Talavera - Córdoba CF | La crónica

El Córdoba CF sigue instalado en la mediocridad (0-0)

Casas lamenta una ocasión fallada por el Córdoba CF en Talavera. Casas lamenta una ocasión fallada por el Córdoba CF en Talavera.

Casas lamenta una ocasión fallada por el Córdoba CF en Talavera. / LOF

Escrito por

· Rafael Cano

Redactor

La mejoría sigue sin llegar. Más allá del espejismo que supuso la victoria ante la Cultural Leonesa, el Córdoba CF volvió a mostrarse como un equipo mediocre y conformista en Talavera, donde un rival en serio peligro de descenso y mermado hasta el extremo por la ausencia de cinco titulares superó a los blanquiverdes hasta hacerse merecedor de un triunfo que no llegó por su falta de puntería. Por eso y por la inmensa actuación de un Carlos Marín que volvió a salvar a su equipo.

Si de premiar merecimientos se tratase, el Talavera se habría hecho con los tres puntos ante un Córdoba que no es ni la sombra de lo que fue y, lo que es peor, no muestra demasiada ambición de recuperar su mejor versión. Tras ganar a la Cultural, argumentó Germán Crespo que su equipo no podía pasar de 0 a 100 en una semana. En El Prado el problema es que el CCF dio pasos atrás y sumó un punto gracias a que cuenta con uno de los mejores porteros de la categoría.

El mensaje postpartido a buen seguro que volverá a cargarse de tópicos. Siempre es bueno puntuar fuera, es un punto que hay que hacer bueno ganando en casa la semana que viene... Cada uno elige la manera en que desea engañarse, pero la realidad es meridianamente clara y señala que el Córdoba, lejos de progresar tras su gran bache, permanece estancado y sin apariencia alguna de ser un candidato al ascenso.

Era de esperar que tras el triunfo ante la Cultural Leonesa que quebró la mala dinámica de resultados, Germán Crespo tocase muy poco su once inicial en Talavera. Y lo hizo solo para devolver a la titularidad a Dragisa Gudelj en detrimento de José Alonso. El granadino apostaba por la continuidad en busca de consolidar sensaciones y seguir dando pasos adelante en esa obligada mejoría del juego de un equipo que sigue arrojando demasiadas dudas.

Dudas que el inicio del partido no ayudó a despejar. Y es que si durante la semana ya se insistió por activa y por pasiva de que el Talavera era un rival más exigente de lo que la clasificación dictaba, apenas unos minutos bastaron para corroborar la personalidad de los hombres de Pedro Díaz, dispuestos a mandar en El Prado sin especular, yendo descaradamente a por la victoria.

Carracedo intenta superar a dos jugadores del Talavera. Carracedo intenta superar a dos jugadores del Talavera.

Carracedo intenta superar a dos jugadores del Talavera. / LOF

La alta presión de salida de los talaveranos permitió el Córdoba CF acercarse al área de Biel Ribas en los primeros compases, con rápidas combinaciones que batían líneas con facilidad. En una primera salida rápida de los blanquiverdes, Casas no encontró a Simo en el área después de una jugada elaborada desde la derecha por Puga y Kike Márquez.

Pero poco tardó el Talavera en transformar en ocasiones claras su mayor ambición y valentía. Brau, que encontró un carril libre en la banda derecha de la defensa del Córdoba, colgó un balón que provocó las dudas entre Gudelj y Carlos Marín, permitiendo un remate a Edu Gallardo que se marchó fuera de milagro. Minutos después el desborde llegó por el costado derecho, pero Carlos Marín desbarató el disparo raso de Edu Gallardo. No eran buenas sensaciones para empezar las que desprendía el equipo de Germán Crespo.

Viéndose dominado por el Talavera, al Córdoba le quedó el recurso de la velocidad para intentar hacer daño a su rival. Al cuarto de hora, Carracedo conectó con Casas y el rambleño sacó un disparo colocado que desvió Biel Ribas, para que Simo malgastara el rechace estrellando el balón con el cuerpo del portero, que desde el suelo sacó la bola a córner.

Ese aviso no amilanó a un Talavera ambicioso, que minuto a minuto fue comiéndole metros de terreno a un Córdoba incómodo y obligado a jugar muchos minutos en campo propio. En el minuto 18 llegó quizás la ocasión más claras de los locales, que encontraron vía libre a las espaldas de Puga para que Rodrigo Escudero recortarse a Gudelj y sacara un disparo que ya se colaba cuando Calderón lo desvió de manera milagrosa. Poco después, de nuevo apuros, porque Escudero remató de cabeza el enésimo centro de Brau desde la izquierda.

Al Córdoba le llegaban por oleadas, dando una extrema sensación de fragilidad defensiva que solo la falta de tino del Talavera propició que no se reflejase en el marcador. Para colmo, esos coletazos en ataque de los blanquiverdes se difuminaron hasta dibujar un partido que se jugaba en una sola dirección, hacia la portería de Carlos Marín.

El meta almeriense fue, ya en los compases finales de la primera parte, el que impidió que su equipo se marchara perdiendo, como hubiera merecido, al descanso. En el minuto 43 Alcázar volvió a ganar la línea de fondo sin hallar oposición en Puga y su pase a Escudero lo resolvió el pichichi talaverano con un chut que atajó Carlos Marín. Un minuto después, el meta detuvo hasta en dos ocasiones los intentos de Edu Gallardo y Zanelli. Dando una imagen de estar desbordado y sin capacidad de respuesta, el Córdoba celebró el pitido final como si de un gol se tratase.

El remate de Willy Ledesma que acabó en gol y que fue anulado. El remate de Willy Ledesma que acabó en gol y que fue anulado.

El remate de Willy Ledesma que acabó en gol y que fue anulado. / LOF

Sin embargo, no debió ver tan mal a su equipo un Germán Crespo cuya única permuta fue la de dar entrada a Marco Camus por un Carracedo lastrado por una semana en la que un proceso gripal le impidió trabajar con normalidad. Hombre por hombre y ni hablar de alguna variante que permitiera a su equipo intentar equilibrar la batalla en la medular que le estaba costando el dominio del partido.

Con ese panorama, no cabía esperar un cambio de guion en un partido que el Talavera siguió dominando, ya sin ese brío del primer tiempo, pero con bastante solvencia. Los de Pedro Díaz siguieron merodeando el área de Carlos Marín, sin que el Córdoba lograse sacarse de encima esa incomodidad que le acompañó durante todo el encuentro.

Salvo por un intento de Kike Márquez que desbarató Biel Ribas, el bagaje en ataque de los blanquiverdes fue nuevo hasta el minuto 70, cuando Germán Crespo, excesivamente conformista a la hora de hacer los cambios, optó por dar entrada a Willy Ledesma y Caballero para buscar más presencia en la medular y en el área rival. El de Torremejía tardó poco en aparecer, pero su remate a una falta lateral botada por Kike Márquez lo anuló el árbitro por fuera de juego cuando ya se había colado en la meta rival.

Con el ritmo del partido cayendo ya en picado, el Córdoba no fue capaz de encontrar la vía para imponer ni tan siquiera su mayor frescura ante un rival que solo hizo un cambio ante la falta de recursos en su banquillo. Sin continuidad en el juego, la iniciativa siguió del lado de los locales, aunque cada vez con menos fuerzas para buscar el gol. Apenas un trallazo lejano de Marco Camus en una acción individual fue todo el bagaje que presentaron los de Germán Crespo, que pueden dar por bueno el punto sumado en Talavera, donde si no perdieron fue gracias a Carlos Marín.

Para colmo de males, Muresan Muresan sacó los pies del tiesto en la última jugada del partido y expulsó a Jorge Moreno con roja directa por una falta sin más. Un despropósito arbitral que generará un problema en defensa al CCF para la siguiente jornada. Con todo, la barrabasada arbitral no varía un ápice la sensación que dejó el partido. Una semana más, el Córdoba sigue instalado en la mediocridad.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios