Córdoba CF

El Córdoba CF tiene que aprender a defender su botín

  • Los blanquiverdes sufrieron ante el Granada su tercera remontada en las últimas cuatro jornadas

  • Como en la anterior cita en casa con el Albacete, los goles rivales fueron consecutivos

Carrillo se lamenta de una ocasión junto a Adri Castellano.

Carrillo se lamenta de una ocasión junto a Adri Castellano. / Álex Gallegos

Con fichajes o sin fichajes, el Córdoba sigue siendo un equipo frágil, sobre todo de mente. Un grupo que vive en el alambre, pero se cae al más mínimo zarandeo. Le ocurrió en Alcorcón, ante el Albacete y el Granada, duelos en los que, como en Tenerife, comenzó ganando para terminar con un cero en su casillero de puntos. Tres remontadas sufridas en los últimos cuatro encuentros disputados, las tres completas que acumula el equipo desde que arrancó el campeonato, provocadas al más mínimo golpe del enemigo.

Al contrario que en otras fases de la temporada, el CCF ahora es un conjunto capaz de competir, en casa y fuera, aunque eso no siempre le da para conseguir victorias. Las acaricia, a veces las merece –o al menos no irse de vacío–, pero no termina de dar el paso final. Y ahí está el principal problema, porque es eso precisamente lo que necesita para salir del sótano de la clasificación en el que habita desde el inicio de LaLiga 1|2|3, y en el que seguirá al menos un par de semanas más, en el mejor de los casos.

En los últimos cuatro partidos, el conjunto de Curro Torres ha golpeado primero, se ha adelantado en el marcador, otrora lo más complicado. Pero sólo en uno de ellos sumó, en forma de victoria. Fue en Tenerife, en el único encuentro en el que no encajó gol, en el único que dejó su puerta a cero, para terminar consiguiendo su primera alegría a domicilio del curso. Parece claro cuál es el camino a seguir, con independencia de quiénes estén en el verde. Porque cuando el rival anota... ¡Ay!

Por cuarto partido seguido, el CCF se adelantó en el marcador; sólo en Tenerife aguantó la ventaja

A pesar del cambio de sistema, que refuerza el juego sin balón y da una mayor confianza a la última línea de resistencia del equipo y al portero, el Córdoba continúa siendo vulnerable cerca de su área, unas veces por dentro y otras por fuera. Le cuesta hallar el punto de concentración idóneo para sentirse cómodo y crecer de atrás hacia adelante. Sólo lo encontró en el Heliodoro, cuando bloqueó bien las salidas en transición de los chicharreros, juntó más las líneas, acumuló un punto más de posesión de balón y se mostró seguro a la hora de cortar los envíos laterales.

Pero en el resto de choques de este último mes, eso no ha ocurrido. El enemigo ha marcado y, por ende, se ha terminado llevando los puntos en litigio. Todos. Además, los goles del adversario han llegado casi siempre de manera consecutiva, ahondando en el hándicap de un CCF que se bloquea al más mínimo golpe y que, por algo, es el grupo más goleado de la categoría de plata.

Si recibe el primer gol, el segundo viene en camino

El Alcorcón necesitó 17 minutos para voltear el tanto inicial de Andrés Martín; el Albacete sólo restó cinco al reloj para pasar del 1-0 firmado por De las Cuevas, al 1-3 definitivo, y el Granada en apenas cuatro puso de su lado un partido que se le había complicado desde el arranque con el golazo del joven delantero de Aguadulce, en el primer ataque local.

Esas tres remontadas, acumuladas en sólo cuatro partidos que podrían haber cambiado el decorado de la temporada, son las únicas que ha sufrido el Córdoba. Hubo dos intentos más, pero quedaron en eso, ambas con Sandoval al frente del proyecto. Fue en la jornada inaugural, ante el Numancia, cuando los sorianos dieron la vuelta a un 2-1 para finalmente firmar un reparto de puntos (3-3). Y en la visita del Extremadura, que volteó el 1-0 al inicio del segundo acto antes de que la reacción liderada por Jovanovic rubricara un espectacular 4-2.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios