Síndromes expresivos 18
  • A causa de la pandemia, términos como reunión online, enlaces en Zoom, Meet, Skype o Dúo han pasado a formar parte de nuestras vidas como seres sociales

  • Comprueba aquí tus conocimientos

Habilidades en comunicación digital: 'Zoombis', 'meetineros' y 'duoadictos'

La pandemia ha cambiado la formas de comunicación social y laboral La pandemia ha cambiado la formas de comunicación social y laboral

La pandemia ha cambiado la formas de comunicación social y laboral

La pandemia provocada por el coronavirus ha puesto de manifiesto la fragilidad de una sociedad globalizada e interconectada con alfileres. Así, de la noche a la mañana… ¿Se me oye?... las estresadas vidas de los ciudadanos del mundo occidental fueron interrumpidas por medidas draconianas impuestas por gobiernos de distinto signo político. Países de los cinco continentes… ¡Guau, guau, guau! Perdonad, compañeros, es mi perro Rocky que se pone nervioso con el nublado… se despertaron con miles de contagiados, las UCI llenas de pacientes en riesgo extremo y con centenares o miles de fallecidos en la soledad más absoluta.

Pero no todas han sido noticias trágicas. Una vez más, los seres humanos han demostrado una increíble capacidad de adaptación a lo largo de los siglos… ¡Ay, lo siento, le he dado al botón de pedir el turno de palabra!... una habilidad prodigiosa de dominio del entorno hostil. Por lo tanto, ahora es el momento… ¿Se me oye?... ¡Juan, tienes el micrófono apagado!... de reflexionar sobre las lecciones aprendidas durante esta crisis social y económica y encarar el futuro con un espíritu renovado y constructivo… ¡Manoli, aléjate de la cámara que nos estás empezando a asustar con esa mirada de concentración!... Enseñanzas destinadas a perdurar en los hábitos cotidianos y, sobre todo, en los nuevos modelos de comunicación a través… ¿Me escucháis ya? Es que el wifi no me va bien del todo… de las plataformas digitales.

Términos como reunión online, enlaces en Zoom, Meet, Skype, Dúo… ¡Papá, Valentina me está pegando y no me deja tranquila!… han pasado a formar parte de nuestras vidas como seres sociales y empleados de empresas de distintos sectores económicos. La comunicación directa en la sala presidida por el director, el jefe de proyectos o el coordinador de turno fue sustituida de forma abrupta por... ¡Hola a todos, disculpad por el retraso, pero estaba en un foro de cien personas y se me ha pasado la hora de inicio!... una nueva modalidad de comunicación a través de una pantalla, cascos inalámbricos, conexiones a la red, micrófonos y una serie de botones que nos remiten a diferentes funciones básicas como la presentación de diapositivas, sala de espera o chats para intercambiar opiniones en vivo.

Todos coincidimos en que, como medida de emergencia, la comunicación online ha sido un mal menor… Paco, llevas quince minutos con la imagen congelada y los ojos cerrados… y nos ha permitido continuar con nuestra actividad laboral... ¿Se escucha?... Por ejemplo, los profesores han podido llegar a las casas de los alumnos... Ay, perdón, pensaba que habías terminado de hablar… ¡Papá, Sophia no me deja en paz y me ha cogido la tablet!… las empresas han ajustado sus servicios a la nueva… ¡Me estoy volviendo loco! ¿Cómo dices, Jorge? ¿Se me escucha? ¡Rocky, cállate! Papá,... ¡Me queréis dejar de una maldita vez! No me entero de nada y tengo que levantar acta de esta… Perdona, habla tú... Es que se nos oye a los dos a la vez... ¿Por qué Ricardo Ballesteros tiene el fondo de pantalla con la imagen de una isla paradisíaca, cuando estamos debatiendo sobre el despido de decenas de empleados?... reunión.

¿Se puede superar?

Todos hemos padecido en más de una ocasión las situaciones hilarantes descritas en los párrafos anteriores. Incluso a veces hemos sido dignos protagonistas de deslices en el vestuario, pérdidas reiteradas de señal, falta de pericia en el dominio de las aplicaciones, interrupciones a destiempo, cámaras enfocadas hacia el techo o hacia el lóbulo de la oreja derecha, comentarios desafortunados a micrófono abierto o intervenciones espontáneas de hijos, esposas, maridos, amantes ocasionales, vecinos y repartidores.

En definitiva, nadie se ha librado del síndrome del empleado confinado. Los especialistas de los centros de salud han elaborado una tabla con los síntomas más habituales entre los pacientes que han acudido a sus consultas: comportamientos fetichistas en la elección del chándal o pijama inferior antes de conectar el ordenador; el asentimiento mecánico y sonrisas cómplices sobre conceptos, frases u opiniones que no has podido atender por el ruido de los micrófonos abiertos, interrupciones recurrentes o, simplemente, espasmos involuntarios de somnolencia provocada por series ilimitadas de encuentros digitales; gestos espaciados como el levantamiento del pulgar para indicar acuerdo o monosílabos graves como muestra de interés y atención. Mención especial merece la capacidad para bostezar con la boca cerrada o echar una cabezadita con los ojos abiertos frente a la pantalla parlanchina.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios