El Córdoba CF visitará este sábado por primera vez en sus 65 años de historia el Nuevo Campo Municipal de Villarrubia de los Ojos, un estadio que pasa por el único de los 20 del Grupo IV de Segunda B de césped artificial. Pero más allá de la preocupación por la superficie sintética que puede tener sobre todo la plantilla, el gran problema que se le presenta al cuerpo técnico son las particulares dimensiones del terreno de juego, sensiblemente más reducidas de las habituales en la categoría.

Tal vez por ello, y para dibujar un plan adecuado, Enrique Martín decidió visitar el martes el escenario del próximo partido del CCF. Y ya ayer, con motivo de la primera sesión de entrenamiento, el preparador navarro comenzó a trabajar sobre las anotaciones hechas, con una primera medida: estrechar el campo principal de la Ciudad Deportiva, para adaptar las circunstancias lo más posible a lo que será la realidad.

Porque toda precaución es poca para intentar luego plasmar en el verde la teórica superioridad que debe tener el cuadro cordobesista ante un recién ascendido y debutante en Segunda B que el sábado vivirá el debut ante su público. Lo hará con el aval del empate sin goles arrancado en el estreno en Algeciras y su buen rendimiento de local en el ejercicio anterior, pues fue en casa donde cimentó su histórico ascenso.

Pero, ¿qué tiene que temer el Córdoba de la escuadra que dirige Javi Sánchez? Los conceptos habituales sobre los que se viene basando el juego del Villarrubia, sobre todo de local, son el juego directo cruzado, buscando la superioridad por el lado contrario de donde se encuentra la pelota en ese instante con buenos cambios de orientación, y la llegada de los jugadores de segunda línea por sorpresa, para precisamente exprimir esos balones luego colgados al área.

Varios titulares ausentes junto al 'tocado' Román

Esas armas obligan a mantener desde el primer momento tanto la concentración –ya lo ha advertido Isaac Becerra– como la intensidad al máximo, pues de lo contrario el equipo lo puede pasar mal. No sólo los defensas o los futbolistas de la última línea de resistencia, sino también los centrocampistas a la hora del repliegue y las ayudas, y los atacantes para dificultar los envíos direccionados. Una labor de conjunto sobre la que ya trabaja Enrique Martín y sobre la que a buen seguro seguirá insistiendo hasta el día del partido.

Una cita para la que continúa estando más que dudosa la presencia de Fernando Román, consecuencia del esguince de tobillo que ya lo dejó fuera de combate para el estreno ante el Recreativo Granada. El central madrileño es el único tocado del plantel, aunque el miércoles estuviera acompañado en el estadio por varios compañeros más mientras el resto se ejercitaba en la Ciudad Deportiva en compañía, una vez más, de varios canteranos. Así, titularísimos como Miguel de las Cuevas, Juanto Ortuño, Becerra o Javi Flores se quedaron haciendo en el gimnasio entrenamiento específico.