Córdoba CF - AD Ceuta | La Crónica

Un punto en medio del caos (3-3)

Los jugadores del Córdoba CF reprochan a los del Ceuta su actitud tras el 3-3. Los jugadores del Córdoba CF reprochan a los del Ceuta su actitud tras el 3-3.

Los jugadores del Córdoba CF reprochan a los del Ceuta su actitud tras el 3-3. / Miguel Ángel Salas

Escrito por

· Rafael Cano

Redactor

El Córdoba CF - Ceuta tuvo de todo. Fútbol, tensión y hasta un momento de zozobra con un episodio de salud en la grada que revivió fantasmas del pasado más reciente en El Arcángel. Un partido tenso y bronco -bonito también por momentos- entre dos aspirantes al ascenso que el Córdoba tuvo perdido, para más tarde rescatarlo y ver como se le volvía a ir de las manos cuando el camino parecía allanado hacia los tres puntos.

Dentro del aluvión de factores que marcaron el partido, el Córdoba puede sacar como lectura positiva que sacó un punto de un duelo en el que fue sometido por su rival por muchos momentos, especialmente en la primera parte. Ahora bien, la lectura global es menos alentadora porque, tras el revés que supuso no ganar en Málaga cuando debió hacer, el Córdoba se ve ahora atascado tras dos empates consecutivos que le vuelven a alejar de ese objetivo del play off que ve de cerca desde hace semanas pero que nunca llega a tener en su poder. Sin una regularidad de resultados, vuelven las dudas, porque la clasificación no entiende de sensaciones.

Con Diarra fuera de la lista por sanción, el dilema para Iván Ania se centraba en el acompañante de Isma Ruiz. Y el técnico apostó por Recio, en la primera titularidad del malagueño. Una decisión que debía entenderse por la fortaleza del Ceuta en la medular, pero que condenaba al Córdoba a jugar sin un mediocentro organizador claro y con capacidad de marcar el ritmo del partido con el balón. Ese fue el guion del primer tiempo, en el que el Ceuta impuso su contundencia y su claridad de ideas, ayudado por la espesura e imprecisión de un Córdoba que perdió muchos balones en la medular, facilitando las rápidas transiciones de un equipo que, si en algo es brillante, es precisamente en esa faceta.

El conjunto ceutí encontró pasillos para atacar prácticamente desde el primer momento. Ni dos minutos tardaron los de José Juan Romero en avisar, cuando Aisar sacó un centro desde la derecha que Uche remató a portería para finalizar una buena salida desde campo propio de su equipo. Los norteafricanos, alternando el bloque alto y el bloque medio en la presión, hicieron dudar al Córdoba y no encontrar comodidad ni caminos claros para armar su juego. La consecuencia fue un juego inconexo y reactivado a tirones, casi siempre con Carracedo como único estilete capaz de estirar a los blanquiverdes hasta la portería rival.

Pese a todo, el Córdoba tuvo muy cerca adelantarse a los diez minutos, cuando Recio botó un córner que Gudelj remató solo en el punto de penalti tras un par de buenos bloqueos en el área ceutí. El remate del central lo repelió Pedro López a un nuevo córner, tras el que el Ceuta cogió a los blanquiverdes en un lamentable balance defensivo que no costó el gol por el mal último pase del conjunto visitante.

Isma Ruiz celebra su gol en el Córdoba CF - Ceuta. Isma Ruiz celebra su gol en el Córdoba CF - Ceuta.

Isma Ruiz celebra su gol en el Córdoba CF - Ceuta. / Miguel Ángel Salas

Con la banda izquierda como principal bastión, merced a la mala colocación de un Albarrán demasiado desdibujado, el partido fue del Ceuta en todo momento, con un Córdoba incapaz de ajustar su presión sin balón y de encontrar claridad cuando tenía la pelota, pues los mediocentros no tomaban la iniciativa para armar el juego y el mediapunta, Kike Márquez, no era capaz de aparecer con acierto lejos de la portería rival.

Con ese escenario, era cuestión de tiempo que las peligrosas transiciones del Ceuta encontraran su premio. El botín del gol llegó en un nefasto repliegue defensivo (uno más) del Córdoba, que Meléndez aprovechó para dar salida rápida a su equipo y conectar con Redru, que ganó línea de fondo y chutó con fe, encontrando un flojo rechace de Carlos Marín que Jota cabeceó a placer.

El gol hizo justicia al repaso táctico de José Juan Romero a Iván Ania y el Córdoba acusó el golpe. Tanto fue así que apenas fue capaz de crear peligro en ese tramo medio de la primera parte, más allá de las arrancadas de Carracedo, saldadas con suerte dispar. En un buen centro del extremo Simo no llegó al remate en el segundo palo. Sin continuidad en el juego, el CCF fue un equipo vulgar en ese tramo del partido.

Por fortuna, los blanquiverdes no pagaron más caro su mal desempeño porque el Ceuta pareció perder por momentos el colmillo que había mostrado hasta adelantarse en el marcador. Eso hizo que los de Ania se enganchasen al partido aprovechando una jugada a balón parado, suerte en la que el Córdoba no suele ser un equipo dominador. Recio botó una falta frontal buscando a Carracedo y los bloqueos en el área permitieron a Isma Ruiz aparecer libre de marca en zona de remate. El granadino golpeó de primeras el pase de su compañero para poner el 1-1.

El tanto del empate fue un respiro para el CCF, que hasta se permitió el lujo de acabar mejor que su rival el primer tiempo, con ese impulso que insufló un gol fundamental para no tirar la toalla antes de tiempo. El Ceuta perdió el insultante control que había exhibido hasta el momento y en el único balón que perdió en campo propio, ya en el añadido, permitió a Simo conectar con Carracedo, que dribló a Redru y puso un balón envenenado en el segundo palo que Aisar despejó antes de que Kike Márquez llegase a rematar. Un final aliviado para un primer tiempo malo de los blanquiverdes.

Carracedo trata de dejar atrás a Meléndez en un lance del Córdoba CF - Ceuta. Carracedo trata de dejar atrás a Meléndez en un lance del Córdoba CF - Ceuta.

Carracedo trata de dejar atrás a Meléndez en un lance del Córdoba CF - Ceuta. / Miguel Ángel Salas

El segundo tiempo arrancó de manera radicalmente opuesta a la primera. Un Córdoba dominador fue capaz de someter al final al Ceuta en un inicio fulgurante. Y el árbitro, para qué negarlo, también ayudó. Un balón en largo de Lapeña dejó a Simo ante Pedro López. El extremo fue al suelo al entrar en contacto con el arquero y el colegiado señaló un penalti que solo él vio, para regocijo de un Kike Márquez que puso el 2-1 desde el punto fatídico.

Casi sin merecerlo, el Córdoba se vio por delante y quiso aprovechar su buen momento para finiquitar el encuentro. Carracedo lo probó con un gran centro que Simo no alcanzó ante la buena intervención de Saturday. El partido se rompió por completo y eso convenía poco al equipo que mandaba en el marcador. Y es que el Ceuta empezó a conceder atrás como no lo había hecho hasta entonces, pero también recuperó su ambición ofensiva. Así, en un centro de Cedric desde la izquierda que salió rebotado, Ñito entró al primer palo e igualó la contienda.

Sin tiempo para regodearse en sus dudas defensivas, el Córdoba se recuperó gracias a la brillantez de un Álex Sala que solo cinco minutos después del empate puso el 3-2 con un trallazo espectacular que se coló por la escuadra, facilitado por una brillante recuperación de Simo en campo rival. El partido, lejos de serenarse, siguió frenético y ahí el Ceuta supo navegar mejor para forzar un penalti de Kike Márquez a Ñito en el enésimo mal balance defensivo del Córdoba.

El gol de Pablo, que volvió a equilibrar el marcador, fue el origen de una tangana provocada por la lamentable actitud de los jugadores del Ceuta (un club que, casualidades de la vida, año tras año se ve envuelto en estas trifulcas) en la celebración. Desde la grada respondieron a las provocaciones de los ceutíes lanzando una botella, en un gesto censurable que fue el pretexto necesario para que algún energúmeno desde el banquillo visitante montase el espectáculo. Un miembro de la expedición caballa saltó al césped con total impunidad agrediendo a Calderón, que cayó en la trampa y terminó expulsado. También vio la roja -además del energúmeno en cuestión- Uche, el futbolista que con sus gestos airados provocó el enfrentamiento.

El parón rompió el ritmo del partido y un gran susto en la grada, con un problema de salud de un aficionado blanquiverde, terminó por enterrar un partido que ambos equipos acabaron con la lengua fuera y problemas evidentes como los que lastraron a Álex Sala. El empate seguramente sabe mejor al Ceuta, que salió indemne de la visita a un feudo siempre complicado. Para el Córdoba CF, supone otro frenazo cuando el salto definitivo de calidad parecía inminente.

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