Córdoba CF - Real Madrid Castilla | El otro partido

El Córdoba CF desperdicia un ambiente de lujo en El Arcángel

Tifo del Córdoba CF en el Fondo Sur de El Arcángel.

Tifo del Córdoba CF en el Fondo Sur de El Arcángel. / Juan Ayala

El Arcángel se llenó cuando el Córdoba CF más lo necesitaba. En el peor momento de la temporada, el cordobesismo acudió en masa al feudo blanquiverde para llevar en volandas a los suyos en busca de un paso importante para ese anhelado ascenso a Segunda División. Un total de 20.051 aficionados se dieron cita y crearon un ambiente idóneo para una tarde en la que los de Germán Crespo podían reivindicarse como uno de los principales candidatos a ocupar la primera plaza del Grupo I de la Primera Federación. Pero una vez más, y van cuatro partidos seguidos, el equipo blanquiverdes desperdició la importante baza de la localía, esta vez con un ambiente imponente.

Casi dos horas antes del arranque del partido, a las 17:15 concretamente, se colgó en las taquillas el cartel de no hay entradas. En El Arcángel no cabía ni un alfiler y en las puertas de acceso se formaron colas a falta de una hora para que los blanquiverdes se jugaran más que tres puntos sobre el verde. Enfrente, un Real Madrid Castilla que creaba expectación y una plantilla madridista que debió alucinar con un estadio más propio de esa Primera División a la que aspiran por llegar que a la tercera categoría del fútbol español.

Lleno hasta la bandera, el himno cantado a los cuatro vientos sonó con más fuerza que en toda la temporada. En Fondo Sur, la grada de animación se estrenó con el primer tifo en Primera Federación. Desplegado sobre los tres sectores centrales, el tifo arengaba a los suyos bajo el lema de "Mi corazón un piropo, te ofrezco a ti patria chica", parafraseando la mítica canción Soy cordobés de Los de Sierra Morena que el cordobesismo utiliza como un himno más.

El Córdoba CF echó el ambiente a perder a los dos minutos de juego con el primer gol de la cantera del Real Madrid e hizo explotar por los aires el nerviosismo de la grada recibiendo un segundo tanto en contra en la primera mitad. Aunque más de un aficionado abandonó El Arcángel cabreado tras ese segundo gol, el cordobesismo reaccionó y, a la desesperada, se dedicó a animar todavía con más ahínco a los de Germán Crespo pese a que la noche se volvía cada vez más fría.

Apretón en el tramo final

El calor del tanto de Juan Villar en su debut en El Arcángel como jugador blanquiverde y la segunda parte del conjunto de Germán Crespo volcado arriba devolvieron el ambiente de fútbol a las gradas. Se respiraba un mínimo de esperanza y muchas ganas de remontada o, de al menos, un empate que salvara las sensaciones negativas. Aferrados a un coreado Antonio Casas y al inspirado Kike Márquez en la segunda mitad se recuperó el espíritu del aguerrido del Córdoba al son de la afición, que estaba cumpliendo con su responsabilidad de animar pese a los malos resultados.

Sin embargo, en el fútbol no es todo corazón y los más de 20.000 cordobesistas que se dieron cita en El Arcángel terminaron aplaudiendo a los suyos al término del choque pese al 1-2 contra un Real Madrid Castilla que es rival directo en la pelea por ascender a Segunda División. Tras registrar la mejor entrada de la temporada, la grada cumplió con su cometido y, aunque presenció una derrota más en casa, la cuarta consecutiva, dejó atrás el populismo y agradeció el esfuerzo del Córdoba CF en mitad de una grave crisis de resultados.

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