Córdoba CF

El volver a empezar de Manu Miquel

  • El ex canterano blanquiverde afirma que "el Don Benito me ha devuelto la ilusión por el fútbol"

  • Una lesión muscular le impedirá jugar ante un Córdoba al que "algún día" le encantaría "volver"

Manu Miquel celebra uno de los goles de su equipo en su visita al Sevilla Atlético.

Manu Miquel celebra uno de los goles de su equipo en su visita al Sevilla Atlético. / El Día

No le ha sido nada fácil llegar donde está, situado en Segunda División B, pese a que siempre ha sido requerido por equipos de la categoría, incluso con la oportunidad de volver a saborear la Segunda División, tras ver cortada su carrera en el Córdoba. Pero la verdadera zancadilla a Manuel Miquel Serrano (Palma del Río, 23-agosto-94) le llegó en forma de lesiones, dos en la misma rodilla, que le tuvieron apartado de los terrenos de juego durante bastantes meses. Incluso la mala suerte le hará perderse el partido de este domingo ante el Córdoba después de sufrir una tendinopatía en el cuádriceps: "No llego, hay que andar precavidos".

El palmeño llegó al club blanquiverde en edad cadete para formar parte del equipo de Andaluza. Su rendimiento le fue haciendo subir peldaños con rapidez e, incluso siendo juvenil, debutó en el filial de la mano de Alessandro Pierini. Lo hizo en Alcalá de Guadaíra, donde tuvo un estreno perfecto: fue titular y logró además un gol. Pero ahí no quedó la cosa, pues en la siguiente temporada, todavía en edad formativa y con poco más de 18 años, Juan Eduardo Esnáider le dio la oportunidad de debutar en Segunda División, algo que recuerda como si fuera ayer mismo.

"Jugué con el primer equipo un partido amistoso en mi pueblo. Esnáider me llamó, me estrechó la mano y me felicitó por los 45 minutos que había jugado; me dio la enhorabuena. El martes siguiente llegó a ver el entrenamiento del filial y me llamó para entrenar con él", comenta orgulloso el jugador palmeño, que culminó el proceso con su debut en la competición oficial, en la penúltima jornada (2 de junio de 2013) ante el Mirandés, y en El Arcángel.

"Yo entrenaba, pero no miraba la lista de convocados; fue una sorpresa y llamé a mi padre corriendo. El domingo, cuando Esnáider levantó la pizarra y veo que mi nombre está en la alineación me entró mucha alegría, no sé si de emoción o asustado por lo que se me venía encima, pero para mí, hasta ahora es lo más bonito que me ha pasado en el fútbol". Ese día disputó los 90 minutos y, en el encuentro siguiente, otros 35. "Para mí fue un orgullo y una satisfacción muy grande poder jugar con el equipo de mi ciudad, más cuando estaba siendo un año jodido por las lesiones, que me tuvieron parado algún tiempo", indica Manu Miquel.

A pesar de las buenas maneras y las expectativas en torno a él, las puertas del Córdoba se le terminaron por cerrar. "Yo tenía ilusión por continuar y fue una tristeza muy grande. Mi aspiración no era ser parte del primer equipo, simplemente quería que se valorase el trabajo que venía haciendo cuatro temporadas atrás. Ese reconocimiento no se llevó a cabo y también se unió que Esnáider salió del club".

"Algún día me encantaría volver y disfrutar"

Eso no quita que todavía sueñe con regresar a la que fue su casa, ya que "vestir esa camiseta sería lo más. Tengo un cariño muy especial al Córdoba y a su gente. Mi gente, mi familia, sigue al Córdoba todas las semanas y yo soy del Córdoba. Al final es el equipo que me vio crecer y, por qué no, algún día me encantaría volver y disfrutar junto a mi familia de los éxitos deportivos tanto individuales como del Córdoba".

Pero eso es el futuro. El pasado dice que tras su salida de El Arcángel, el palmeño optó por enrolarse en el Albacete, donde permaneció tres temporadas, volviendo a saborear la Segunda División. Desde entonces, se ha convertido en un trotamundos, lo que le ha servido de "aprendizaje, y aprender de diferentes costumbres y clubes". "He aprendido a diferenciar la suerte que es estar en equipos como el Albacete, donde lo tienes todo a tu alcance, o en equipos más humildes como el Socuéllamos o el Jumilla, que al final es constancia y trabajo lo que te hace que mejores".

A lo que no renuncia Manu Miquel es a seguir progresando, porque “si no tenemos esa ambición y esa ilusión por seguir hacia delante, no seríamos nadie. Este año está siendo maravilloso, súper bonito y quiero terminar en Don Benito con una sensación muy positiva y, si Dios quiere, incluso estar aquí más tiempo”.

El centrocampista cordobés y ex cordobesista confiesa que pasa "por uno de los mejores momentos" de su vida porque "el Don Benito me ha devuelto la ilusión por jugar al fútbol y, tanto la ciudad como el club, para mí, están siendo fundamentales. Quiero seguir avanzando y mejorando para que, si algún día llega esa oportunidad de subir un escaloncito más, lo subamos".

Pero mirando de nuevo al pasado, Miquel reitera que "el Córdoba es fundamental en mi vida; los cuatro años que pasé fueron maravillosos y conocí a gente como Fede Vico, Fernández o José Antonio González. El Córdoba para mí está muy presente y esta temporada que lo tengo en mi categoría, lo vivo de forma más intensa que otros años. Por supuesto quiero que ascienda a Segunda y consiga el objetivo que es mantenerse en la categoría de plata, que yo creo que el club y su afición se merecen".

Manu Miquel, en su debut con el Córdoba ante el Mirandés, pugna con Iván Agustín. Manu Miquel, en su debut con el Córdoba ante el Mirandés, pugna con Iván Agustín.

Manu Miquel, en su debut con el Córdoba ante el Mirandés, pugna con Iván Agustín. / El Día

Sobre todo ahora por toda la situación que hay en torno al club. "Se está alborotando todo, y el Córdoba y su afición no merecen esto. Nada ni nadie está por encima de ese escudo ni de esa ciudad. Me duele ver al Córdoba en esa situación. Cuando yo estaba allí funcionaba de otra forma. Desde aquí, mandarle un mensaje de ánimo a jugadores y cuerpo técnico, que ellos tengan la cabeza donde la tienen que tener y creo que van a conseguir su objetivo", insiste Manu Miquel, que cree que su rival del domingo "tiene una gran plantilla y debe conseguir el objetivo; que estén tranquilos y peleen realmente por devolver al Córdoba a donde merece. Institucionalmente no sé cómo saldrá la cosa, me duele mucho esta situación. Yo lo que quiero es que el Córdoba siga compitiendo y ascienda a Segunda, que es lo que merece el club".

Desde la distancia, también se atreve a advertir que "estos años de atrás no sé si la gestión ha sido mejor o peor, pero dejar a un equipo como el Córdoba en Segunda B y con una deuda tan grande, para mí es un error. Creo que debe salir adelante. Como cordobesista y como cordobés voy a intentar que el Córdoba salga hacia adelante", continúa el palmeño, que ahora defiende los colores del Don Benito y, por tanto, vivirá el partido "como un calabazón más".

"Me dolerá no estar porque es un partido que llevaba esperando mucho tiempo porque era muy bonito jugarlo. Me tocará vivirlo desde fuera y mordiéndome las uñas; lo viviré de otra forma, pero el partido será muy bonito, igualado y nosotros deberemos estar muy concentrados para no conceder ningún error, ya que el Córdoba tiene jugadores muy buenos que en cualquier momento te hacen daño", finaliza Manu Miquel, que es consciente de que "ver esa camiseta y esos colores es especial, pero necesitamos conseguir el triunfo. Luego que ascienda el Córdoba y se salve el Don Benito, pues celebraría la permanencia aquí y el ascenso allí".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios