Era su día y lo disfrutaron de lo lindo. Los chicos del equipo del Córdoba CF Genuine fueron homenajeados en El Arcángel después de cuajar un fin de semana de ensueño en la segunda fase de LaLiga Genuine, la competición que reúne a personas con discapacidad en torno al fútbol como excusa para la integración de estos magníficos jóvenes, que engradecen los valores más positivos del deporte.

Apenas una hora antes de que arrancara el choque en El Arcángel, los blanquiverdes se bajaban del autobús a las puertas del estadio. Las caras de cansancio delataban las horas de sueño perdidas en otro fin de semana para el recuerdo. Al menos, el viaje no fue demasiado largo, pues la segunda fase de esta competición se disputó en Sevilla.

Alli, el Córdoba brilló como pocos, con tres victorias por idéntico resultado (2-1) ante el Fundación Reus, el Eibar y el Alavés. Pero más allá de los resultados, los blanquiverde volvieron a dejar muestra del amor a unos colores y del respeto a los rivales. Motivos suficientes como para calibrar en su justa medida el beneficio que la Fundación CCF brinda a estos chicos con el fútbol como excusa.

El gran fin de semana vivido en Sevilla se iba a cerrar de la mejor manera posible para los integrantes del Córdoba CF Genuine, invitados de lujo al espectáculo del primer equipo blanquiverde. Pero antes de seguir el duelo en directo, les tocó recibir el tributo del cordobesismo. Mientras la megafonía cantaba la alineación, los más de 8.000 asistentes al partido rompían en aplausos para unos chicos a los que embargaba la emoción. Unos aplausos que devolvían entusiasmados al público, para coronar un fin de semana que tardarán tiempo en olvidar.

Era el preludio perfecto al duelo del CCF ante el Algeciras. Nada podía salir mal en una tarde que se presentaba idílica. Sin embargo, caprichos del fútbol, la cerrada ovación con la que El Arcángel recibió a sus chicos de LaLiga Genuine se transformó en pitos a la media hora de juego, ante las dudas que presentaba el equipo blanquiverde.

Unos pitos que volvieron a florecer por momentos, en una grada desquiciada por la actuación arbitral y por los fallos de los suyos. Después de la montaña rusa de sensaciones, los que aún quedaban en la grada cuando se retiraban los jugadores premiaron con aplausos el esfuerzo de sus jugadores, en una jornada que empezó de manera idílica pero que se truncó de mala manera.