Sara Búho: "La poesía necesita un trocito del alma del autor y otro trocito del alma del lector"
La poeta gaditana ofrece su recital 'Y yo a ti' este jueves 25 de septiembre en la Casa del Ciprés
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Conocida por sus letras con alma, por haber llevado la poesía a los más jóvenes, Sara Bueno Hormigo, Sara Búho (La Línea de la Concepción, 1991), ha conseguido que los usuarios de diferentes redes sociales se paren por un momento y sientan sus posts en forma de versos. La poetisa llega a Córdoba para deleitar a los usuarios con su recital Y yo a ti, este jueves 25 de septiembre a las 19:30 en la Casa del Ciprés, si bien antes charla en esta entrevista sobre la industria, la escritura y todos los problemas no tan visibles que rodea a la profesión.
Pregunta.¿Qué significa para usted ser escritora hoy?
Respuesta.Ser escritora es para mí hoy lo que será siempre, una necesidad. Una necesidad individual que se colectiviza gracias a la mirada de los lectores y lectoras.
P.¿En qué trabaja actualmente?
R.En un nuevo poemario y en mi primera novela. Si todo va bien, ambas obras verán la luz el próximo año.
P.¿Por qué cree que sus letras han conectado tanto con la sociedad? ¿Qué ingredientes tiene que tener la poesía para llegar a los lectores?
R.La poesía necesita un trocito del alma del autor y otro trocito del alma del lector. Esa conexión da sentido al poema. Creo que mis letras han llegado a personas para las que mi relato o mi forma de contar lo que vivo tienen un sentido especial. Emocionalidades que encajan.
P.Sus poemas combinan fragilidad y fuerza, ¿cómo gestiona ese tipo de exposición?
R.Entendiendo que ambas son valiosas. No quiero ser solo fuerte ni solo frágil, necesito sentirlo todo.
P.¿Qué papel han jugado las redes sociales en su carrera? ¿Cree que la difusión digital ha cambiado la forma de escribir o en la que los lectores se acercan a la poesía?
R.No sé qué habría pasado sin ellas, pero desde luego han sido un gran lugar de encuentro a lo largo de todos estos años. El contexto siempre influye, por eso me parece importante ser muy consciente de ello, para saber cuánto de permeable quiero ser o cuánto quiero que afecte a mi voz. Desde el prisma del lector, me parece una revolución. El prejuicio a géneros como la poesía o el ensayo se ha ido diluyendo. Cuantísimos potenciales lectores y lectoras se han quedado por el camino por no haber encontrado su lectura ideal...
P.¿Qué piensa del futuro de la profesión con la llegada de la Inteligencia Artificial? ¿Se le teme?
R.Ese trocito de alma que decía al principio que se necesitaba... la Inteligencia Artificial no la puede aportar porque no abarca todos los tipos de inteligencia, no tiene alma ni siente dolor. Quiero pensar que nada será tan catastrófico como parece que puede llegar a ser. Ojalá sirva para que se revalorice lo humano, que ya se venía perdiendo.
P.¿Se ha encontrado alguna vez en alguna situación de plagio de sus obras? ¿Cómo lo ha gestionado?
R.Sí, es uno de los riesgos de internet; está lleno de versos sin firmar o firmados con otro nombre. Vuelan a veces. Mis lectoras, amigas y familiares se enfadan más; yo intento no frustrarme, creo que lo he ido normalizando casi sin querer. Es una falta de respeto hacia uno mismo y hacia el otro, y no debería suceder, pero sucede. Salvo situaciones demasiado escandalosas (que por suerte no han llegado a pasar), lo gestiono bien.
P.¿Piensa que se le dan las suficientes oportunidades a los jóvenes que quieren iniciarse en la escritura? ¿Se dedica el tiempo suficiente a crear iniciativas, concursos y ayudas?
R.Todo talento que se deja morir es una pérdida para todos como sociedad. Ojalá proliferen espacios como la Fundación Antonio Gala, que tenéis aquí, para que las personas de verdad puedan desarrollar sus proyectos sin ahogarse por el camino.
P.¿A qué retos se enfrentan los escritores en la industria?
R.El gran reto es la velocidad. El mercado está absolutamente acelerado y es muy demandante. El sector editorial no se libra de la voracidad del sistema.
P.Se habla mucho de la dificultad de vivir de las letras. ¿Cómo percibe la profesión, entre la vocación y la realidad económica?
R.Es realmente un privilegio poder vivir de la profesión sin más satélites, pero por desgracia no es algo exclusivo de las letras. Eso sí, uno no deja de ser escritor porque necesite trabajar de otra cosa para poder subsistir. Tiene más que ver con una manera de estar en el mundo.
P.¿Tiene el escritor una responsabilidad social?
R.El escritor tiende a sentir la responsabilidad social y debe ser libre de trabajarla y ejecutarla desde su propio universo. Es un ser especialmente permeable al mundo, por tanto… se hace prácticamente inevitable.
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