Cogió al equipo en un momento crítico, con solo tres semanas para poder trabajar y corregir el rumbo, y aunque no empezó de la mejor manera posible, el trabajo de Germán Crespo en el Córdoba CF empieza a dejar réditos. Al margen de frenar la dinámica negativa y mantener al grupo vivo hasta la última semana de competición, el técnico granadino ha conseguido enchufar a algunos jugadores que están siendo claves en sus planes. El mejor ejemplo de ello es De las Cuevas, que ante la Balona cuajó su mejor partido de la temporada, con un doblete y su mejor versión de los últimos meses.

Ese paso adelante del alicantino, esperado en el club durante toda la temporada pues estaba llamado a ser uno de los líderes del Córdoba, no ha sido fruto de la casualidad. Y es que, lesiones al margen, De las Cuevas no ha tenido en todo el curso la confianza que Germán Crespo le ha mostrado desde su llegada. Ni en cuanto a minutos se refiere ni en la responsabilidad encomendada.

En su presentación, Crespo ya dejó claro que moriría con sus ideas y que intentaría trasladar al primer equipo el estilo de juego en el que cree. Ese fútbol pasa por el protagonismo de los jugadores con más calidad técnica y en la plantilla del Córdoba CF pocos poseen el talento que tiene Miguel de las Cuevas.

A las primeras de cambio, ante el Tamaraceite, Crespo le dio la titularidad al alicantino como mediapunta, la posición que menos penaliza su lógica pérdida de velocidad, pues De las Cuevas ya no es un jugador para actuar escorado a una banda. Además, el colocar a Javi Flores por detrás, en el doble pivote, liberó al alicantino de las labores creativas, permitiéndole lucir más en la finalización, faceta en la que ha sobresalido siempre desde que llegó a El Arcángel.

Y el resultado no pudo ser más inmediato, pues De las Cuevas ha hecho tres goles en dos partidos, en los que jugó todos los minutos excepto los últimos 18 ante el Tamaraceite. Para valorar la confianza de Germán Crespo en el alicantino basta con comprobar que hasta el momento de la llegada del granadino, el alicantino solo había sido titular en cuatro de los 13 partidos que ha jugado en el presente curso, habiendo quedado relegado a un papel residual en los tramos finales de los encuentros.

Aunque mucho más tarde de lo esperado, la recuperación de Miguel de las Cuevas ha permitido al Córdoba sumar cuatro de los últimos seis puntos disputados, para llegar con vida a la última jornada. En la cita ante el Cádiz B, si no media un contratiempo físico, a buen seguro que volverá a ser un hombre vital para Germán Crespo.