Una de las más gratas noticias que dejó para el Córdoba CF su visita al Racing Ferrol, además del punto sumado en A Malata, es la constatación de que Calderón sigue creciendo semana tras semana, convertido en uno de los referentes del conjunto blanquiverde. El lateral sevillano volvió a explotar esa especial conexión con Casas para servirle un nuevo gol en bandeja, estirando sus registros hasta las cuatro asistencias, lo que le convierte en el máxima asistente del Grupo I de Primera Federación.

Un dato muy llamativo si se tiene en cuenta que se trata de un lateral izquierdo. Pero es que José Manuel Calderón se ha convertido en un jugador estructural en el equipo entrenado por Germán Crespo. El de Paradas es el único jugador -con la salvedad del guardameta Carlos Marín- que ha completado los 810 minutos de juego en los nueve partidos disputados por su equipo.

Un esfuerzo que no pesa al joven futbolista, que está consolidado ya después de las dudas que conllevaron su fichaje, más por el aspecto extradeportivo que por su calidad, a todas luces de superior categoría. Pero en el Córdoba CF, Calderón está empeñado en lucir y está cuajando una grandísima temporada.

En A Malata, el de Paradas volvió a encontrar a Antonio Casas para servirle un gol en bandeja. Nada más arrancar el encuentro le ganó una acción a Carlos Vicente y conectó con brillantez con Adrián Fuentes. El extremo madrileño no pudo sacar un centro acertado, pero el balón llegó rechazado a Calderón, que tuvo el tiempo suficiente para medir el centro y poner el balón donde Casas lo quería exactamente.

El rambleño cabeceó a gol en una jugada que recordó al tanto que abrió la victoria ante el Algeciras, en el que Calderón le puso al ariete un pase de lujo. A esas dos asistencias hay que sumar las que dio a Simo y a Javi Flores, esta última en el triunfo brillante ante la Cultural y Deportiva Leonesa por 0-3.

Pero es con Casas con el que Calderón está encontrando una fructífera conexión en el terreno de juego. Quizás por la juventud de ambos, su feeling sobre el césped -y fuera de él- es total. De eso se beneficia un Córdoba que tenía un auténtico problema en el carril izquierdo con la lesión de larga duración de Ekaitz Jiménez. La dirección deportiva supo pescar en río revuelto y hacerse con un recambio no solo de garantías, sino con la proyección necesaria que apunta Calderón, al que a sus 22 años se le adivina un futuro en categoría superior, si sigue por el camino marcado.

Con sus cuatro asistencias, Calderón se ha convertido en el mejor asistente de la categoría de bronce. En lo que a su equipo se refiere, el sevillano lidera una clasificación en la que tiene por detrás a Kike Márquez, Christian Carracedo y Miguel de las Cuevas, todos ellos con dos pases de gol. Tres jugadores de ataque cuyos números en esa faceta del juego quedan relegados por la aparición del zurdo, un arma diferencial para el Córdoba de Germán Crespo.