Más de dos meses después, El Arcángel volverá a abrir sus puertas este domingo para sus aficionados, que en un número de 400 podrán asistir al partido vital entre el Córdoba CF y el Real Murcia. Será el sexto encuentro de la temporada con presencia de público en las gradas del estadio de El Arenal, el cuarto del torneo liguero, justo cuando éste entra en su momento más determinante de la primera fase en el Subgrupo IV-B de Segunda B. Es, sin duda, un aliado extra para el equipo de Pablo Alfaro, que ha notado como pocos jugar sin su gente.

Aunque las consecuencias de la pandemia y la obligatoriedad de jugar a puerta cerrada se ha dejado notar en todos los clubes, hay unos que lo han sufrido con más dureza. Y no solo en el aspecto económico, lastrado en un curso singular que seguramente provoque estragos en el futuro a corto o medio plazo entre los modestos y lo no tanto. También, y es lo importante ahora que la campaña se dirige hacia su primer punto y seguido, en el aspecto meramente deportivo, pues el aliento desde las gradas siempre es un sostén para cualquier equipo.

Y de eso sabe mucho el Córdoba, que hasta que en su última aparición superó, de aquella agónica manera, al Linares Deportivo, no sabía lo que era ganar con El Arcángel vacío. Una serie negativa abierta por el filial del Sevilla (1-2) allá por noviembre, cuando la segunda ola de la pandemia arrancaba y la tercera ni se esperaba, y que luego tuvo continuidad ya en este 2021 con las visitas del Yeclano Deportivo (1-2) y el Recreativo Granada (1-1), en liga, y la primera de la Real Sociedad (0-2) en la Copa del Rey que dio paso a la depresión de enero y febrero.

Todo hasta que llegó el Linares y los goles de Nahuel y Luismi dieron forma a la primera remontada del curso y a la primera alegría en casa sin público en las gradas. Algo que, afortunadamente, parece que tardará en verse por la mejora significativa de los datos de la pandemia del covid, aunque ésta no sea tanta como para pensar en recuperar la normalidad en los estadios. De momento, el paso la pasada semana al nivel de alerta 3 permitirá que el domingo hasta 400 aficionados puedan apoyar al CCF en vivo y en directo.

Una excelente noticia, que podría verse mejorada si la Junta de Andalucía accediese a la petición del club de ampliar el aforo hasta los 2.500 espectadores -o si este jueves rebaja el nivel de alerta a 2, en lugar del 3 actual-, pero que ya de por sí tiene traslado hacia el verde. Porque en lo que va de temporada, el conjunto blanquiverde ha jugado cinco partidos de local con espectadores, con un balance casi sobresaliente de cuatro victorias y un empate, con siete goles a favor y ninguno en contra.

Una serie que, de tener continuidad ahora con la cita inmediata ante el Real Murcia y la postrera con el Betis Deportivo, acercaría y mucho el objetivo de pelear por las tres primeras plazas, y que arrancó ya en el debut liguero. Aquel 1-0 ante el Lorca Deportiva es el único partido que se jugó ante 800 aficionados, pues luego los choques ante el UCAM Murcia (0-0) y El Ejido (4-0) también de la competición doméstica, y el copero ante el Albacete (1-0) que cerró 2020 fueron presenciados por apenas 400 seguidores.

Estos serán los mismos que entren el domingo para ver el partido de carácter eliminatorio entre dos de los aspirantes a los puestos de honor. Una cifra que, con todo, queda muy lejos del tope fijado en la cita, también del torneo del KO, ante el Getafe (1-0) del 5 de enero, cuando hasta 2.500 blanquiverdes disfrutaron del choque en El Arcángel. Pero menos da una piedra, y con lo que está cayendo, la vuelta del público a los estadios ya es una buenísima noticia que, en el caso del Córdoba, toma especial trascendencia por el sostén de los números.