Córdoba CF - Real Madrid Castilla | La Crónica

El coraje no basta (1-2)

Jorge Moreno y Juan Villar, desesperado en el tramo final del Córdoba CF - Real Madrid Castilla. Jorge Moreno y Juan Villar, desesperado en el tramo final del Córdoba CF - Real Madrid Castilla.

Jorge Moreno y Juan Villar, desesperado en el tramo final del Córdoba CF - Real Madrid Castilla. / Juan Ayala

Escrito por

· Rafael Cano

Redactor

Otra derrota en El Arcángel. Un nuevo varapalo para un Córdoba CF tenso y agarrotado que no logra sacudirse la mala dinámica y que ha enterrado ya todo su crédito para situarse en una posición complicada. Si no gana pronto, las decisiones drásticas no tardarán en llegar. Es la ley del fútbol, un deporte en el que no se puede vivir del pasado, aunque algunos se empeñen en ello, porque cada domingo es una nueva reválida. Los blanquiverdes cayeron ante el Real Madrid Castilla para sumar su cuarta derrota consecutiva en El Arcángel. Una losa terrible para un conjunto que cuajó una desastrosa primera parte, enterrando todas sus opciones de victoria, pero que al menos sacó el orgullo para terminar embotellando al filial blanco, perdonando el empate en varias ocasiones claras.

Ese tramo final es el último clavo ardiendo al que se pueden agarrar los blanquiverdes y su afición -que aplaudió el esfuerzo de los suyos- para creer en que revertir esta dinámica es posible. Pero lo cierto es que, evaluando los 90 minutos en conjunto, el Córdoba sigue lejos de ser un equipo fiable, pues cuando logra tapar una vía de agua aparecen varias más.

Ya desde el once inicial, el duelo tenía tintes de todo o nada para el Córdoba CF. Germán Crespo apostó por cambios importantes, como sentar a Diarra en detrimento de Javi Flores, a José Ruiz por Puga, a Simo por Marco Camus o a Antonio Casas en favor de Juan Villar. Eso sí, de tocar el sistema ni hablar, y mucho menos de mover del equipo titular a piezas que el granadino considera intocables como Miguel de las Cuevas.

El plan de los blanquiverdes pasaba por tener el balón y tratar de hacer daño por las bandas al filial madridista, pero toda la semana de trabajo saltó por los aires a los dos minutos. Una falta lateral sin excesivo peligro la botó Álvaro Martín para que cabeceara libre de marca Nico Paz. El balón se estrelló en el poste y el Córdoba completó el desastre defensivo dejando que el mediapunta blanco recogiera su propio rechace para batir a Carlos Marín.

Una incomprensible empanada inicial que cambió el partido radicalmente y que hizo al conjunto blanquiverde jugar sobre el alambre prácticamente desde el arranque. Porque los de Germán Crespo trataron de reaccionar dando un paso adelante y el Castilla aprovechó su calidad para generar peligro con facilidad. Un guion calcado al de la derrota ante el Celta B de hace un par de semanas. De hecho, los blancos rozaron el 0-2 en una pérdida absurda en la medular que Peter convirtió en un misil que repelió con apuros Carlos Marín.

Marco Camus intenta zafarse de la presión de dos jugadores del Real Madrid Castilla. Marco Camus intenta zafarse de la presión de dos jugadores del Real Madrid Castilla.

Marco Camus intenta zafarse de la presión de dos jugadores del Real Madrid Castilla. / Juan Ayala

Apenas habían transcurrido seis minutos y al Córdoba se le veían ya todas las costuras. Lo intentaron los blanquiverdes por fuera, con Puga como principal baluarte desde la derecha, doblando constantemente a Carracedo. Un centro del granadino lo remató De las Cuevas y Carrillo lo desvió de manera que casi lo convierte en gol.

Fue un intento aislado, porque por más que quiso, el Córdoba no fue capaz de imponer su dominio ante un Real Madrid Castilla bien ordenado, intenso a la hora de replegar y atento a las marcas. De hecho, los blancos fueron inteligentes y supieron dar ese paso atrás a la espera del error del CCF, a sabiendas de que eso les generaría opciones prácticamente de mano a mano con los centrales. Antes de la media hora de juego, Nico Paz probó a Carlos Marín de nuevo y Marco Camus envió el balón muy alto tras una buena internada de Puga.

El devenir del partido no apuntaba nada bueno para el Córdoba, al que le costaba un mundo superar líneas, como le viene pasando en las últimas semanas. Con todo, cualquier situación difícil es susceptible de empeorar y así fue cuando Peter aprovechó un regalo de Javi Flores, que perdió el balón en área propia ante Nico Paz, para poner el 0-2.

Con las alarmas de nuevo encendidas y el ambiente enrarecido, desde el banquillo blanquiverde se echó en falta alguna solución, porque el Córdoba siguió con ese ritmo cansino y previsible de su juego, incapaz de disparar a portería. Tuvo que ser un clamoroso error en la salida de balón de los blancos el factor que reactivara a los cordobesistas. Puga luchó un balón suelto en el centro del campo y el esférico le cayó en franca posición para el remate a Juan Villar, que la puso en la red con un toque de calidad.

Juan Villar celebra con rabia su primer gol con el Córdoba CF. Juan Villar celebra con rabia su primer gol con el Córdoba CF.

Juan Villar celebra con rabia su primer gol con el Córdoba CF. / Juan Ayala

El tanto sirvió para dejar atrás 423 minutos de los blanquiverdes sin marcar y para reactivar un ambiente imponente en El Arcángel. Antes del descanso, una falta al borde del área que botó De las Cuevas la estrelló Gudelj contra la zaga blanca. Sin hacer méritos para ello, el Córdoba logró irse con vida al asueto.

Pero claro, para ganar un partido, o al menos empatarlo, hay que hacer mucho más y no estar sujeto a una acción puntual. Y el Córdoba volvió del descanso como si no fuese en desventaja. Sin variantes tácticas, solo el cambio de Javi Flores por Diarra, el equipo siguió mostrando una espesura preocupante en el juego ante un Castilla agazapado a la espera de dar el golpe definitivo. Bien pudo llegar con una rápida combinación entre Nico Paz y Noel que el gallego estrelló en el palo.

Camino de la hora de juego, el Córdoba era ya presa de sus propias prisas y el desorden empezó a ser evidente. Una pérdida en campo propio acabó con un remate de Vinicius Tobías que Jorge Moreno sacó de manera milagrosa bajo palos. Germán Crespo reaccionó por fin dando entrada a Casas y Simo para pasar a jugar con dos puntas.

El plan pasó a ser colgar balones laterales, pero en esa lid el equipo mostró una imprecisión desesperante. Lo intentó Puga para un remate alto de Casas, también Carracedo para la pifia de Juan Villar, y de nuevo Puga en un balón que no alcanzaron los dos arietes blanquiverdes.

Puga (Córdoba CF) rebaña el balón ante Aranda, del Real Madrid Castilla. Puga (Córdoba CF) rebaña el balón ante Aranda, del Real Madrid Castilla.

Puga (Córdoba CF) rebaña el balón ante Aranda, del Real Madrid Castilla. / Juan Ayala

Faltaba un cuarto de hora y Germán Crespo agitó de nuevo su esquema para jugarse ya el todo por el todo, con Kike Márquez y Shashoua al campo para dejar tres defensas y acumular hombres en ataque. A partir de ahí, sí fue de verdad un asedio. Márquez pudo empatar en una lejana falta que disparó fuera por poco. Poco después, se topó con el larguero en otro libre directo más centrado.

Para entonces ya solo se jugaba en campo del Castilla, con todo el Córdoba metido ahí. Un córner que remató Diarra lo despejó casi sin querer un zaguero, mientras que el enésimo centro de Carracedo no lo dirigió bien Simo. El Córdoba, más por corazón que por fútbol, merecía ya el empate. Todavía tuvo una ocasión muy clara, desperdiciada por Juan Villar, al tiempo que Nico Paz perdonó la sentencia. El partido murió con el CCF volcado sobre el área blanca, pero incapaz de precisar una buena acción para el empate. Los nervios atenazaron a un equipo que no encuentra el camino y que sigue en caída libre.

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