Cuatro subasteros de Córdoba capital se enfrentan a penas que suman ocho años de prisión por un presunto delito de alteración de subastas cometido, supuestamente, en febrero de 2000 para quedarse con una finca. La vivienda objeto de controversia se ubicaba en la calle Gutiérrez de los Ríos, junto a La Corredera, y era propiedad de dos hermanos por herencia materna.

En septiembre de 1996, una entidad mercantil inició un procedimiento de reclamación de cantidad contra uno de los dueños, lo que terminó con el embargo de la parte de su finca. El terreno se valoró en 102.000 a efectos de subasta pública.

Paralelamente, y en la misma fecha, la misma entidad mercantil interpuso una demanda contra el otro hermano para que resolviera el condominio, y a finales de 1999 se abrió la subasta. En febrero del año siguiente, durante la tercera y última puja, los procesados se pusieron de acuerdo -según el relato de acusación provisional del Ministerio Fiscal- para ofrecer seis euros en la puja y quedarse con la vivienda a este precio, frente a los 204.000 euros en que estaba valorado el inmueble. La intención de los encartados, según la Fiscalía, era cederle la finca a un tercero. El plan salió bien y los procesados se adjudicaron la subasta por seis euros; posteriormente, la revendieron por 48.000 euros.

El Ministerio Público acusa a los cuatro procesados de un presunto delito de alteración de subastas, por el que solicita dos años de prisión para cada imputado. Los encartados se enfrentan, además, a una multa de 2.160 euros. La vista oral se celebra mañana en el Juzgado de lo Penal 3.