente necesaria sobre este tema".

En Villarreal, Quique Setién ha descrito el comportamiento de Rubiales como "inaceptable". "Un comportamiento que nos ha sorprendido a todos y que trasladó una imagen de nuestro fútbol que nos ha hecho mucho daño".

El Espanyol, a través de un comunicado, ha pedido la "dimisión inmediata" de quien es todavía presidente de la Federación Española.