Infinity tomará medidas legales ante la inscripción del Córdoba CF SAD por parte de la Real Federación Andaluza de Fútbol para impedir que este club pueda competir con esa denominación en Segunda Andaluza Sénior durante esta próxima temporada. Los rectores del club blanquiverde defienden que el contrato de compraventa de la Unidad Productiva impide la utilización de ese nombre, adquirido por Infinity como marca, por lo que será la autoridad competente, la Junta de Andalucía, la que deba aclarar el asunto.

Tras retomar el control acccionarial del Córdoba CF SAD, la sociedad que regía al club de El Arcángel hasta la llegada de Infinity, Carlos González ha procedido a la inscripción de un nuevo club en categoría regional, con el objetivo de mantener la actividad de su empresa. Además, lo ha hecho con un consejo compuesto por caras conocidas, entre las que están su hijo Alejandro González, el abogado Iván Zaldúa, el doctor Javier Bejarano o el agente de jugadores, Joaquín Martos. El propio empresario tinerfeño aparece como presidente.

Hasta ahí, ninguna sorpresa, pues González ya había anunciado su intención de mantener la actividad de esa sociedad. El conflicto ha surgido con la utilización de Córdoba CF SAD como denominación, pues esa marca aparece como uno de los activos que Infinity adquirió en el traspaso de la Unidad Productiva. La Federación Andaluza validó la inscripción de ese nuevo club pese a la confusión evidente que supone el nombre, pero con un código (el número de identificación de cada club) nuevo y diferente al que posee el Córdoba CF. El organismo federativo entiende que no hay ningún impedimento para que el Córdoba CF SAD pueda ser inscrito, aunque en relación a esa denominación utilizada seguirá las directrices de la Junta de Andalucía, que es la autoridad competente, y que deberá dictar si ese nombre debe modificarse por encontrarse registrado.

A todo ello se suma también que, según fuentes consultadas por el Día, el acrónimo SAD de la nueva inscripción no corresponde a Sociedad Anónima Deportiva si no que forma parte del nombre elegido para inscribir al club por parte de Carlos González, haciéndolo coincidir de esta forma con la denominación clásica de Córdoba CF SAD (Sociedad Anónima Deportiva) que tenía el club antes de que su Unidad Productiva fuese vendida.

De momento, la RFAF tiene dos clubes con distinto registro y será la Junta Andalucía la que resuelva qué sucederá con la inscripción del nuevo club y el nombre que pueda usar la entidad que presidirá Carlos González.

Tras el visto bueno de la RFAF a esa inscripción, Infinity, a través de Unión Futbolística Cordobesa, sociedad que controla la unidad productiva del Córdoba CF, se ha puesto manos a la obra y tomará todas las medidas necesarias para defender los derechos recogidos en el contrato de compraventa de la Unidad Productiva, según confirmaron fuentes consultadas por el Día. Además, UFC se mostró tajante en reiterar que el contrato de la compraventa de la Unidad Productiva no permite utilizar esa denominación, ya que todos los dominios son suyos, además de los demás símbolos identificativos de la entidad como el escudo, la camiseta, el himno o incluso la mascota.

Mientras esa reclamación se cursa, la propia RFAF ha pedido la documentación a Unión Futbolística Cordobesa del contrato de compraventa, para aclarar la cuestión. Una vez analizado el caso y en base a lo que la Junta de Andalucía determine, la Andaluza podría mantener esa inscripción en los términos actuales o modificarla. De hecho, Carlos González iba a usar, en un principio, la denominación San Álvaro CCF SAD para su nuevo club, pero esa denominación fue rechazada de plano porque no figura como tal en los estatutos de la entidad.

El caso apunta a resolverse de nuevo en el ámbito administrativo y judicial, aunque desde la RFAF aclaran que en ningún caso cabe la confusión entre clubes, dado que el equipo que Carlos González ha inscrito en categoría regional cuenta con un código nuevo y totalmente distinto al 4001, el clásico con el que el Córdoba CF figura inscrito.