Córdoba CF

El Córdoba CF trata de dejar atrás el susto de Gudelj y regresa al trabajo

Canario es presionado por Puga en el entrenamiento del Córdoba CF de este domingo.

Canario es presionado por Puga en el entrenamiento del Córdoba CF de este domingo. / CCF

La plantilla y el cuerpo técnico del Córdoba CF tratan de dejar atrás el susto vivido este sábado en El Arcángel con el desvanecimiento repentino de Dragisa Gudelj, poniendo la mente ya en el trabajo de cara a los próximos compromisos ligueros que afrontará el equipo blanquiverde. La plantilla se ejercitó este domingo en la Ciudad Deportiva con el alivio de las buenas noticias que llegan por el estado de salud de su compañero y todavía con la emoción de lo vivido horas antes en el estadio.

La interrupción del partido ante el Racing Ferrol cuando apenas se habían disputado 11 minutos provocó que, después del susto vivido sobre el terreno de juego, Germán Crespo y su cuerpo técnico rehiciesen su planificación para los próximos días empezando por este mismo domingo, en el que el equipo trabajó en una sesión normal y no en la habitual de recuperación postpartido.

Con el ánimo de seguir adelante y trabajar con la motivación de conseguir buenos resultados que brindar a su compañero, la sesión en la Ciudad Deportiva arrancó con un sentido aplauso de los futbolistas a los servicios médicos de la entidad, presentes también en las instalaciones del Camino de Carbonell, por su ágil y exitoso trabajo en la labor de salvar la vida del futbolista balcánico.

Por el entrenamiento del conjunto blanquiverde se pasó también el consejero delegado de la entidad, Javier González Calvo, quien tras el suceso se trasladó al Hospital Universitario Reina Sofía junto a otros miembros de la dirección deportiva y la junta directiva del club para arropar al padre de Gudelj y a la espera de recibir noticias tranquilizadoras.

Un mensaje de unidad

González Calvo quiso estar también cerca de los jugadores, consciente de que su estado anímico no era el mejor después de todo lo sucedido. El dirigente tuvo unas palabras para la plantilla, en las que remarcó la necesidad de convertir este mal trago en un incentivo para seguir peleando por los objetivos marcados, ahora más que nunca desde el prisma de la unión total en el vestuario.

En lo que al plano meramente deportivo se refiere, el equipo trabajó ya con la intención de preparar de la mejor forma posible el partido del próximo domingo en Pontevedra, en el que los blanquiverdes tendrán la primera ocasión de sumar tres puntos para reconducir su situación en la tabla y para brindárselos al bueno de Dragisa Gudelj.

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