El Córdoba CF ha aterrizado en Primera Federación con una naturalidad que asusta. Los blanquiverdes parecen no notar el cambio de categoría, pese a que el nivel en el tercer escalón del fútbol español es notablemente superior, y siguen apilando víctimas en El Arcángel con una solvencia pasmosa que invita a soñar al más escéptico de los blanquiverdes.

Esa rápida adaptación a la categoría ya ha dado al CCF dos triunfos en las dos primeras jornadas y se fundamenta, principalmente, en el buen bloque que el equipo ya traía desde Segunda RFEF, con jugadores que han respondido ante un listón más alto y que siguen entre los más destacados del equipo pese a que los refuerzos que han llegado suponen un salto importante de nivel.

Entre esos hombres que ya estaba en el equipo blanquiverde que subió de manera insultante desde Segunda RFEF, Simo representa a la perfección esa fulgurante y contundente adaptación de su equipo a la Primera Federación. El hispano-marroquí, sobre el que se cernían algunas dudas por la competencia interna y por sus claroscuros en Segunda División B con el Sevilla Atlético, está respondiendo a la perfección a la confianza del club y de su técnico, hasta el punto de haberse erigido en un líder del equipo en este fulgurante arranque de la temporada.

Que el escurridizo extremo es un jugador especial y diferente, está claro desde el primer día en que pisó El Arcángel. Pero no eran pocos los que tenían ciertas dudas de ver si su nivel le daría para seguir brillando con el Córdoba. No por su calidad, que la tiene, más bien por un físico que parece frágil, pero que a la larga se ha mostrado suficiente para sostener el talento innato del 18 blanquiverde.

Jugando escorado a la izquierda, pero con la libertad para moverse en todo el frente de ataque, Simo está brillando en este Córdoba gracias a su conocimiento de los compañeros que le rodean, factor que le permite jugar de memoria y que le facilita el dar rienda suelta a su calidad. Un jugador imprevisible, capaz de dibujar pases imposibles ante las defensas rivales, que tiene un conexión especial con hombres como Casas o De las Cuevas, y que además ha empezado el curso con un tino en la definición sobresaliente.

La competencia interna, un aliciente

Todos esos factores ponen al hispano-marroquí como punta de lanza del líder del Grupo I, un Córdoba CF que ya lo ató en corto el curso pasado, sabedor de que su talento no tardará en llamar la atención de equipos de superior categoría. Para empezar, Simo ha despejado las dudas de aquellos que no tenían claro que su fútbol se adaptaría a la perfección a un categoría más exigente.

Y a la vez que se metía en el bolsillo a los pocos que podían dudar de su tremendo talento, el habilidoso extremo se ha hecho con el puesto de titular de manera indiscutible en una temporada en la que el nivel medio de la plantilla ha subido de manera notable. Cedric Teguia aprieta en cada entrenamiento y en los minutos que Germán Crespo le da para pelearle el puesto al hispano-marroquí, que de momento está haciendo méritos para que su compañero tenga que armarse de paciencia.