Nadie sabe cómo evolucionará la crisis actual del coronavirus, pero el mundo del fútbol está convencido de apurar todas sus opciones para terminar las diferentes competiciones, que acumulan ya su tercera semana se parón. Es la prioridad absoluta, entre otras cosas para minimizar lo máximo posible el impacto económico de la pandemia, de la mayor parte de los actores de una película que, en todo caso, tendrá un final mucho más tardío del previsto. En pleno verano, como poco.

Después de las constantes manifestaciones públicas de LaLiga (tiene bajo manto al fútbol profesional, Primera y Segunda División) y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), del que dependen las competiciones no profesionales en España, a favor de buscar todas las fórmulas posibles para concluir la temporada, ahora ha sido la UEFA la que ha tendido una nueva mano.

El máximo organismo del fútbol europeo, en una reunión telemática con los dirigentes de 55 federaciones continentales, ha decidido liberar sus fechas de junio -selecciones y distintos campeonatos- para priorizar las ligas nacionales. Eso sí, sin que nadie quiera poner fechas, sobre la mesa sí hay un tope: la reanudación se debe producir antes de que acabe junio. De lo contrario, la cancelación -habría que ver bajo qué fórmula- entraría en juego, abriendo nuevos escenarios.

Porque ese planteamiento no está hoy sobre la mesa. Como advirtió Luis Rubiales la pasada semana, la idea es apurar todas las opciones para ser "justos" y que sea el terreno de juego el que dicte sentencia en cada competición. También en la Segunda B, donde el Córdoba CF es quinto, a dos puntos de un play off que está convencido de poder alcanzar en las diez jornadas que restan.

Una continuación del torneo que podría alargarse más allá del 30 de junio, cuando finalizan algunos contratos, y meterse de lleno en el verano. LA UEFA ya ha dejado caer que no habría problema para reajustar las vinculaciones con los futbolistas hasta el final de las competiciones, y tampoco para jugar en julio o agosto, meses habitualmente guardados para vacaciones y pretemporadas. No queda otra si el objetivo final es acabar los torneos con las mismas reglas que empezaron.