La Universidad de Córdoba investiga el uso de residuos en la fabricación de medicamentos

Ciencia

El proyecto europeo en el que participa la UCO, denominado 'SusPharma', busca reducir el impacto ambiental de la industria farmacéutica

La Oferta de Empleo Público para personal de administración de la UCO incluye 194 plazas

Una persona se toma una medicina
Una persona se toma una medicina / El Día

Un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba (UCO) participa en el proyecto europeo SusPharma para desarrollar nuevos métodos de producción farmacéutica más limpios, eficientes y respetuosos con el medioambiente. El programa, según ha informado la institución académica, busca cambiar el modelo de producción tradicional -basado en procesos por lotes, uso de derivados del petróleo y una escasa automatización- por uno más verde, digital y circular.

Desde la Universidad de Córdoba, el grupo de investigación liderado por la investigadora Alina M. Balu participa de manera activa en el desarrollo de nuevos catalizadores y técnicas de síntesis que permiten transformar residuos de biomasa y plásticos en compuestos útiles para la fabricación de precursores de biopolímeros, biocombustibles y fármacos.

“La producción de medicamentos suele ser muy compleja, poco automatizada y con un gran impacto ambiental”, explica Olena Korchuganova, que también participa como investigadora en el proyecto de la UCO. “Nuestro objetivo es ofrecer alternativas más limpias y sostenibles, aprovechando materias primas renovables y residuos industriales”, señala Balau.

De estas materias primas se obtiene el furfural, un compuesto químico identificado como “molécula plataforma” en el marco de la bioeconomía (que se encuentra en mayor proporción en los residuos lignocellulosicos (tipo abedul seguido por la poda de olivo). Es uno de los llamados "bloques de construcción" (building blocks) de la química verde. El equipo de la UCO ha conseguido desarrollar un catalizador eficiente -a base de óxidos metálicos y nanopartículas de óxidos metálicos soportados en gel de sílice o en carbón derivado de residuos plásticos- que permite producir furfural y sus derivados de forma continua, con menos consumo energético y menor generación de residuos.

Esta innovación no solo tiene aplicaciones en el ámbito farmacéutico para síntesis de APIs. Algunos de los productos obtenidos a partir del furfural pueden utilizarse también como aditivos en combustibles, mejorando su eficiencia y reduciendo emisiones contaminantes como los óxidos de nitrógeno (NOx) y de azufre (SOx). “Además de reducir la dependencia de los combustibles fósiles, estos compuestos mejoran las propiedades del combustible y su combustión”, señala el investigador Oleksandr Pokutsa, que también colabora en el proyecto.

Investigadores de la Universidad de Córdoba que trabajan en el proyecto 'SusPharma'
Investigadores de la Universidad de Córdoba que trabajan en el proyecto 'SusPharma' / El Día

Mediante la colaboración internacional y participación multidisciplinar se ha conseguido llevar a cabo la síntesis de furosemida (diurético) empleando un protocolo sostenible desarrollado y se sigue investigando para expandir el abanico de compuestos farmacéuticos derivados de furfural (citarabina).

Pirólisis de residuos plásticos

Otra línea de investigación dedicada a la aplicación práctica de productos obtenidos mediante pirólisis de residuos plásticos conduce a la producción, entre otros, de carbón. Esto permite no solo valorizar residuos, sino hacerlo con un enfoque económicamente viable. “Es una forma de transformar uno de los residuos más abundantes y difíciles de gestionar en algo útil para la industria”, añade el investigador.

El proyecto SusPharma está financiado por la Unión Europea a través del programa Horizonte Europa y reúne a universidades y centros de investigación de Italia, Holanda, Bélgica, Reino Unido, Portugal y España. En la Universidad de Córdoba, además de los investigadores, se ha contado con infraestructuras, laboratorios y software específico que han sido fundamentales para llevar a cabo los primeros ensayos.

Los primeros resultados ya se han traducido en la publicación de artículos científicos y en la preparación de una patente. Además, parte de estos avances formarán parte de un libro colectivo que se publicará este año. “Ya hemos completado el primer paquete de trabajo y seguimos avanzando hacia nuevos objetivos”, confirma Balu, quien reconoce que “aunque también nos hemos encontrado con retos inesperados, el balance es muy positivo”.

Para los próximos meses, el equipo planea seguir afinando los catalizadores, mejorar el rendimiento de los procesos de obtención de furfural, y alcoholes de cadena larga (C5-C8) y avanzar en la digitalización y automatización de la producción, como parte de los objetivos generales del consorcio.

Más allá de sus aplicaciones industriales, el proyecto también tiene un valor simbólico para quienes lo integran. “Yo vengo de una ciudad ucraniana que ha sido en gran parte destruida por la guerra”, cuenta Korchuganova. “Gracias al apoyo de la profesora Alina Balu y de la Universidad de Córdoba he podido continuar con mi carrera científica. Para mí, este proyecto también es una forma de reconstruir desde la ciencia”, concluye.

stats