Fuenlabrada - Córdoba CF | La crónica

El Córdoba CF pierde el Norte en Fuenlabrada (2-0)

De las Cuevas, cabizbajo, saluda a Álex Prieto, el preparador físico del Córdoba CF. De las Cuevas, cabizbajo, saluda a Álex Prieto, el preparador físico del Córdoba CF.

De las Cuevas, cabizbajo, saluda a Álex Prieto, el preparador físico del Córdoba CF. / LOF

Escrito por

L. R. D.

El Córdoba CF consumó en Fuenlabrada su descomposición como equipo, con una actuación impropia, para servir en bandeja la cabeza de su entrenador a un club que más pronto que tarde tendrá que tomar una decisión que hace semanas se viene fraguando. En algún momento de la temporada, la misma que el conjunto blanquiverde empezó como un rayo, algo se quebró en el vestuario de El Arcángel hasta alcanzar el punto de lo visto en el Fernando Torres de Fuenlabrada. Un partido que hace un daño terrible al club y su afición, que recuerda a épocas recientes del pasado de las que nadie se quiere acordar. 90 minutos de esos que invitan a guardar la bufanda en el baúl y partir el abono en pedazos.

Si ya había dudas sobre el respaldo de los futbolistas del Córdoba CF hacia su entrenador, el partido perpetrado en Fuenlabrada habla por sí solo. Y cuando un vestuario alcanza ese punto de no retorno, la siguiente decisión está cantada. El problema es que por el camino hacia la destitución de su entrenador, los futbolistas están arrastrando un escudo por el que miles de aficionados sufren semana a semana.

Lo acontecido en Fuenlabrada deja en una situación muy delicada a Germán Crespo, pero en realidad habla peor de los verdaderos protagonistas del juego, un grupo de futbolistas que no quisieron mostrar sentido de la profesionalidad. Al menos una pizca de amor propio para evitar que te pinte la cara un rival moribundo que apenas tuvo que pisar el acelerador para llevarse la victoria. En esta situación, el Córdoba es un chollo para cualquier contrincante que quiera revitalizarse.

Claro que la actitud de los futbolistas no salva de su cuota de responsabilidad a un técnico que en Fuenlabrada volvió a intentar tirar un muro a cabezazos. Después de cinco semanas sin ganar, Germán Crespo insistió en un planteamiento que no le está llevando a ningún sitio, variando hombre por hombre en algunas posiciones de su once inicial, y dejando evidencias de que no tiene argumentos para reflotar al equipo.

Jorge Moreno remata de cabeza en una de las pocas ocasiones del Córdoba CF en Fuenlabrada. Jorge Moreno remata de cabeza en una de las pocas ocasiones del Córdoba CF en Fuenlabrada.

Jorge Moreno remata de cabeza en una de las pocas ocasiones del Córdoba CF en Fuenlabrada. / LOF

Del partido en sí, poco se puede contar. El Córdoba se encontró a un rival temeroso y desarmado, con apenas cinco jugadores de campo y un portero en el banquillo y la moral por los suelos. Pero claro, al Fuenlabrada le tocó la lotería de tener enfrente a un equipo que ha decidido bajar los brazos. Los primeros compases ya dejaron ver a un equipo sin chispa y con nulo atrevimiento, pese a las facilidades que ponía un conjunto madrileño sin contundencia para mandar e imponer su juego.

Con todo, los de Alfredo Sánchez ya pudieron adelantarse a los 20 minutos, con un cabezazo de Fer Ruiz, solo en el punto de penalti, tras centro de Iban Salvador. Poco después de superar la media hora de juego, Gudelj sacó bajo palos un disparo de Iban Salvador en otra acción deficiente en defensa de los blanquiverdes.

Fue el preludio del gol que desencadenó el revés. Álvaro García agarró un balón en la zona de tres cuartos del campo y, libre de marca, armó la zurda para sorprender a Carlos Marín con un tiro que el portero almeriense, en condiciones normales, no tendría problema alguno en detener. A ese revés sí pareció reaccionar el Córdoba, aunque sin fútbol y encomendado al balón parado. Dos faltas laterales por Kike Márquez antes del descanso las cabecearon primero Jorge Moreno al palo y luego Caballero fuera cuando estaba libre de marca. Camino de vestuarios, nada bueno se barruntaba.

La confirmación llegó en una malísima segunda parte. Germán Crespo optó por no variar nada, desoyendo las alarmantes señales que lanzaba su equipo. Y poco tardó el Fuenlabrada en abrochar el duelo. En el minuto 54, Gudelj perdió un balón de manera inexplicable cuando trataba de salir desde atrás y puso en bandeja el gol a Cristóbal.

Kike Márquez conduce el balón presionado por Álvaro García. Kike Márquez conduce el balón presionado por Álvaro García.

Kike Márquez conduce el balón presionado por Álvaro García. / LOF

El 2-0 abrochó el encuentro, aunque el técnico blanquiverde trató de quemar sus naves pasando a jugar con tres defensas y poblando de jugadores el área rival. Una variante que no evitó que el Córdoba siguiera a la deriva, sin disparar a portería. Ninguno de los intentos de Crespo de levantar a su equipo surtieron efecto y el Fuenlabrada sumó los tres puntos más cómodos de la temporada, mientras el Córdoba confirmaba su descalabro.

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