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El paso del color al negro

  • La victoria es el único camino que tiene el Córdoba para alejarse del peor arranque liguero de su historia y dar algo de luz a una oscura temporada

  • Se esperan novedades en el once

Sin el más mínimo recuerdo de los días de vino y rosas, de la etapa en las que los abrazos y parabienes estaban a la orden del día, llega el momento de que el Córdoba dé todo lo que tiene para, al menos, poner algo de color a una temporada oscura ya desde el inicio que amenaza con tornarse en negra. Que la luz aparezca, aunque sea de forma tenue, depende única y exclusivamente de los profesionales blanquiverdes, todos, los que están en las oficinas y los que pisan el verde, que deben empezar a entender que con el escudo es mejor no jugar. Ni con la historia, que tiene capítulos lamentables que sólo una victoria hoy ante el Almería harían esquivar. Parece, por tanto, que sin necesidad siquiera de mirar al esperpento más cercano, hay motivos de sobra para que las palabras de toda la semana se traduzcan de una vez por todas en hechos y pueda verse una versión fiable y competitiva del equipo. Porque de lo contrario, las curvas empezarán a ser comunes en la hoja de ruta.

Con sólo tres puntos en el casillero, tras haber defendido 21, los blanquiverdes sólo pueden ser colistas de esta Liga 1|2|3 que amenaza con empezar a repartir roles. El peor arranque de la historia del club está en el uno de 21 que firmó con Esteban Vigo en el curso 04-05 (sí, el del cincuentenariazo), que tuvo continuidad con una victoria en la octava parada. Por tanto, empatar hoy ante el Almería, que sería sumar un nuevo fiasco a priori, igualaría aquel registro que sólo el triunfo dejaría atrás. Perder, no sólo supondría pasar a tener un lugar donde nadie quiere, sino que obligaría a la propiedad a tomar decisiones drásticas, dejando a un lado la línea de calma y tranquilidad impuesta estos días en los que la guillotina ya estaba preparada.

Pero más allá del pasado, lo importante es reconducir el presente y empezar a alumbrar un camino lleno de espinas, deportivas y ajenas al balón, que sólo complican la ansiada vía hacia el éxito. En esa búsqueda, y tras el fiasco grosero de Los Cármenes, lo normal es que Sandoval agite de nuevo la alineación, aunque según advirtió en la previa su apuesta por el dibujo seguirá inalterable. Claro está que la ejecución del plan dependerá tanto de su planteamiento como de lo que dispongan los futbolistas, que esta semana han asumido su papel en el discurso, aunque la clave está en que lo hagan en el campo. O al menos, que su actitud sea cuanto menos decorosa y si el rival es mejor, pues habrá que apechugar. Pero que no sea por deméritos...

Después de haber probado a todo su plantel, salvo a Luis Muñoz y Sebas Moyano en la Liga, acertar por dónde puede ir la elección hoy se antoja complicado. La ausencia del lesionado Jesús Valentín quizás trastocó algo los planes al madrileño, por lo que en defensa las modificaciones podrían ir exclusivamente en los costados. En la medular, Bambock y Blati Touré, más enérgicos que tácticos, dejaron mil dudas en Granada y Vallejo, Javi Lara, Quim Araujo y hasta Miguel de las Cuevas opositan a entrar en un equipo que tampoco ofrece muchas garantías en ataque, sobre todo en la referencia, pues por fuera las miradas apuntan a Jovanovic, Jaime y Galán. Pero al final, como siempre, depende de la actitud.

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