El Córdoba CF cuenta las jornadas para dejar de ser oficialmente equipo de Segunda RFEF. La derrota del Cacereño el pasado domingo en Lepe hizo buenísimo el punto sumado por los blanquiverdes en Montijo y ha allanado el camino de forma considerable, hasta el punto de que en dos semanas el CCF puede estar celebrando con su afición el innegable éxito que supondrá salir por la vía rápida de una categoría que para otros históricos del fútbol español va camino de convertirse en una trampa mortal.

Curiosamente, las sensaciones tras el empate en Montijo eran agridulces en el seno del Córdoba. El equipo aguantó su racha de puntuación, pero concediendo al Cacereño la opción de recortarle dos puntos y enchufarse de nuevo a la esperanza de poder arrebatar en última instancia el primer puesto al equipo de Germán Crespo. Pero a la hora de la verdad, cuando la presión pasó al tejado del conjunto extremeño, las piernas temblaron a los de Julio Cobos, que en Lepe se dejaron mucho más que tres puntos. Si había alguna esperanza en el Cacereño de poder alcanzar al Córdoba, ahora parece haberse desvanecido, por mucho que este domingo llegue el duelo directo entre ambos equipos.

Antes, el miércoles, el Cacereño tendrá que afrontar una salida nada sencilla para visitar al Mensajero en La Palma. El Córdoba, por ejemplo, no pudo pasar del empate en el feudo canario. Los extremeños, además tendrán que hacer frente a un incómodo viaje entre semana, con el desgaste que eso supone, por lo que no tendrán nada fácil salir con la victoria del Silvestre Carrillo.

En el peor de los casos, el Córdoba saldrá el próximo domingo de Cáceres con siete puntos de renta, siempre que el Cacereño se lleve ese partido y antes haya sido capaz de ganar en La Palma. Faltarían entonces seis partidos y los blanquiverdes tendrían tres de margen para asegurar su ascenso. Mirando al escenario más optimista, el CCF tiene la opción de irse hasta los 16 puntos de renta, siempre y cuando el equipo de Julio Cobos pierda este miércoles ante el Mensajero y también caiga ante los cordobesistas en el duelo entre los dos mejores equipos del Grupo IV.

¿Fiesta en El Arcángel?

De darse ese escenario, la primera ocasión para sellar el ascenso de forma matemática llegaría para el Córdoba el sábado 9 de abril, en el duelo en El Arcángel ante el Villanovense. Sería, sin duda, la mejor forma de coronar la temporada, pudiendo disfrutar con la afición de un más que merecido salto de categoría.

Y es que el Cacereño ha sido un rival bastante exigente para un Córdoba que ha arrasado esta temporada. Los extremeños habían encadenado seis victorias y un empate en sus siete partidos anteriores a la derrota en Lepe. En ese tramo, el Córdoba apenas les concedió la opción de recortar puntos, pero la alineación indebida de Javi Flores ante la UD San Fernando abrió la opción de un final de temporada más apretado de lo que finalmente parece que será.

En todo caso, la oficialidad de un ascenso hacia el que el Córdoba se dirige con velocidad de crucero, no es ni mucho menos una obsesión en el club de El Arcángel. Entienden en el CCF que ese salto de categoría va a terminar llegando de manera natural, pues los resultados de este pasado fin de semana se toman como un claro punto de inflexión.

Es por eso que, en un ambiente relajado y de hermandad, la plantilla, el cuerpo técnico y parte de la directiva del club celebraron este lunes una comida de convivencia en un restaurante de la Judería. Las sensaciones son inmejorables en un equipo que en Montijo se dejó dos puntos después de haber encadenado diez victorias de manera consecutiva. Unos números sobresalientes que han llevado hasta la extenuación al Cacereño, único equipo que aguantaba las embestidas de un Córdoba que quiere seguir sin levantar el pie del acelerador, pero que ya ve en el horizonte más cercano el premio al sobresaliente trabajo de estos meses.