Córdoba CF

La historia interminable

  • Carlos González endurece su crítica hacia Jesús León y ofrece detalles de su supuesto proyecto de retorno

  • El montoreño sigue sin dar explicaciones y sin solucionar los impagos

Carlos González, en una de sus últimas comparecencias como presidente del Córdoba.

Carlos González, en una de sus últimas comparecencias como presidente del Córdoba. / Juan Ayala

El Córdoba sigue instalado en la convulsión como forma de vida.El club blanquiverde, que apenas tuvo unos días de paz tras la agónica permanencia de la temporada pasada, se enfrenta a una de las realidades más complicadas de su historia, con una situación financiera límite y una lucha de poder por su control accionarial que puede enfangar en los próximos meses el normal funcionamiento de la entidad.

Las tremendas dificultades en las que se halla envuelto el club han hecho que Carlos González vuelva a la primera línea mediática. En un intento de no se sabe muy bien qué –si bien presionar a León para que complete el pago de los 4,5 millones de euros que cerrarían la compra-venta de la entidad, o bien recuperar de manera anticipada el control del club si es que el empresario montoreño no piensa cumplir con sus obligaciones de pago–, el que fuera máximo accionista de la entidad realizó entre ayer y el lunes una completa ronda por medios de comunicación para lanzar críticas a la actual situación del club e incluso esbozar las primeras líneas del que sería su proyecto de regreso a El Arcángel.

Unos medios de comunicación a los que, en general –porque siempre tuvo sus allegados–, dificultó su trabajo hasta el extremo e incluso vetó en repetidas ocasiones hasta ningunearlos, negando su importancia como nexo de unión entre el club blanquiverde y su afición.

Pero todo aquello parece haberlo olvidado y González ahora no duda en disparar con bala a la hora de hablar de la gestión de Jesús León. Una gestión, por otra parte, que se define así sola con la nefasta y dramática situación que vive el club.

González pondría a “un cordobés de reconocido prestigio” al frente del club si lo recupera

Quizás por eso, el empresario tinerfeño afincado en Madrid ejerce presión sobre el actual presidente del Córdoba, incluso desvelando detalles como que si recupera el club no será su presidente, porque para dicho puesto ya ha pensado en un "cordobés de reconocido prestigio", como deslizó ayer en los micrófonos de Canal Sur Radio Córdoba, donde también apuntó que ya tiene hasta a un supuesto director deportivo trabajando para llegar con los deberes hechos. Y es que el ex máximo accionista de la entidad cordobesista tiene claro que si León no es capaz de mantener al corriente de pago las nóminas de los trabajadores del club, complicado será que pueda hacer frente antes del 31 de julio al pago de 4,5 millones de euros que cerraría el trasvase definitivo del paquete mayoritario de acciones del club.

Algo lógico de pensar, por otra parte, sobre todo teniendo en cuenta que Jesús León sigue sin romper su silencio. Pese a que el club comunicó a los medios que durante esta semana el máximo accionista y presidente de la entidad comparecería ante la opinión pública, la esperada rueda de prensa sigue sin fecha definida.

León sigue guardando silencio mientras sus trabajadores van hacia el tercer mes sin cobrar

León, que parece ignorar que en ocasiones el que calla otorga, sigue intentando apurar el tiempo para conseguir cierta liquidez que le permita hacer frente a alguna de las dos nóminas que todavía adeuda a sus trabajadores. Deuda que este viernes alcanzará los tres meses, pues desde que el montoreño aterrizó en el club, el margen de pago se estiró hasta el día 10 de cada mes.

Una liquidez que el club intenta conseguir descontando los pagarés del traspaso de Sergi Guardiola y Álvaro Aguado, pero que no paliarán ni solucionarán la delicada situación económica del club, más allá de ser un parche temporal. Con pocos argumentos para defenderse tras una gestión ruinosa, el montoreño sigue alargando la espera de esas supuestas explicaciones que ofrecería, agrandando a la vez la incertidumbre que rodea al club.

Y en medio del fango, los trabajadores siguen afrontando el día a día con honda preocupación, en muchos casos con situaciones personales de extrema urgencia para salir adelante. Ellos son los verdaderos perjudicados de los dardos interesados de unos y del incomprensible silencio de otros. Una guerra que amenaza con alargar la historia interminable (e ignominiosa) del Córdoba.

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