La restauración del retablo de la calle Lineros de Córdoba estará lista antes de fin de año
Patrimonio
El Ayuntamiento licita la tercera y última fase de los trabajos después de que se haya soterrado el cableado que afeaba el conjunto y de que se hayan reparado los lienzos
El Consistorio está a la espera de que Cultura autorice la sustitución de los cuadros por réplicas para garantizar que el paso del tiempo no les afecte
El altar dedicado en la calle Lineros al custodio de Córdoba, el arcángel San Rafael, y a los patronos de la ciudad, San Acisclo y Santa Victoria, volverá a lucir en todo su esplendor antes de final de año, según ha anunciado la edil de Casco Histórico, María Luisa Gómez Calero. El Ayuntamiento ha licitado ya la tercera fase de la restauración del mismo, lo que supone que los trabajos, que tienen una duración de tres meses, "podrán iniciarse a principios del mes de septiembre". Dicha licitación de las actuaciones se ha realizado por un montante económico de 41.163 euros.
Gómez Calero ha recordado que antes de llevar a cabo esta tercera fase y última de la restauración de este lugar emblemático del Casco Histórico cordobés, se procedió a retirar los tres lienzos que componen el retablo, los de San Rafael, San Acisclo y Santa Victoria, que ya han sido restaurados por el restaurador Andrés Moreno. La idea del Ayuntamiento es que esos lienzos no vuelvan al retablo, sino que se sustituyan por unas réplicas, tal y como ha destacado la técnica de la Gerencia Municipal de Urbanismo Rosa Lara.
"Estamos a la espera de que la Consejería de Cultura de la Junta nos permita colocar réplicas de esos cuadros en el retablo y que los originales se expongan en otro lugar. Afortunadamente, ahora hay medios con los que se puede hacer una reproducción en telas o en otros materiales muy duraderos y eso hará que los cuadros no se vuelvan a deteriorar", ha sentenciado. Esta restauración ha supuesto unos 3.000 euros.
También esta tercera fase se iniciará después de haber eliminado el cableado de luz y telefonía que afeaba el conjunto, cableado que se ha soterrado. Los trabajos, que arrancaron justo después de la celebración de la Semana Santa tuvieron un coste de 32.524 euros.
El retablo parece de piedra, pero de piedra solo tiene el zócalo, de piedra típica de Cabra, "la parte de arriba es piedra artificial, con una armadura de acero, yesos y madera", ha indicado la técnica. "Tenemos previsto hacer una limpieza y un estudio más en profundidad de los materiales del retablo para ver si hay huellas de los anteriores retablos, además de consolidar toda la parte de la estructura. Una vez que tengamos la estructura consolidada, vamos a trabajar en la consolidación del soporte, y luego trabajaremos la capa decorativa, que es la que se ve", ha explicado Lara respecto a esa tercera fase. También se repondrán los cuatro faroles con los que contaba el conjunto, que serán de luces led.
"La idea es dejarlo tal y como en su momento, en 1801, decidieron los vecinos, que fueron quienes sufragaron su coste", ha incidido Gómez Calero. La edil ha recordado que el primer altar de la calle Lineros estaba dedicado a la Virgen de Linares, altar con el que acabó el vandalismo. "Posteriormente, y a iniciativa popular, fueron los vecinos los que llevaron a cabo una recaudación para poder encargarle a Antonio María de Monroy la realización de este altar en 1801, dedicado ya a San Rafael, San Acisclo y Santa Victoria", ha añadido.
Para llevar a cabo la mejora del conjunto, el Ayuntamiento le encargó el proyecto de restauración a la restauradora especialista Marina Ruiz, quien ha realizado un estudio histórico del retablo. "Como curiosidad, el altar que hoy vemos no es de 1801", ha indicado Lara, explicando que se volvió a reconstruir en 1925 de la mano de la familia Romero de Torres; se le encargó esa reconstrucción a Enrique Romero de Torres y él a su vez le propuso a su sobrino la reposición de los lienzos, a Enrique Romero Pellicer", ha detallado Lara, "Más tarde, en los albores de la República el conjunto volvió a sufrir actos vandálicos que destruyeron bastante todo el retablo y las pinturas. Lo que hoy nos llega es una obra de 1937 de Rafael Díaz Peno, que es el autor de las pinturas y quien realiza la restauración del retablo", ha añadido.
No obstante, a lo largo del siglo XX este conjunto dedicado al custodio y a los patrones de la ciudad se fue deteriorando con el tiempo. "Y la siguiente actuación importante es la que hace la Diputación de Córdoba a través de su escuela taller, en 1997", ha apuntado. En principio, el retablo original era neoclásico, muy austero "y sin embargo la Diputación en su intervención lo barroquiza, le da un aspecto con más colores, imitando a las piedras barrocas de los mármoles, por eso todos los acabados son marmóreos", ha explicado Lara.
La técnica ha recordado que en la hornacina del conjunto había también una pequeña imagen de la Virgen de Linares, obra de Leandro Cano, y ahora lo que hay es un grabado de la Virgen de la Candelaria, pero la idea es que vuelva a estar la Virgen de Linares, de hecho, una de las hermandades lo ha solicitado.
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