El Granada llega a El Arcángel en su peor racha de la temporada, tras dos derrotas consecutivas y ganar sólo uno de sus últimos siete partidos. Pese a esta mala dinámica, tras haber estado diez jornadas como líder, se mantiene en play off. Además, el conjunto nazarí es el menos goleado de la categoría y uno de los más realizadores, pese a no haber marcado en las tres últimas jornadas. Por si fuera poco, el conjunto de Diego Martínez llega con bajas importantes, como los sancionados Quini, Adrián Ramos y Aarón Escandell, más los lesionados José Antonio González, Álex Martínez y Fran Rico.

Sin balón

El Granada es un equipo que esconde bien sus debilidades y sabe explotar su potencial. Es reconocible, pero al tiempo, difícil de contrarrestar. Diego Martínez utiliza de inicio un 4-2-3-1, aunque pasa al 3-5-2 si pretende defender una renta o buscar más llegada si el resultado es adverso.

Con Rui Silva en portería, alinea por delante a Víctor Díaz en el lateral derecho, aunque por momentos puede jugar como tercer central, mientras que en el izquierdo jugaría Adri Castellano, ante las bajas de Álex Martínez y Quini. En el centro son habituales Germán y Martínez, jugadores muy compenetrados, de gran posicionamiento táctico, buenos marcadores y con buena salida de balón.

Con balón 

En la medular utiliza dos pivotes con carácter más defensivo y una línea de tres mediapuntas que dotan al equipo de una gran calidad en fase ofensiva, con rapidez y velocidad en las transiciones, desborde, imaginación y buen disparo. En el doble pivote, Fede San Emeterio y Montoro son generosos en el esfuerzo y equilibran el equipo. El primero ofrece un trabajo descomunal en la recuperación, acaparando además mucho terreno con la ayuda de Montoro, buen gestor del juego, que además de seguridad defensiva aporta llegada desde segunda línea y argumentos para circular el balón.

Por delante, en la media punta, Diego Martínez suele alinear a Vadillo, Fede Vico y Pozo, aunque sin descartar a Dani Ojeda o Antonio Puertas. Todos tienen una enorme capacidad para intercambiar posiciones, lo que les da mayores posibilidades para encontrar huecos. Además, no suelen recrearse en la elaboración en campo contrario, donde imprimen intensidad, velocidad y verticalidad. Como referencia en ataque, Rodri cubrirá la baja de Adrián Ramos.

Lo mejor

La solvencia defensiva.

Lo peor

La mala dinámica en la que llega.